La crisis financiera acaparó este martes la atención de los mandatarios que han estado interviniendo en la Asamblea General de la ONU, con llamados de Brasil y Argentina a favor de mecanismos internacionales para frenar la "especulación financiera" y una promesa de Estados Unidos de que todo se solucionará en breve. "Las indispensables intervenciones del Estado, contrariando a los fundamentalistas del mercado, demuestran que ha llegado el momento de la política", dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la primera intervención de un mandatario en la sexagésima tercera Asamblea General de la ONU.
Los efectos de la crisis han estado figurando prominentemente en los discursos de los 192 jefes de Estado y de gobierno reunidos en la sede del organismo en Nueva York.
Tras señalar que la "economía es algo demasiado serio para que quede en manos de especuladores", el presidente brasileño se pronunció a favor de una acción concertada a nivel internacional.
"Hacen falta mecanismos de prevención y control y de total transparencia de las actividades financieras", señaló.
"Los organismos económicos supranacionales carecen de autoridad y de instrumentos para cohibir la anarquía especulativa. Debemos reconstruirlos sobre bases totalmente distintas", agregó.
Lula dijo que cualquier nuevo mecanismo debe surgir en "espacios multilaterales legítimos y confiables, sin imposiciones" en una velada crítica a EE.UU. y otros países desarrollados.
Contra el capitalismo
Aunque no se refirió directamente a la crisis de los mercados, el presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó en su intervención ante Naciones Unidas que se está viviendo "una rebelión de pueblos contra un modelo económico, el capitalismo".
El mandatario no ahorró argumentos para culpar a Estados Unidos del actual modelo económico mundial y dijo que era hora de acabar con el capitalismo, denunciar las guerras y abogar por un mundo sin imperislismo ni colinialismo".
También culpó al gobierno de Estados Unidos de estar detrás de un presunto plan para llevar a cabo un golpe de Estado en su país.
"Europa y Latinoamérica rechazaron este golpe civil, menos el gobierno de Estados Unidos, que no condena estos actos de terrorismo", dijo Morales.
Efecto jazz
El mandatario señaló que la discusión de estas reformas debe partir del seno de Naciones Unidas, al igual que propuestas para hacer frente a las actuales crisis alimentaria y energética que agobian al mundo.
La mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner secundó a su colega brasileño con una nota de sarcasmo al señalar que de la misma manera en que las crisis financieras latinoamericanas del pasado han sido apodadas como el "efecto caipiriña" o el "efecto tequila", el actual bajón debería calificarse como el "efecto jazz".
Fernández, cuyo gobierno recientemente inició el proceso de nacionalización de Aerolíneas Argentinas, dijo que la actual crisis en las finanzas estadounidenses señala la falacia de la tesis de que "el Estado no era necesario, que el intervencionismo era nostálgico".
"Sin embargo se produce la intervención estatal más formidable de la que se tenga memoria precisamente desde el lugar donde nos habían dicho que el Estado no era necesario", dijo la mandataria.
Bush y urgencia
El presidente estadounidense George W. Bush también se refirió a la crisis financiera en su última intervención antes de que concluya su mandato.
Bush dijo que confiaba en que sus funcionarios y el Congreso en Washington actúen con la "urgencia" necesaria para avanzar en la aplicación del plan de rescate financiero, pero no secundó las propuestas de Lula para una intervención internacional.
"Tengo confianza en que vamos a actuar con el marco urgente de tiempo requerido", afirmó Bush en su alocución ante la Asamblea General de la ONU.
Lula igualmente se refirió a la principal iniciativa de desarrollo internacional del organismo al señalar que "hace falta que avancemos mucho para cumplir con las metas del milenio", un compromiso acordado en 2000 entre países desarrollados para incrementar la ayuda a los países más pobres del planeta.
El mandatario hizo hincapié en la necesidad de luchar contra la pobreza con "mecanismos renovadores de financiación" como la centralización de la compra de medicamentos en la lucha contra enfermedades como el SIDA y la malaria en África.
Ahmadinejad contra "el sionismo"
El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, dijo en su intervención ante la Asamblea General que un pequeño número de "sionistas embusteros" está manipulando a estadounidenses y europeos y que por tal razón prometió resistir la supuesta intimidación que enfrenta su gobierno por parte de Estados Unidos para frenar entre otras cosas el derecho iraní de tener energía nuclear.
Ahmadinejad aseguró que "el imperio estadounidense está llegando al final de su camino".
"La nación iraní está a favor del diálogo, pero no ha aceptado ni aceptará exigencias ilegales", aseguró.
Hasta ahora el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha exigido a Irán que suspenda su programa de enriquecimiento de uranio y debido a su negativa ya le ha impuesto tres rondas de sanciones.
Sin embargo, el gobierno de Ahmadinejad asegura que ha estado cooperando con el organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para demostrar que su programa es pacífico.
Irán insiste en que su programa es para fines pacíficos y con el fin de hacer frente a la creciente demanda de energía en el país a la que no puede darse abasto sólo con su petróleo.
"Unas pocas potencias intimidatorias han buscado poner obstáculos en el camino para las actividades nucleares pacíficas de la nación iraní, ejerciendo presiones políticas y económicas contra Irán y también amenazando y presionando al OIEA", aseveró el mandatario iraní ante la ONU.