Por Sebastián Valdenegro Toro
Frenética y tensa. Así fue la jornada de ayer en el Congreso en el Valparaíso, en la que -como se presumía- se firmó un histórico acuerdo entre el gobierno y la oposición para ingresar indicaciones a la reforma tributaria y destrabar la discusión del texto.
Cerca de las 10 de la noche y luego de dos horas de análisis en detalle de la redacción del acuerdo final, se selló el humo blanco en el puerto. El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, junto a los senadores miembros de la comisión de Hacienda del Senado anunciaban el denominado "Protocolo de acuerdo por una reforma tributaria para un Chile más inclusivo", el cual -en lo medular- contempla modificaciones a las atribuciones del Servicio de Impuestos Internos (SII), mayores incentivos al ahorro y la inversión de las PYME y la eliminación de la retención del 10% para los socios de sociedades anónimas abiertas.
El jefe de las finanzas públicas habló de un acuerdo "histórico", mientras que los parlamentarios de la instancia técnica aplaudieron las modificaciones consensuadas con el Ejecutivo.
Sin embargo, no todo fue abrazos al inicio de la jornada. Discrepancias entre el gobierno y la oposición -a las que se sumaba el Movimiento Social por las PYME- sobre los incentivos al ahorro y la inversión para las pequeñas y medianas empresas tensionaron el ambiente en el Congreso y postergaron la firma del protocolo de acuerdo.
La historia fue así: hasta el lunes en la tarde y tras frenéticas negociaciones el fin de semana, el acuerdo entre gobierno y Renovación Nacional (RN) estaba firmado y contemplaba -a grosso modo- aumentar el impuesto de primera categoría de 20% a 27%, establecer que el régimen de renta atribuida sea voluntario y generar incentivos al ahorro y la inversión para que las PYME reinviertan sus utilidades sin pagar tributos.
Pero a la hora del análisis en particular del texto, surgieron las diferencias. Fuentes cercanas a las tratativas señalan que el punto de controversia fue el tope establecido por Hacienda para acogerse a los beneficios del nuevo artículo 14 para las PYME (el denominado "14 PYME").
El oficialismo propuso que las compañías con ventas por hasta
UF 50.000 anuales podrían acogerse al nuevo sistema parcialmente integrado y reducir de su base imponible de Impuesto de Primera Categoría hasta 50% de sus utilidades reinvertidas, con un tope de hasta UF 2.500 anuales.
El punto generó un quiebre entre los negociadores de RN, Andrés Allamand y Alberto Espina, y los representantes de los sectores PYME, el economista Bernardo Fontaine y el presidente de la Asociación de Emprendedores (Asech), Juan Pablo Swett.
Fuentes cercanas a las tratativas explican que la propuesta de RN y las PYME -a la cual luego se unió la UDI- buscaba ampliar a hasta 100.000 UF el tope de ventas anuales, con lo que las utilidades deducibles de la base de Primera Categoría podrían totalizar a hasta 10.000 UF anuales.
"No hay sentido en que el beneficio sea tan bajo. La idea es que la mayor cantidad de pequeñas y medianas empresas puedan acogerse al beneficio. Hay un tema de cuáles empresas son elegibles para acogerse al beneficio que hay que solucionar", comentó una fuente cercana a la negociación.
Al final, se concordó fijar en 100.000 UF el tope de ventas anuales para acogerse al beneficio, con un límite de 4.000 UF en utilidades reinvertidas.
Además, se estableció que todas las PYME accederán al beneficio del pago del IVA en hasta 60 días.
Renta atribuida y Primera Categoría
Otro de los puntos donde hubo disenso fue en los beneficios para los contribuyentes de acogerse al sistema parcial integrado o a la renta atribuida voluntaria. "Falta mayor precisión sobre qué saca el contribuyente al acogerse a uno u otro sistema. También debe quedar más claro que hay libertad de las empresas para acogerse a cualquiera de los dos regímenes", señaló uno de los negociadores.
Asimismo, en las primeras horas de la mañana aún no había acuerdo para aumentar el Impuesto de Primera Categoría, el cual en el proyecto original pasaba de 20% a 25%, pero que con las indicaciones subiría a 27%.
La oposición y las PYME habrían presionado a Hacienda para llegar sólo a 26%, aunque luego aceptaron un punto más "siempre y cuando" se compensara con un régimen de incentivos al ahorro más potente.
La jornada en el piso 8
Desde cerca de las 11 de la mañana comenzaron a sucederse una serie de reuniones en el piso 8 del edificio del Senado, en el despacho del senador Allamand. Hasta allá llegaron los hermanos Juan Andrés y Bernardo Fontaine y parte de los equipos técnicos de RN para afinar la redacción del protocolo de acuerdo final -de 11 páginas - que sirvió de base para consensuar los acuerdos .
Luego, tras el fin de las audiencias en la comisión de Hacienda de la Cámara Alta, los representantes de las PYME, liderados por Swett, almorzaron con el senador RN miembro de la comisión de Hacienda, José García para conocer el estado de avance de las tratativas entre Allamand, Espina y los negociadores del Ministerio de Hacienda. A la cita también se sumó el senador PPD Eugenio Tuma y Ricardo Lagos Weber (PPD).
