Dedicación, humildad, savoire-faire y experiencia son cualidades de las bodegas que con cariño y haciendo honor a su propia historia se han hecho un hueco en el concentrado y competitivo mundo de los vinos y los cavas.
Un buen ejemplo de esta armonía y de la dedicación y la experiencia aplicada a los viñedos es la que confiere la familia que cuida la Finca Ca n'Estella, que da nombre a las bodegas Ca n'Estella en el municipio de Sant Esteve Sesrovires, en la rica y fértil comarca del Penedès.
Esta finca rodeada de olmos dispone de un total de 60 hectáreas, de las que 30 están destinadas a la plantación de viñedos y produce vinos bajo la marca comercial Clot dels Oms y cavas bajo el nombre Cava Rabetllat i Vidal.
El director general, Efrem Mallol, explica a La Vanguardia.com que la intención de la bodega "pasa por duplicar con 30 hectáreas más la extensión de viñedos en la finca a medio plazo con la intención de incrementar las exportaciones, sobre todo a mercados en constante crecimiento como Estados Unidos, en un primer término y en Asia (China) en un segundo plazo", afirma.
La bodega Ca n'Estella tiene una producción anual de 300.000 botellas, de las que 15.000 se venden directamente al mercado estadounidense.
"Somos humildes y queremos transmitir en nuestro proyecto de crecimiento futuro nuestros conocimientos en vinos tintos y blancos y cavas para poder seguir creciendo con productos de calidad en nuevos mercados crecientes sin entrar a diversificar en negocios que no son propios", prosigue Mallol.
Bodega Ca n'Estella es relativamente joven en el sector. Lleva diez años de producción con marca propia después de modificar su negocio anterior dedicado a la venta de uva para productores locales del Penedès.
La finca cuenta con la experta en el cuidado de los viñedos, Anna Vidal, que se dedica por ejemplo a utilizar métodos ecológicos y menos lesivos que los pesticidas para combatir las plagas en las viñas.
Finca Ca n'Estella es una bodega de propiedad familiar gestionada por la misma familia, los Rabetllat i Vidal. Delfí Rabetllat adquirió la propiedad en 1964, pero fue su hija, Mercè Rabetllat, quien, junto a su marido Jaume Vidal, decidió en 1992 reprender seriamente la tradicional dedicación vitivinícola de la finca.
Hoy día es la tercera generación quien ha tomado el relevo junto a un equipo de profesionales externos. La filosofía de trabajo de los Rabetllat i Vidal está regida por una máxima: su compromiso con el cliente.
Este principio ha llevado a Finca Ca n'Estella a destinar un firme esfuerzo no sólo a la obtención de las mejores uvas, sino al mantenimiento de unas constantes de calidad a lo largo del tiempo para que, año tras año, vendimia tras vendimia, puedan garantizar la excelencia de sus vinos a sus clientes.
A este objetivo se aplican toda la sensatez y el buen juicio de esta
familia, donde el buen criterio, el trabajo y la perseverancia han
llevado a conseguir vinos con reconocimiento internacional.
La finca de Ca N'Estella cuenta en uno de sus extremos con una masía que data de 1847, cuando fue construida por su propietario original, Joan Estella.
La estructura de esta casa, perfectamente conservada, da cuenta de su rico pasado: una serie de edificaciones se disponen en torno a un patio central de planta cuadrangular.
La casa conserva vestigios de estilo modernista, aunque lo más singular es la espectacular galería con arcadas que preside esta masía señorial. En tiempos de Joan Estella la propiedad fue una de las mayores del Penedès, y los vinos elaborados cosecharon gran aceptación entre el público, a juzgar por las varias menciones conseguidas en 1877 en la Exposición Vinícola de Barcelona.
De esa época se conservan en la masía una serie de tinos y dos prensas, aunque el legado más valioso lo constituye la gran finca de viñedo anexa.
La línea de los Estella se pierde con la muerte de la hija y heredera de Joan Estella, en 1964, cuando la propiedad es adquirida por Delfí Rabetllat.
La familia Rabetllat i Vidal ha cuidado con cariño la antigua propiedad de los Estella. La masía y el viñedo siguen siendo hoy una propiedad vitivinícola que ha mantenido su identidad agrícola frente al asedio que ha
supuesto el crecimiento industrial del cinturón barcelonés.
Y es que, en efecto, la finca de Ca n'Estella, que se extiende desde la masía y hasta el pueblo de Sant Esteve Sesrovires, se ha convertido un auténtico pulmón verde de la población.
Las hectáreas donde descansan los viñedos son de terreno arcilloso, con abundante presencia de canto rodado –lo cual facilita un buen drenaje-, donde las cepas conviven con áreas boscosas. La finca conserva dos hectáreas de viejas cepas pre-filoxéricas, un Xarel·lo centenario que la bodega utiliza en su línea de cavas y blancos de gama alta, testigo mudo de otros tiempos.
