En la zona de Osorno hay varios productores que lo han implementado:
En medio de la crisis por la baja de 40% en los precios internacionales y de hasta 25% en los nacionales, hay productores de leche que están mirando el sistema que se usa en Nueva Zelandia para el sector. Éste aprovecha los ciclos naturales y usa menos mano de obra.
Bernardita Aguirre Pascal
Una caída estrepitosa en el precio internacional de la leche y la baja en el valor por litro que las compañías lecheras pagan a los productores han generado pérdidas millonarias en el sector.
En medio de este complejo escenario en la zona de Osorno y Valdivia, hay lecherías que trabajan con un modelo, inspirado en los productores de Nueva Zelandia, y que está bajando los costos de producción al reducir su principal gasto que es la alimentación del animal.
"La base está en la utilización de pasturas como principal fuente de alimentación y en promover la producción estacional en primavera, haciendo calzar la oferta y demanda de pasto. Si se analiza el costo directo de alimentación, éste es cerca de un quinto que el de cualquier grano o concentrado", explica el gerente general de la neozelandesa Manuka S.A., Juan Carlos Petersen.
Manuka pasará de producir 50 millones de litros de leche en 2008 a entre 75 y 77 millones este año que se inicia, toda ella producida principalmente en el sistema de praderas.
En el pasto está la clave, porque mientras las vacas chilenas son alimentadas con granos y suplementos, las vacas neozelandesas simplemente pastan.
En Chile, en las regiones de los Lagos y los Ríos, hay un millón 177 mil hectáreas de praderas para aprovechar y manejarlas para aumentar la producción lechera, que es baja, unos 3.500 litros por hectárea.
Para aprovechar este forraje, además de hacer que las vacas se alimenten de él, hay que hacer que los animales tengan sus crías en primavera para que su época de mayor consumo de pasto y también de mayor producción de leche coincida con la época en que naturalmente el pasto disponible es el mejor.
Menos mano de obra
Los costos de producción también se reducen porque el número de personas que trabajan en las lecherías son menos. "Los predios en Nueva Zelandia funcionan con dos o tres personas manejando rebaños de entre 300 y 500 animales y externalización de servicios. Ellos trabajan con el 20% de las personas que trabajamos aquí en Chile", explicó el presidente de la Asociación de Productores de Leche, Aproleche, Dieter Konow.
"Esto va a generar un cierto ajuste en el empleo, pero los que queden van a ser mejor pagados, van a acceder a tecnologías y los que no se puedan adaptar tendrán que buscar otro rubro", agrega Konow.
Ensayo kiwi
Soprole trabaja desde hace cinco años con el Proyecto Praderas en dos campos en Osorno y Puerto Montt. "Aquí queremos desarrollar tecnología para hacer un sistema de producción de bajo costo en base a praderas y así ser competitivos para poder incorporarnos como exportadores de lácteos", dice el gerente agrícola de Soprole, Rudy Waldspurger.
Tecno Kiwi se llama el proyecto de la Asociación de Productores de Leche, Aproleche, de Osorno, en el que trabajan con cinco predios en la implementación del modelo productor.
Empresas como Mulpulmo y Surlat están trabajando con sus productores y hay otros que lo hacen particularmente.
Para exportación
El crecimiento en la producción lechera que avanza más rápido que el consumo interno, unido al bajo costo que trae como ventaja el modelo neozelandés, está haciendo que la leche chilena pueda entrar a competir en mejores condiciones en el mercado internacional.
Además, las vacas concentran su producción en primavera, lo que rompe con el modelo tradicional para el consumo chileno y los excedentes van a la exportación.
Para esto industrias como Soprole y Watt's se están preparando con sistemas de almacenaje como torres de secado para hacer leche en polvo.
"Si bien el precio internacional de la leche ha caído, este modelo de bajo costo permite estar lo mejor parado para enfrentarlo. Por otro lado, nuestros principales insumos han bajado entre un 60% y 70%", dice Petersen, invitando a otros productores a implementar este modelo en Chile porque el país tiene condiciones naturales y de suelos únicos.
40%
ha caído en el año el precio internacional de la leche.
$12 mil millones
son las pérdidas calculadas por los lecheros en el último trimestre del año.
Las dudas sobre su implementación
El tiempo de crecimiento de las praderas en Nueva Zelandia es más largo que el de Chile porque la distribución de las lluvias es más pareja. Aquí en Chile el periodo de buen pasto es menor y se necesita suplementar la alimentación de las vacas.
Las vacas chilenas son grandes, comen mucho y producen mucha leche y el sistema neocelandés usa vacas más pequeñas, que comen menos y producen menos leche, pero se pueden instalar muchas más por hectárea.
Los fríos y las lluvias no permiten tener todo el año las vacas en exteriores y se necesita una mayor infraestructura para albergarlas en invierno.
Mayor tecnología de almacenaje es lo que se necesita en las industrias que recibirán una mayor cantidad de leche en una temporada en el año.
"El modelo termina con la producción anual pareja. La industria tiene que estar preparada a recibir un gran volumen de leche en un periodo corto con una gran capacidad de almacenaje y productos".
DIETER CONOW
Presidente de Aproleche
"Si bien el precio internacional de la leche ha caído, este modelo de bajo costo permite estar mejor parado para enfrentarlo".
JUAN CARLOS PETERSEN
Gerente general de Manuka SA
Diario El Mercurio
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