Gary Duffy BBC, Sao Paulo |
En la granja familiar que administra Joao Baggio Neto en el estado de Paraná, en el sur de Brasil, uno puede percibir la determinación y el espíritu competitivo que motiva a los agricultores de ese país.
Brasil es ya el mayor productor mundial de jugo de naranja. |
Bendecida con lo que a veces parece una cantidad infinita de tierra y de buen clima, Brasil ha crecido en años recientes hasta convertirse en una superpotencia agrícola.
Joao Baggio dice que la mejora más importante en esta parte del país en la década pasada ha sido el aumento de la productividad.
"Nosotros venimos de una situación en la que producíamos 5.000 kilogramos de grano por hectárea, mientras que en la actualidad producimos de 10 a 12.000 kilogramos por hectárea", dice él. "De manera que hemos duplicado la productividad en 10 años".
Por eso no sorprende que el gobierno haya lanzado su último plan agrícola en el estado de Paraná, famoso por su potencial productor de grano.
El presidente Luiz Inacio Lula da Silva le dijo a los agricultores que la preocupación mundial que existe por la escasez de alimentos les ofrece a ellos una oportunidad excepcional.
"Tenemos más chinos comiendo, más indios comiendo, más africanos comiendo y más brasileños comiendo", dijo Lula.
"Todo esto es tratado por la prensa como si fuera una crisis y se le vende al mundo como si fuera una crisis.
Lula también apoya los esfuerzos de producción de biocombustibles. |
"Sin ninguna arrogancia o autoimportancia, los brasileños necesitamos tomar lo que para otros es una crisis, como una extraordinaria oportunidad de transformarnos realmente nosotros mismos en el granero del mundo, como mucha gente desde hace mucho tiempo pronosticó".
Enorme potencial
Joao Baggio no es un aficionado de la política gubernamental, pero tampoco está en desacuerdo con la aspiración del presidente.
"Sin duda alguna, hay potencial para producir si el gobierno no se atraviesa en el camino", dice. "Nosotros ni siquiera vamos a pronunciar la palabra ayuda. Si el gobierno no pone obstáculos, año tras año generalmente el productor está incrementando la producción".
"Si nos referimos a la parte central de Brasil, todavía hay muchísimas áreas no explotadas, por eso no tengo dudas".
De hecho, de las 350 millones de hectáreas de tierra disponible para la agricultura en todo Brasil, sólo se están utilizando entre 70 a 80 millones de hectáreas, dicen los analistas, y el potencial para el crecimiento es enorme.
Con sigilo, Brasil se ha convertido en un superpoder mundial de alimentos. |
Pero hay también consenso en cuanto a que el país tiene que enfrentar algunas debilidades claves, como la pobreza de la infraestructura, principalmente puertos y carreteras, y el alto nivel de dependencia de fertilizantes importados.
Pero, para el catedrático Marcos Fava Neves de la Universidad de Sao Paulo, el presidente acierta al pensar en grande, con base en los logros recientes del país.
"Lo que hemos visto en los diez últimos años es una revolución silenciosa en nuestro país, principalmente en la producción agroindustrial", dice.
"Venimos de ser un participante irrelevante del mercado internacional a ser uno de los mayores abastecedores mundiales de alimentos y biocarburantes".
"Si usted mira lo que le ocurrió a nuestra agricultura en términos de exportaciones de carne de ganado o de pollo, de nuevo, éramos irrelevantes y ahora tenemos la posición del exportador de alimentos más grande del mundo".
Cosechas en auge
No sorprende, entonces, que la apertura de la reunión anual de los principales productores agrícolas de Brasil, en San Paulo, hubiera estado marcada por una gran confianza.
El video de presentación registró con orgullo una cosecha récord, mientras que los pronósticos de las ventas de productos agrícolas al exterior podrían ascender a US$74.000 en 2008, un aumento del 26 % con respecto al año pasado.
Joao Baggio cree que los cultivos de Brasil se pueden expandir. |
Fuera de la sala de conferencias, el principal punto de discusión fue un nuevo informe que indica que el cambio climático podría causar una disminución significativa en las exportaciones de alimentos de Brasil, que en el caso de la soya podría ser del 25% en los próximos 12 años.
Sin embargo, el ministro de Agricultura, Reinhold Stephanes, aseguró que a esta preocupación por el cambio climático se le puede hacer frente.
"El impacto emergerá con más intensidad dentro de 20 o 30 años, y hasta entonces, deberíamos estar preparándonos para ello", dijo.
