Dos años han pasado desde que estalló el caso La Polar. Ad portas de una nueva formalización, los nueve ex ejecutivos acusados por el Ministerio Público, han optado por refugiarse en la intimidad de sus familias y amigos cercanos para llevar una vida lo más normal posible, mientras preparan sus defensas. Por Antonieta de la Fuente
Hace dos semanas, Pablo Alcalde pidió una audiencia para cambiar su horario de arresto domiciliario nocturno. Ahora, en vez de tener que estar recluido en su casa desde la medianoche hasta las 6:00 AM, el ex presidente de La Polar puede iniciar su arresto a las 2:00 de la mañana, pero sólo puede salir de su domicilio a partir de las 8:00 AM.
Una medida que, si bien no cambia la situación en que se encuentra, sí lo ayuda en cierta forma a llevar una vida "más normal", comenta uno de sus amigos.
"Nos juntamos a comer una vez cada quince días. Y es tremendo. Nos juntamos tarde, a veces recién a las 22:30 estamos empezando a comer y pasado las 23:00 Pablo tiene que levantarse e irse a su casa para no tomar ningún riesgo", cuenta un amigo de su núcleo más cercano.
La policía no va todas las noches, es variable, pero también hay veces que el timbre suena hasta tres veces durante el horario de reclusión, para comprobar que Alcalde está en su casa.
El ex gerente de Productos Financieros de La Polar, Julián Moreno, vendió el departamento que tenía en Av. Kennedy y con su mujer decidieron instalarse provisoriamente en la casa de su hija menor mientras avanza la investigación. El resto de los hijos, Josefina, Anita y Julián partieron a vivir al sur.
Los tres principales formalizados por el caso La Polar volverán a verse las caras en los próximos días en una nueva audiencia de reformalización.
María Isabel Farah, ex gerente de Administración de la multitienda, ha intentado infructuosamente rehacer su vida. Trabajólica, como la describen quienes trabajaron con ella, le costó mucho hacerse la idea de que su carrera profesional se había truncado. Por eso, y para distraerse, creó una empresa de consultorías junto a su hija, Katherine D´Angelo, pero los resultados no han sido prósperos. "No está haciendo muchas cosas, ha intentado algunos negocios, pero se le ha hecho bastante difícil por la situación en la que se encuentra. Sufrió una pérdida de credibilidad tremenda", comenta un cercano.
Los tres principales formalizados por el caso La Polar volverán a verse las caras en los próximos días. A dos años desde que estalló el caso, el fiscal José Morales, de la Unidad de Delitos de Alta Complejidad, prepara una nueva audiencia de reformalización contra los ex ejecutivos, la que hasta el cierre de esta edición aún no tenía fecha.
Lavado de activos
En esta nueva instancia, no habría muchas sorpresas. Morales explica que se precisarán las acusaciones realizadas en las formalizaciones anteriores, pero tampoco descarta que haya nuevos cargos. "Se está analizando pedir nuevas figuras, pero dentro de los márgenes de las figuras penales que ya existen, nada muy distinto de lo que se ha hecho", afirma el fiscal. También, es probable que pueda haber nuevos formalizados.
Hasta el minuto, son nueve los ex ejecutivos que están acusados por el caso La Polar. En el caso de Alcalde, Moreno y Farah los delitos de los cuales se les acusa son: infracción a la Ley de Bancos, uso de información privilegiada, entrega de información falsa al mercado, uso de información falsa para la emisión de valores y lavado de activos. Esta última figura fue desestimada por la jueza María Verónica Orozco, del Segundo Juzgado de Garantía de Santiago, en la primera formalización. Pero Morales explica que la causa sigue vigente y todo indica que en la reformalización se precisará aún más este delito.
