RESPOINSABILIDAD SOCIALEMPRESARIAL La RSE, mucho más que una moda
En países con tantas carencias como los latinoamericanos donde la gestión del Estado no llega a todos, bien sea por incapacidad o ineficiencia, la mano generosa de la empresa privada cumple un papel fundamental.
De la Responsabilidad Social Empresarial -RSE- se está hablando con insistencia en los últimos años. La semana pasada se celebró en Cartagena la VI Conferencia Interamericana de Responsabilidad Social, organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Andi, certamen en el que se examinó el aporte que las empresas de la región pueden realizar a la sociedad para mejorar su bienestar. Aunque existe la tendencia a identificar la RSE con actividades de filantropía o de mero asistencialismo, la realidad es que una empresa socialmente responsable no es, en esencia la que esté más involucrada con causas sociales externas, pues la responsabilidad empieza por un ejercicio ético de su objeto social y unas relaciones transparentes con el medio que la rodea. Es deber primordial de cualquier empresa ser sostenible en el tiempo, esto, para una compañía con ánimo de lucro significa que tiene que ser rentable actuando dentro de unos valores y principios éticos, con un gobierno corporativo transparente, que respete los derechos de sus empleados, clientes y proveedores, que no agreda al medio ambiente, que cumpla con la ley y pague sus impuestos y en general que se involucre con el desarrollo integral y cultural de su comunidad. Las obras sociales para expiar culpas por injusticias con empleados o maltrato al medio ambiente no hacen a una empresa socialmente responsable. La RSE empieza aplicándose dentro de cada compañía para que luego haga parte de su propia esencia y pueda manifestarse en actividades que trasciendan su razón de ser comercial. En países con tantas carencias como los latinoamericanos, donde la gestión del Estado no llega a todos, bien sea por incapacidad o ineficiencia, la mano generosa de la empresa privada cumple un papel fundamental ayudando a que no sólo las necesidades básicas de salud o educación estén disponibles a todas las personas, sino a que actividades culturales que contribuyan a reafirmar identidades o brindar recreación sana puedan presentarse en las comunidades. Por otra parte, existen acciones con una clara connotación social que tienen estrecha relación con la razón de ser empresarial de una compañía o con su estrategia de generación de valor. Se habla entonces de inversión social rentable, pues al estimular su desarrollo o la conciencia ciudadana sobre su importancia, se logran objetivos corporativos, a la vez que se contribuye al bienestar general de la sociedad. Aunque es bueno que las empresas comuniquen y publiciten sus actividades o compromiso con el RSE pues se genera una emulación positiva en quienes aún no toman conciencia de su importancia, involucrando cada vez a más gente en esta filosofía, hay que tener cuidado de hacerlo buscando sólo reconocimientos, pues puede interpretarse como una simple estrategia comercial que le quitaría valor a su propósito. Hay cientos de entidades serias dedicadas a temas sociales como educación -y allí incluidos tantos eventos culturales- pobreza, equidad de género, atención en salud, nutrición y lucha contra el hambre, que han alcanzado un enorme impacto en las áreas en que trabajan. Tienen entonces los empresarios miles de alternativas para contribuir e involucrarse más estrechamente con el desarrollo de sus comunidades, claro, empezando por un ejercicio ético y responsable de su propio objeto social. En tiempos de dificultades, más que una moda, la RSE debe ser un compromiso de todos.
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