04 de Marzo de 2009
El salario de banqueros y ejecutivos está en la mira como nunca antes
¿Adiós a los bonos?
Nadie ha ahorrado criticas a los banqueros. Ni el presidente Barack Obama, el primer ministro Gordon Brown, ni el presidente Nicolas Sarkozy, conocido por sus lujosas vacaciones, nadie está dispuesto a seguir avalando gratificaciones para aquellos hombres que fueron reconocidos por su capacidad en los negocios con suculentas bonificaciones y que en medio de la crisis son apuntados con el dedo por su responsabilidad en ella.
Por Marcelo Justo/BBCMundo.com
En Estados Unidos se están analizando mecanismos para recobrar parte de los más de US$460 millones que obtuvieron banqueros de siete entidades financieras que recibieron rescates multimillonarios del gobierno.
En el Reino Unido hay una tormenta política en torno a la jubilación anticipada que recibió Sir Fred Goodwin, el ex director del Royal Bank of Scotland, por valor de cerca de un US$1 millón anuales, a pesar de haber estado al frente de una institución con pérdidas por más de US$30.000 millones.
La rebelión de los banqueros
Pero fuera de la arena pública, los financistas están resistiendo la pérdida de sus privilegios.
Según el diario New York Times, el banco suizo UBS va a duplicar el salario de sus banqueros para compensar la reducción de sus bonificaciones.
En Londres, unos 250 empleados del Dresdner Kleinwort están iniciando una batalla legal contra el banco de inversión por el recorte de sus bonificaciones.
En el caso del HSBC la cultura interna corporativa no parece haber cambiado a pesar de la fuerte caída que hubo en las ganancias: cinco directivos recibieron bonos por unos US$45 millones.
El argumento de los banqueros es que estas ganancias fabulosas reflejan el valor excepcional de su talento en el mercado laboral.
El agujero negro financiero
No cabe duda que el común de los mortales no entiende ninguno de los complejos instrumentos financieros -derivativos, futuros, opciones- que manejan los banqueros.
En épocas de grandes ganancias, el argumento del "talento especial" de estos banqueros se sostenía gracias a los extraordinarios dividendos que, como magos de las finanzas, ofrecían a los accionistas.
Ese brillo se ha perdido ahora que el sistema financiero internacional está en ruinas y países como Estados Unidos y el Reino Unido han tenido que gastar casi US$10 millones de millones -un 80% del PIB estadounidense- en rescates a las desastrosas decisiones financieras de los bancos.
Hay un creciente consenso internacional en que la estructura remunerativa de los financistas alentaba el "riesgo" desmesurado de los operadores en su búsqueda de las bonificaciones de fin de año.
Bancos como el Credit Suisse, el UBS y el Morgan Stanley han incorporado cláusulas especiales por las cuales los bancos pueden recuperar parte de las bonificaciones si los operadores no cumplen con metas acordadas de antemano.
¿Existe el mercado?
Pero más allá del impacto práctico del debate, hay una polémica ideológica que sólo ahora comienza a perfilarse con claridad.
Si antes de la crisis se usaba al "mercado" para justificar las bonificaciones de los banqueros, ahora queda claro que el presunto "mercado" era un consejo de directores que decidía a puertas cerradas la estructura remunerativa de sus operadores financieros.
En los '80 la ex primer ministro británica Margaret Thatcher pronunció una de las frases más célebres de la ideología neoliberal: la "sociedad no existe".
Según esta visión, a nivel ontológico, lo único que existía era el mercado, convertido en monarca absoluto.
A la luz de la polémica sobre las bonificaciones de los banqueros, es posible que se termine dando vuelta la tortilla y todopoderoso señor Mercado pase a mejor vida.
BBC Mundo.com