"La perspectiva, por el momento, para las futuras cosechas, es muy productiva. Por lo tanto, Brasil tiene el potencial para seguir creciendo alrededor del 5% al 6% anual en términos de aumento de las cosechas. Vamos a mantener de manera eficaz este ritmo en los próximos años sin ningún problema".
Los principales productores de Brasil también insisten en que pueden lograr el crecimiento de una manera sostenible, a pesar de que actividades como la ganadería han sido ampliamente señaladas como culpables de la deforestación del Amazonas.
Inversiones
Mientras revisa las actas de la conferencia, Paulo Adario, director de campañas de la organización ecologista Greenpeace, dice que Brasil debe cumplir sus ambiciones, pero garantizando simultáneamente la protección del medio ambiente.
"Greenpeace no está contra los alimentos", le dijo a la BBC. "No estamos contra la expansión de la capacidad del país de producir alimentos, ni en contra de ayudar al desarrollo de Brasil".
"Usted puede aumentar la capacidad de producción de alimentos con tecnología, mejores prácticas, ocupando áreas que ya están degradadas, invirtiendo en mejores cosechas".
"Pero usted no puede aumentar su productividad a costa del medio ambiente porque el mercado global no acepta más este precio".
La única amenaza a la abundancia de Brasil es el calentamiento global. |
Por su parte, el profesor Neves dice que estando lejos de áreas sensibles como el Amazonas, se puede igualmente alcanzar muchísimo.
"Si tenemos el adecuado flujo de inversiones para la logística, la infraestructura, la tecnología y el desarrollo de la tierra, el país puede aumentar dos y medio, hasta tres veces su producción real, en los próximos diez años".
Neves cree que Brasil está en posición de ayudar a reducir la inflación mundial de alimentos, aumentando su productividad.
"Desde luego tenemos aumentos de productividad que podrían venir de Europa, EE.UU., Canadá y Argentina", dice.
"Pero donde uno encuentra las mejores condiciones para dar a la sociedad mundial la mejor tasa de retorno en términos de inversión, es en Brasil".
"Si usted habla de los próximos cinco años, ahora producimos 130 millones de toneladas de granos. Fácilmente podemos crecer a 250 millones de toneladas".
"En la actualidad producimos siete millones de hectáreas de caña de azúcar. Esto puede aumentar a 20 millones de hectáreas, ayudando con el suministro de etanol al mundo. Hoy sólo exportamos US$400 millones en frutas; podemos pasar US$3.000 millones".
Demanda creciente
El profesor Neves cree que las exportaciones de Brasil pueden ayudar a alimentar al mundo. |
No es sólo en Brasil donde Neves ve potencial.
"Después está África. Creo que para África esto podría ser la redención en términos de inclusión de la gente en sistemas de producción y haciendo que produzca alimentos y biocarburantes para el mundo".
No hace mucho tiempo, la más importante política social del gobierno brasileño era la batalla para asegurar Hambre Cero entre su propia gente. Sin embargo ahora el presidente afirma que el país puede ser la despensa de alimentos del mundo.
Un importante programa de apoyo económico que cubre 11 millones de las familias más pobres de Brasil, sin duda ha sido de ayuda. Pero investigaciones recientes sugieren que los precios crecientes están afectando algunos de los más importantes productos básicos.
En una ciudad en el nordeste, la región más pobre, los alimentos han subido un 50 % durante los últimos 12 meses, según una encuesta oficial.
Y dada la escala de la demanda en el mundo, los críticos advierten que esperar que Brasil se convierta en el granero, es pensar con el deseo.
"La demanda mundial de alimentos es de mil millones de toneladas, y Brasil sólo produce 150 millones", dijo el columnista Ariosto Teixeira del Diario de Sao Paulo a la cadena brasileña TV Globo.
"Brasil produce 150 millones de toneladas y el plan que lanzó el gobierno para obtener más alimentos producirá seis millones más, lo que deja sólo un millón de toneladas para la exportación. ¿Cómo va a ser Brasil el granero de la producción de alimentos?", pregunta.
A pesar de esto, indudablemente Brasil exuda el sentimiento de un país cada vez más confiado en su lugar como productor agrícola, a pesar de la falta de acuerdo en las recientes conversaciones sobre comercio mundial.
Y junto con otros países en desarrollo, el gobierno es optimista de que cuando se trate de las preocupaciones mundiales sobre alimentos, Brasil puede desempeñar un papel fundamental.