Finca Ca N'Estella se encuentra situada en Sant Esteve Sesrovires, en la zona norte de la DO Penedès, la mejor valorada por su potencial cualitativo dentro de esta vasta denominación de origen donde conviven microclimas, orografías y suelos de características muy diferentes.
Clot dels Oms, los vinos tranquilos
Los vinos tranquilos de Finca Ca N'Estella llevan el nombre de una de las parcelas de viñedo de la finca, la más próxima a la masía, el Clot dels Oms (en referencia a los olmos que antiguamente crecían junto a esta parcela y que aún siguen allí).
Una línea de vinos blancos, rosados y tintos –jóvenes y de crianza, estructurada en tres gamas donde los "Petit Clot dels Oms" responden a un perfil competitivo de amplio mercado, y los "Gran Clot dels Oms" ofrecen una complejidad y estructura para un gusto más sofisticado. En medio se sitúa la gama conocida como "Prestige", una excelente propuesta y una de las mayores bazas de la bodega.
Los cavas de Ca N'Estella
La línea de cavas, en cambio, lleva el nombre de la actual familia propietaria, en un homenaje especialmente dedicado a los impulsores del proyecto, Jaume Vidal y su mujer Mercè Rabetllat, hija de Delfí Rabetllat, quien adquirió la finca en 1964.
Los cuatro cavas de la bodega Rabetllat i Vidal se encajan en la misma estructura de gamas de los vinos tranquilos, ayudando así a completar la oferta en cada uno de los niveles que la bodega ofrece al mercado.
Premios internacionales
Desde el inicio de la nueva época, la familia Rabetllat ha procurado llevar a examen sus vinos y cavas, para poder contar con valoraciones de la crítica especializada a partir de las cuales reafirmar el camino –o reconducirlo, cuando sea oportuno- en la constante mejora de sus elaboraciones.
Así, la asistencia de sus vinos y cavas a los grandes concursos y certámenes tanto de ámbito nacional como internacional, ha reportado ya numerosas alegrías a la bodega, certificando a su vez el acierto en la línea de trabajo de Finca Ca N'Estella.
Entre los premios internacionales de prestigio que ha recibido la bodega destacan la Menció Especial: Clot dels Oms Rosat 2010. Vinitaly 2011 (Verona, en Italia); la Mención Especial: Cava Rabetllat i Vidal Reserva de la Finca (Verona); Medalla de Oro (Clot dels Oms Blanc 2010); Medalla de Plata: Gran Clot dels Oms Blanc 2008, entre otros.
Presenta la tercera añada del vino frío rosado Clot dels Oms
Un vino insólito irrumpió hace tres años en el mercado de la mano de Finca Ca N'Estella. Se trataba de un rosado dulce inspirado en los eiswein, elaborado a partir de uvas de Merlot de sus viñedos de Sant Esteve Sesrovires.
Desmarcándose del estándar de eiswein o vino de hielo instalado en el mercado desde hace ya algún tiempo, la bodega familiar Finca Ca N'Estella presenta la tercera añada de un nuevo vino inspirado en este tipo de elaboraciones.
Se trata, sin embargo, de un vino rosado –los eiswein y los vinos a la estela de este modelo suelen elaborarse a partir de variedades blancas-, cuyo tratamiento difiere del común en ese tipo de vinos.
El Clot dels Oms Vino de Frío Rosado 2010 se ha elaborado a partir de uvas Merlot que Finca Ca N'Estella cultiva en el viñedo de su propiedad, situado en Sant Esteve Sesrovires, a unos 185 metros de altitud –una de las subzonas con más potencial cualitativo de la DO Penedès-.
El trabajo en el viñedo ha sido fundamental para asegurar la excelente maduración de las uvas: desde la selección de la zona de viñedo más adecuada para este tipo de vinos, pasando por la poda corta para regular la producción de las cepas, hasta un necesario deshojado de tardor (o tardío) para evitar botrytis.
Ya en bodega, se procedió al despalillado, tras el cual se enfrió la pasta a 0º C, dejándola en maceración durante unas 36 horas y sangrando posteriormente por gravedad.
Se optó por un desfangado estático durante 48 horas, evitando la agresividad de un filtrado, que hubiera podido alterar la personalidad del vino.
A partir de ahí, el vino inició el proceso de fermentación a 14ºC.
En el momento en que se alcanzó el equilibrio deseado entre azúcar residual y grado de alcohol, se paró la fermentación por frío y sin adición de sulfuroso en primera instancia, para no propiciar la aparición de mercaptanos.
Servido a 4-5º C de temperatura acompañando a un foie, por ejemplo, Clot dels Oms Vino de Frío Rosado 2010 resultará un placer exótico para cualquier paladar.