Pasadas las 20 horas, en la sala de reuniones del cuarto piso del Senado se reunieron Arenas y los miembros de la comisión de Hacienda, Ricardo Lagos Weber (PPD); Andrés Zaldívar (DC); Carlos Montes (PS); José García Ruminot (RN) y Juan Antonio Coloma (UDI). Si bien se anticipaba que a las 20:30 estaría listo el acuerdo, el anuncio se demoró. Inclusive, algunos presidentes de partido de la Nueva Mayoría, como Alejandro Navarro (MAS), Ignacio Walker (DC) y Jaime Quintana (PPD), arribaron a la reunión para consensuar los puntos.
Así, se abre el camino para que el proyecto continúe con el cronograma establecido por el Ejecutivo, donde en agosto volvería a la Cámara de Diputados para el tercer trámite constitucional y en septiembre estaría despachado a ley para incorporarse a la Ley de Presupuesto 2015.
En lo pronto, el proyecto se votará hoy en general en la comisión de Hacienda del Senado, donde se anticipa un acuerdo unánime para despacharlo a sala para su análisis en general.
Luego, deberá volver a la comisión para votarse en particular y, de aprobarse, pasar a Sala para el último trámite en la Cámara Alta.
Arenas: "gana chile y la clase media"
El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, calificó como histórico el acuerdo firmado ayer con los cinco senadores de la Comisión de Hacienda que representaban a los distintos partidos políticos. "Con este acuerdo gana Chile, ganan las pymes, la clase media y los sectores más vulnerables", indicó. Asimismo, añadió que "esta reforma nos permitirá sustentar una mejor economía". Arenas sostuvo que se logró "sacar adelante la reforma más compleja de los últimos 30 años, y que permitirá financiar la reforma a la educación con ingresos permanentes". Destacó que el acuerdo mantiene la recaudación de los US$ 8.200 millones bajo el principio de justicia tributaria para que los sectores de mayores ingresos realicen una mayor contribución, "por lo que agradezco a quienes trabajaron en este protocolo que contiene perfeccionamientos al proyecto de ley". Con todo, apuntó que se está "escribiendo un nuevo capítulo de las políticas públicas del país, reafirmando la imagen internacionalmente de solidez y estabilidad de Chile".
La UDI sorprende y le da luz verde al apoyo a proyecto del gobierno
Por Claudia Rivas A.
Tal como lo hizo en la votación de la reforma tributaria en la Cámara de Diputados, la UDI logró alinear a RN en la Cámara Alta, tras la arista que encontró hace sólo unos días para presionar al gobierno: no se sumarían al acuerdo transversal al que aspiraba el Ejecutivo si no se les aumentaba a las PYME a 100 mil UF el beneficio tributario que le permite reinvertir las utilidades. Convenciendo a RN de hacer "un frente común" en esta materia, el gremialismo terminó dándole luz verde al acuerdo con el gobierno, que cedió para conseguir el apoyo de todo el espectro político, que le daría legitimidad y estabilidad al polémico proyecto.
Decisión greamialista
Si bien el gremialismo se subió tardíamente al carro de las negociaciones, logró opacar a sus socios que hasta ese momento lideraban las negociaciones, al sorprender anunciando su disposición a aprobar la reforma tributaria. Según palabras de su presidente, Ernesto Silva, esta postura se debería a "nuestra vocación de colaborar para mejorar las iniciativas del gobierno", pero lo cierto es que la decisión no tuvo que ver con una actitud tan filantrópica.
En la UDI nunca hubo disposición a aprobar el proyecto que siempre encontraron malo, al punto que el único dispuesto a avanzar en un acuerdo fue el senador Hernán Larraín, que poco a poco fue socializando su postura al interior del partido, la que con el correr de los días asumió gran parte de los senadores, liderados para este efecto por Juan Antonio Coloma que, en calidad de integrante de la comisión de Hacienda, encabezó las negociaciones con el ministro Alberto Arenas.
En la UDI reconocen que el propio Silva no se contaba hasta última hora entre quienes estaban dispuestos a negociar, pero dado el avance de las tratativas, incluso adelantó su regreso de España para coordinar la posición de su partido.
La arista de mejorar la situación de las PYME dejaba en un buen pie a la UDI, sobre todo al convencer a sus socios –que podrían haber avanzado solos en el acuerdo- de hacer "un frente común" de apoyo a este sector y no aprobar nada si el gobierno no cedía en esta materia. Cuando Silva comprendió el beneficio político que significaba el acuerdo, ordenó al partido en torno a él, porque hasta la reunión de ayer a las 15:00 horas había diputados y parte de su directiva que se inclinaba por el rechazo.
Para algunos representantes de esa tienda, el cambio de parecer del timonel gremialista tiene que ver con que no es menor "doblarle la mano a Arenas y al gobierno que aseguraba que no tocaría el corazón de la reforma y, al final, lo hizo" y, por otra parte, algo mucho más trascendente para la UDI y es que "aun cuando hay un aumento en la carga tributaria, se mantiene la estructura central del sistema tributario. Lo que nos habilita, cuando volvamos a ser gobierno, para bajar los impuestos si fuera necesario". Ello, porque insisten en la UDI, "con este acuerdo se tocó el corazón de la reforma".