El ex gerente general Nicolás Ramírez, en tanto, está formalizado por los mismos delitos, pero en su caso no se incluyó el lavado de activos. Santiago Grage, que ocupaba la gerencia de Finanzas, enfrenta cargos por infringir la Ley de Bancos y entregar información falsa al mercado. Pablo Fuenzalida, quien era gerente corporativo de Informática, está acusado por uso de información privilegiada y entrega de información falsa al mercado, figura penal por la cual también están acusados el ex gerente general, Martín González, la ex gerente de créditos, Marta Bahamondes y el ex jefe de proyectos y análisis, Ismael Tapia.
Según adelanta Morales, la mayoría de los imputados llegarán a juicio oral.
Aún no hay fechas establecidas para cerrar la investigación, pero el fiscal cree que el 24 de junio, cuando se cumpla el plazo que dio el tribunal, debería ser la fecha. Sin embargo, si aún quedan diligencias pendientes, se podría pedir una nueva extensión hasta diciembre próximo, explican las defensas de los imputados.
De despreocupado a desprotegido
La vida de Pablo Alcalde transcurre entre el gimnasio, en el que trota bastante, el Club de Polo donde practica golf, algunas casas de amigos, la lectura –dicen que ha leído decenas de libros, principalmente novelas– y la oficina de Jorge Bofill, su abogado, con quien se reúne por lo menos una vez a la semana a preparar su defensa. Aunque en los últimos días han buscado otros lugares de reunión, debido a que Bofill renunció a su estudio jurídico para crear un nuevo bufete junto al ex director de Impuestos Internos y ex socio de Ernst & Young, Ricardo Escobar.
En su vida no hay tiempo para negocios o para pensar en trabajo. "Difícilmente va a poder encontrar trabajo o meterse en algún negocio, pero por lo menos puede salir y hacer una vida semi-normal", dice un cercano.
Nuevos horarios de reclusión nocturna, emprendimientos que no prenden y cambios de domicilio resumen estos dos años en la vida de los ex La Polar.
Atrás quedaron los cuatro meses que pasó en prisión preventiva en el anexo Capitán Yáber y los casi nueve que estuvo con arresto domiciliario total en su casa. Desde enero, puede salir de día, pero debe regresar cada noche para cumplir las medida cautelares impuestas. Quienes han estado con él, dicen que hay personas que se le han acercado a darle su apoyo, pero que hay varias que después de golpearle el hombro, hablan mal de él a sus espaldas.
La vida "más normal" que lleva desde principios de año, en todo caso, no quita que cada vez que sale algo publicado en la prensa sobre su participación en el escándalo de La Polar, se desmorone. "Le afecta harto cuando sale en las noticias. No lo deja indiferente ser una de las caras visibles. Pablo sigue siendo un tipo sensible", comenta una persona que ha estado con él en los últimos días.
Su círculo de amigos, entre los que está Felipe Soza, Domingo Amunátegui, Ignacio Guerrero, Pedro Arriagada y Alejandro Palacio, todos ex compañeros del Verbo Divino, no se ha alejado. Se junta frecuentemente en la casa de éstos, en su casa o en algún restaurante. En esas ocasiones, apenas se menciona La Polar. Nadie le pregunta, pero algunas veces es Alcalde quien pone el tema.
"Lo que más lo golpea a él y su familia es la incertidumbre. No saber qué va a suceder. Se siente desprotegido", comenta un miembro de su núcleo.
Al sur los pasajes
Julián Moreno quiere vivir en el sur. Su plan es instalarse en Puerto Varas en los próximos días y cumplir allá, junto a sus hijos, su arresto domiciliario nocturno. Para eso, ya tiene la autorización de la jueza Orozco.
Meses después de que estallara el caso La Polar, el hijo de Moreno compró un campo en Fresia en el que instaló una lechería. Esa actividad es hoy la que mantiene a la familia económicamente en pie, según explica parte de su defensa, que lidera Miguel Chávez.
Moreno es uno de los imputados que ha pedido más audiencias. El año pasado, de hecho, pidió retirar parte de los dineros que se mantienen con medidas cautelares, con el objeto de poder pagar los dividendos y contribuciones de un departamento que tiene en Algarrobo.
