Estamos llegando al término de la civilización del petróleo
Por Guido Girardi, senador por la Región Metropolitana
Senador Guido Girardi, Región Metropolitana
Evidentemente estamos frente a una crisis energética. Chile necesita tener autonomía, tener seguridad, equidad y sustentabilidad.
Y yo me preguntaría: en el mundo globalizado con los conflictos que ahora tenemos cuánto vale la autonomía, cuánto vale la seguridad. La autonomía se puede construir solo con recursos propios. Porque, podemos seguir dependiendo de commodities como el gas natural, el GNL, el petróleo, pero van a venir de un mundo cada vez más convulsionado.
Yo quiero plantear que la crisis que tenemos hoy día tiene una consecuencia. Aquí hubo una reunión del Consejo de Ministros de la Comisión Nacional de Energía del 15 de octubre del 2002. Y ya en ese momento se sabía que iba a haber una crisis grave con el gas natural. Era evidente.
Yo reconozco, el aporte de la decisión del entonces Presidente Eduardo Frei al haber traído gas natural. Pero el peor error es que la política se definiera en función de los intereses de corto plazo de las empresas y no hubiera visión estratégica del país respecto a la energía. Evidentemente que las empresas iban a tener el interés, dado que compraban a 3 dólares el millón de BTU y lo vendían a nivel domiciliario a 20 dólares el millón de BTU, de usar hasta el extremo el gas natural a sabiendas, ya en el 2002 -esto se sabía en el 2000- que iba a haber una crisis.
Ese informe decía que con el desarrollo que teníamos, si no había gas natural, la demanda iba a superar la oferta. Y esto se iba a hacer cada vez más crítico si había problemas hidroeléctricos, de lluvia y Bueno, es claramente lo que ha ocurrido0. También decía que íbamos a tener problemas de racionamiento.
En ese estudio se señala que todo el proyecto indicativo de obras, todas las obras que se planifican, a sabiendas, como si fuéramos a un precipicio cada vez más rápido se hacen a gas natural. ¿Por qué no se hacen otro tipo de centrales hidroeléctricas y otras? Es porque aquí gana la visión económica, gana el interés de corto plazo de las empresas. ¿Y dónde está la visión del país? ¿Dónde está la seguridad nacional? ¿Dónde está el interés de Chile? No existe, no existe, ¿por qué? Porque no hay una política que ponga por delante el interés de Chile.
Ese es el plan indicativo de obras oficial del Gobierno: ni una planta hidroeléctrica. Solo a gas, a sabiendas, de los "Factores de riesgo de desabastecimiento de gas natural el 2002 por reservas de gas limitada de Argentina, disponibilidad de transporte, confiabilidad del sistema". Otro punto que toca ese informe es el "Alto riesgo país de Argentina, paralización de las inversiones, inviabilidad de las empresas de transporte de gas, incertidumbre de tarifas, dualidad de mercado, Argentina y Chile, Buenos Aires Santiago". O sea, era la crónica de una muerte anunciada.
¿Y por qué persistimos y perseveramos en eso? ¿Por qué no se tuvo una visión de política? Porque aquí, mientras Chile no tenga una definición estratégica y no sean los intereses que, son legítimos, pero que tienen mirada de corto plazo, jamás vamos a resolver el problema.
Pero el problema es mucho más grave. El consumo energético ha ido cambiando a nivel mundial del año 2000 al año que estamos ahora. La única variación es que ha aumentado un poco el gas natural, el petróleo se ha mantenido más o menos estable y el uso de energía nuclear ha disminuido.
LA ENERGÍA NUCLEAR ES COSA DEL PASADO
La tendencia es que no hay ningún país moderno que esté construyendo energías nucleares porque esa es la energía del pasado. Porque, no se han resuelto los problemas de residuos, porque no se ha resuelto gran parte de los problemas que conlleva la energía nuclear. Francia puede tener porque tiene economía a escala, porque vende tecnología, porque vende tratamiento de residuos. Chile jamás podría tener un sistema de planta nuclear. Sería carísimo, más aún si se incorpora el costo ambiental.
