El primer paso para la actualización del Plan de Prevención y Descontaminación (PPDA) de la Región Metropolitana dio el Ministerio de Medio Ambiente al presentar ayer el estudio de Propuesta de Regulación para la Reducción del Material Particulado Fino (PM 2,5), que realizó el centro Mario Molina.
El anuncio sorprendió a algunos gremios y asociaciones industriales de Santiago, que comenzarán a analizar las primeras propuestas que sirven de base para el anteproyecto que debe elaborar la autoridad.
El documento incluye 32 medidas para reducir el material particulado fino destinadas al transporte, energía, industria y otros sectores. De aplicarse este paquete, al 2020 debería disminuir en 50% la emisión de PM 2,5, que aquél que más afecta la salud de las personas, e implicaría una inversión de US$ 790 millones, donde el 45% sería de responsabilidad estatal. Es decir, los privados deberían inyectar del orden de
US$ 435 millones.
El titular de Medio Ambiente, Pablo Badenier, explicó que en agosto iniciarán el trámite para declarar a la capital como zona saturada de material particulado fino, lo que da pie a la elaboración del PPDA.
A partir de eso comenzarán a elaborar el anteproyecto de la regulación, para lo cual tienen 12 meses. En este período contemplan recoger las posturas de los sectores regulados y municipios.
Una vez listo el anteproyecto, éste será sometido a consulta pública. Se espera que las nuevas restricciones estén operativas a partir de septiembre de 2016.
Respecto al tiempo que pueda tomar esta discusión -que para la actualización del plan actualmente vigente se extendió por un período largo-, Badenier dijo que espera que el diálogo sea más efectivo, porque en general hay más conciencia de la importancia de este tema entre los regulados y la población en general.
Medidas
En transporte, el informe establece siete medidas que apuntan en varias líneas, como transporte de carga no contaminante y la electrificación del transporte público. El Transantiago, a 2020, debería tener 800 buses eléctricos con baterías, 1.500 trolebuses y 3.700 a diesel. Esto fue bien recibido por los operadores, que plantearon que este recambio tecnológico requiere incentivos. Consultado, Badenier dijo que generarán mecanismos para tener combustibles más limpios.
A nivel industrial, se plantean medidas que implicarán una inversión cercana a los US$ 230 millones, donde el 90% será asumido por los privados. Se contempla reducir las metas de emisión de material particulado para grandes emisores, para procesos industriales, para calderas y cambios en el criterio de paralización de fuentes fijas en episodios críticos.
Respecto a esto último, Badenier explicó que la idea es masificar la certificación ISO 50.001 sobre Eficiencia Energética. "El plan de descontaminación está vinculado a reducir gases con efecto invernadero y eficiencia energética, por lo que van a jugar un rol relevante las industrias que tengan este tipo de certificaciones como un criterio para eventuales paralizaciones", dijo.
Badenier dijo que en general estas medidas apuntan al sector metalúrgico y de elaboración de pinturas y aerosoles, entre otras.
Héctor Castillo, presidente de la Federación de Asociaciones Industriales Comunales (Feasin), anunció que revisarán la propuesta, pero que el sector industrial ya hizo muchos esfuerzos para mitigar sus emisiones, por lo que ahora el eje del PPDA debería estar en el uso de leña, el polvo en suspensión y el transporte, áreas donde realmente hay un retraso.
Agrega que hay poco espacio para mejorar, porque las emisiones ya están en el mínimo. "Somos como los autos catalíticos", graficó.
En energía, se propone introducir filtros a calderas que se utilizan como respaldo en algunas industrias y la reducción catalítica selectiva de centrales termoeléctricas. Al respecto Badenier dijo que no ve mayor problema en las termoeléctricas, porque si éstas cumplen con la nueva norma de emisiones, será suficiente para lo que establece el plan.
Finalmente, el ministro dijo que se propondrá prohibir el uso de leña para calefacción residencial en el radio urbano. Añadió que analizarán el uso de pellets -muy comunes en calefacción residencial-, porque aunque son mejores que la leña, de todas formas generan emisiones.
AGN: GAS TAMBIÉN ES ALTERNATIVA
Una mirada positiva a las propuestas tienen en la Asociación de Distribuidores de Gas Natural (AGN), en especial porque se apunta a desplazar el uso de diesel y leña en la Región Metropolitana, principales responsables del material particulado fino. El director ejecutivo del gremio, Carlos Cortés, explica que aunque en materia de transporte no se hace mención específica al gas natural, es una alternativa real que ayudaría a la solución del problema y que se está analizando por las autoridades. Dice que hay países y ciudades que ya usan esta tecnología, como en Punta Arenas donde hay 61 máquinas que han sido muy bien evaluadas. Además, la tecnología es rentable. Pero de todos modos es necesario solucionar algunas trabas o dar incentivos, como emparejar la cancha impositiva, ya que el impuesto específico del diesel es 1/3 del que paga el gas.
TRANSANTIAGO A FAVOR DE NUEVA FLOTA
El director ejecutivo de la Asociación de Concesionarios del Transporte Urbano de Superficie (Actus), Víctor Barrueto, se mostró a favor de la propuesta de regulación elaborada por el Centro Mario Molina. Explicó que esto va en línea con lo que han manifestado como gremio, de adelantar el recambio de máquinas, dado el envejecimiento prematuro de algunos buses, especialmente los de tipo oruga. Según análisis que han realizado, esto debería ser antes de 2016. Hacer la renovación implicaría pasar de tecnología Euro IV a Euro VI, aunque Barrueto advierte que para esto tiene que haber voluntad política, porque se requeriría modificar los contratos para que los nuevos costos no impliquen alza en las tarifas. El director ejecutivo ve como factible incorporar una cierta cantidad de buses eléctricos, que incluso se podrían implementar en el nuevo corredor del eje Alameda-Providencia.