María Isabel Farah apenas sale de su casa en Vitacura. La oficina de consultorías que montó con su hija no ha rendido muchos frutos. Se mantiene alejada de la vida social, pero muy cercana a su núcleo familiar. Para distraerse y también a veces por negocios, viaja por el día a Viña, balneario en el cual, hasta antes de estallar el caso, tenía un departamento. También se reúne cada cierto tiempo con su abogado, Álex Carocca.
El ex gerente de Finanzas de la multitienda, Santiago Grage, es quien menos visible está. De muy bajo perfil, nadie sabe mucho de su rutina y su abogado, Germán Ovalle, del estudio Montt y Cía., no quiso hacer declaraciones a Capital.
Nicolás Ramírez no pasó por la cárcel. Aunque eso no tranquiliza al ex gerente general de La Polar, quien desde diciembre de 2011 también está con arresto domiciliario nocturno. Su defensa explica que cuenta con una red de apoyo importante y eso lo mantiene con el ánimo en alto. El ex ejecutivo tiene problemas al corazón y sufrió un infarto a los 36 años, por eso, desde que el caso salió a la luz, se ha cuidado para no tener recaídas.
En estos años, luego de su regreso desde Estados Unidos, donde partió con su familia a principios de 2011 a pasar un sabático, se ha dedicado a preparar su defensa y a actividades comerciales. Creó una sociedad con un grupo de amigos y familiares que se dedica, entre otras cosas, a la venta de indumentaria deportiva. De hecho, como parte de sus actividades, ha debido viajar en algunas oportunidades al sur, para lo cual su defensa ha pedido autorización a la jueza. Como está con reclusión domiciliaria nocturna, en esos viajes debe acudir a firmar en las comisarías locales. Su defensa es llevada por Cedric Bragado, en conjunto con Jorge Ponce. Y en la parte civil por Mario Rojas, abogado de Concepción.
¿Suspensión condicional?
Los demás formalizados –González, Fuenzalida, Bahamondes y Tapia– no tienen medidas cautelares que les prohíban salir de sus casas. Pero sí deben ir a firmar mensualmente –semanalmente en el caso de Fuenzalida– y están con arraigo nacional.
Esto le ha permitido a Marta Bahamondes seguir con su rutina como académica de una universidad en Concepción. La ex ejecutiva viaja todas las semanas a la capital de la VIII Región a hacer clases y visitar a sus padres que viven ahí. Su abogado, Germán Cueto, dice que la Fiscalía le ha ofrecido suspensión condicional del caso o poder acceder a un procedimiento abreviado, pero que están convencidos de llegar hasta el juicio oral para probar su inocencia.
Para Ovalle, Bahamondes no infringió la ley. En agosto de 2010 la ejecutiva pasó a formar parte de un comité de cobranza, tarea por la cual contacta a un consultor de la Universidad de Chile para que intervenga en el área de Productos Financieros de La Polar. "Si ella quería defraudar a la empresa, qué sentido tenía que hubiera contratado a este consultor", dice su abogado.
Martín González ha intentado seguir con su vida. El ejecutivo, que llegó a hacerse cargo de la gerencia Comercial de La Polar en 2010 y que tras la salida de Ramírez asumió como gerente general interino, trabajó como asesor de Grupo Alto luego de su salida de La Polar, pero, según cercanos, decidió no seguir en esas funciones cuando supo que sería formalizado.
Actualmente está dedicado a su defensa, que lleva el abogado Rodrigo Henríquez. Según su página de Linkedin, el ex director del Harvard Alumni Club de Chile, figura actualmente como director de Acepta.com, una empresa que se dedica a desarrollar servicios de documentación electrónica con respaldo legal, y presta asesorías comerciales.
Henríquez señala que esperan pacientemente que la Fiscalía avance con el caso y que han dejado en claro al Ministerio Público que la salida de éste no pasa por suspensiones condicionales o procedimientos abreviados, sino por "el sobreseimiento definitivo de González". •••
El año sin anuncios de la gran minería chilena y mundial