El gran problema que nosotros tenemos es que se está terminando la civilización del petróleo. O sea, estamos al borde del fin de la civilización del petróleo. Ahí tenemos como ha ido aumentando el precio en dólares de los barriles de petróleo; esto se va a hacer cada vez más caro; estamos ya llegando a precios que están impactando el crecimiento no de Chile, de la economía mundial.
Al 2020 va a haber una crisis del petróleo a nivel mundial y del gas natural. Se están consumiendo 130 millones de barriles diarios de petróleo. Eso significa 45 mil millones de barriles al año de petróleo. Y la reserva, las más optimistas dicen que hay más o menos un millón y medio a un millón ochocientos, 1.5 a 1.8 billones de barriles. Hasta la fecha, la humanidad ha consumido cerca de 900 mil millones de barriles de petróleo estamos en una crisis.
Aquí lo que está en crisis es lo que nosotros llamamos la civilización del petróleo, que tiene impactos mucho mayores, porque el petróleo ha estructurado un tipo de sociedad. Diez empresas del petróleo manejan la economía del petróleo; 500 grandes empresas manejan la economía mundial; hay una visión estructural que depende de cómo se ha construido la energía del petróleo la civilización del petróleo.
Esto va a tener impacto en todos los planos. Gran parte de nuestros plaguicidas, gran parte de nuestros fertilizantes, se derivan de los petroquímicos. O sea, la crisis del petróleo significa algo que va a ser cada vez más complejo. Pero además va a generar una polarización en el planeta. Dado que los últimos recursos de petróleo están en el extremo oriente, se va a hacer cada vez más caro el petróleo. Y evidentemente nosotros debiéramos tener estos elementos como parte de la definición estratégica.
Ahí está, los países en azul son países que consumen más de 10 mil kilowatts de energía al año. Chile está consumiendo sólo 2 mil 200. Evidentemente estamos bajo el estándar mundial, lo que es problema, pero también dificultades.
Y ¿cuáles son las posibilidades de Chile de hacer frente a esto?
Nuestras fortalezas son nuestros recursos propios. Y yo quiero poner énfasis en eso. Chile tiene que ser líder en esto. Lo puede hacer, así como lo fue en salmones, lo ha sido en los vinos, lo ha sido en las políticas alimentarias. Podemos ser líderes en el mundo mareomotriz, porque nosotros tenemos cantidades de costa. No tenemos 5 mil kilómetros de costa. Tenemos más de 100 mil kilómetros si se consideran las islas, los bordes.
Tenemos energía de mareas. Hoy día hay tecnologías para eso.
Tenemos cordillera. Tenemos 4 mil kilómetros de cordillera que por 30 kilómetros de ancho tenemos 120 mil kilómetros de cordilleras con nieve.
Tenemos un declive que no tiene ningún otro país en el planeta. En 30 kilómetros baja un kilómetro y medio el declive para hacer centrales de pasada por todos los rincones de Chile.
Y podemos explotar Patagonia, pero con inundaciones mínimas. Los caudales son tan grandes que permiten inundaciones mínimas.
Entonces, ¿se puede hacer? Sí, se puede hacer. Y yo quiero dar un par de ejemplos.
Acá está el ejemplo de que me parece muy importante que Chile lo mire- California, porque es un estado parecido a nosotros en muchos aspectos. Arriba tenemos cómo California logro desacoplar el crecimiento económico (en azul) del crecimiento energético.
En Chile el crecimiento energético está por sobre el crecimiento económico. Es decir, California es el estado más competitivo de Estados Unidos, porque produce los mismos bienes y servicios pero con mucho menos energía. El impacto que tiene esto sobre la economía es brutal.
Evidentemente que si nosotros no resolvemos esto va a tener un impacto social, porque una parte importante del ingreso de las familias más pobres se va a ir en energía dado el contexto que estamos viviendo.
Rodrigo González Fernández
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