(La Tercera) "Tengo más de 25 años de experiencia en el mundo empresarial y con eso espero contribuir a lograr los objetivos que nos hemos trazado para Enap". Laurence Golborne, ministro de Minería y ex gerente general de Cencosud, resume así el desafío de tener a la petrolera estatal bajo su tutela.
Golborne recibió esta semana el mandato de reemplazar la actual tuición que ejercía Ricardo Raineri, ministro de Energía, sobre la petrolera. La historia empresarial de Golborne calza más con los desafíos de la empresa que el perfil académico de Raineri, algo que se sintió de inmediato esta semana. El ministro se reunió el viernes, antes de partir a Sudáfrica para asistir al Mundial, con el gerente general, Rodrigo Azócar, y le encomendó un plan de acción a corto plazo para revertir pérdidas y volver a los números azules. El próximo domingo, cuando regrese de su viaje, Golborne volverá a juntarse con Azócar para definir las primeras líneas de un programa que estará listo en julio.
Su siguiente prioridad será diseñar un plan estratégico a mediano plazo, que buscará determinar las potencialidades de Enap, sus alternativas de desarrollo y sus opciones de financiamiento. En ese trabajo de diagnóstico, Golborne comenzará a delinear la viabilidad de una de las metas que su antecesor había planteado: buscar fórmulas para el ingreso de capitales privados a Enap, vía alianzas o a través de la venta de parte de la propiedad. Golborne, quien prefiere no anticipar caminos, no se cierra a nada: "Hay que analizar todas las alternativas que están presentes en el mercado para que una empresa se desarrolle", dice.
Golborne pretende tener decisiones en el segundo semestre. Según Rodrigo Azócar, la compañía podría tener listos los estudios respectivos en dos meses. Si antes no se había hecho, aclara, es porque su dueño, el Estado, no había dado una definición clara.
Tampoco Golborne se cierra a una alternativa de negocios que desató la polémica cuando Raineri la sugirió: entrar en Chile al área de distribución de combustibles, rubro que Enap explota en Perú junto al grupo Romero. "Si hay proyectos interesantes, hay que analizar el capital de cada uno, de acuerdo al mérito de cada iniciativa", sostiene.
Hoy Enap explora y produce petróleo en una baja escala; su fuerte es la refinación, un área de baja rentabilidad. De ahí que crecer a la distribución a través de la compra de Terpel en Chile, que pronto saldrá a la venta, es una opción para la estatal.
"Hay que ver qué tan rentable es, cuánto hay que invertir, si la inversión justifica en ese proyecto o en otras cosas dentro de la compañía, y si la empresa tiene acceso a ese capital para invertir también. No podemos perder de vista que Enap mantiene una deuda financiera de unos US$4.500 millones. Hay que ver cuál es la potencialidad de efectuar inversiones significativas con ese nivel de deuda", apunta el ministro. El ministro de Energía, Ricardo Raineri, había delineado en parte esa estrategia, al decir que Enap requiere de un nuevo gobierno corporativo y de capital privado antes de tomar la decisión de ir al sector de la distribución de combustibles.
Mientras tanto, Golborne mira distintos modelos para Enap. "El de Petrobras es interesante y ha demostrado ser exitoso. Creo que hay que analizarlo, al igual que el de Pemex y también el de PVSA (Venezuela), con las restricciones y limitaciones que tiene", afirma.
En nombre de la gestión
Si algo quiere aportar Laurence Golborne es su capacidad de gestionar empresas. Ya lo desmostró en Gener, como gerente de finanzas, y en sus ocho años en Cencosud, como brazo derecho del empresario Horst Paulmann. Lo urgente en Enap es lograr aprobar una norma para que el ministro de Minería pueda entrar al directorio y articular un plan para frenar las pérdidas, de US$81 millones a marzo. En lo segundo, el ministro pretende bajar costos aplicando una economía de guerra y aumentar ingresos revisando toda la cadena productiva, desde la compra del crudo hasta la comercialización de los refinados.
También en las próximas semanas se definirá un nuevo levantamiento de capital -bono o préstamo- por unos US$500 millones para hacer frente a los pagos de créditos de corto plazo.
El gerente general de Enap cuenta con la confianza de su nuevo superior. "Azócar está cumpliendo un rol importante. Dejémoslo trabajar", opina Golborne. Y agrega: "El lleva un año y medio y está empoderado... yo tengo una muy buena opinión de él. Vamos a conversar y definir en materias de metas, planes de trabajo y caminos a seguir", señala.
En estos poco más de 500 días en Enap, Azócar ha impulsado una agresiva campaña de contención de costos y ha cambiado la política comercial, con una política más agresiva frente a compañías como Copec y Metrogas.
Un tema pendiente es si habrá enajenaciones de activos. "Cuando se trata de definir los rumbos estratégicos de una empresa, uno no puede cerrarse a nada. Hay que hacer un análisis abierto y amplio", aclara Golborne.
Fuente / La Tercera. |
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