Langosta de agua dulce podría convertirse en un nuevo negocio para la acuicultura chilena |
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Lunes, 20 de Noviembre de 2006 |
La langosta de agua dulce, considerada una "delicatesse" por la alta gastronomía mundial, podría convertirse en un nuevo negocio para la acuicultura chilena, de acuerdo a los resultados preliminares de un proyecto que apoya la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y que introdujo el crustáceo a escala piloto para evaluar la factibilidad y rentabilidad de su producción. Los primeros ejemplares de langosta de agua dulce (Cherax quadricarinatus – Redclaw) están en manos de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, donde se evalúa la aclimatación de la especie y la metodología requerida para la internación y producción en cautiverio del crustáceo en Chile. Tomás García-Huidobro, oceanólogo supervisor de FIA, explicó que el proyecto busca, entre otros objetivos, validar técnica y económicamente el cultivo comercial de esta langosta australiana, lo que implica evaluar diferentes metodologías de manejo, densidades de cultivo, dietas y requerimientos nutricionales de la especie, a fin de obtener niveles óptimos de crecimiento, sobrevivencia y rentabilidad. El experto indicó que el proyecto también está evaluando el comportamiento y crecimiento de ejemplares frente a las condiciones de temperatura del agua, así como sus respuestas reproductivas y los factores que influyen en la salud de las poblaciones estudiadas. "La idea es evaluar el cultivo comercial en la zona central de Chile, y si resulta, transferir el conocimiento al resto del sector dulceacuícola", señaló. Los ejemplares fueron importados desde centros de cultivo ubicados en México, cumpliendo con todas las disposiciones reglamentarias vigentes que regulan la introducción de especies hidrobiológicas en nuestro territorio. Si los resultados así lo sustentan, la meta es que los agricultores y acuicultores interesados de la zona central lleguen a cultivar comercialmente el crustáceo aprovechando el uso no consuntivo del agua, la que luego puede fácilmente ser empleada en actividades de riego. El proyecto El proyecto se ejecuta en la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, en la comuna La Pintana, Región Metropolitana. También participa Cristian García, de "Piscícola Entre Ríos", ubicada en el Fundo El Carmen de Talagante. Actualmente, la iniciativa se encuentra en la fase de evaluación económica de los resultados, luego de haber implementado un "hatchery" o galpón cubierto, con una caldera que abastece de agua recirculante a una temperatura cercana a los 24°C a fin de generar un ambiente semi-controlado para la reproducción de ejemplares y la crianza de los juveniles. Hasta el momento, ha registrado un alto grado de reproducción, con índices de entre un 70 y un 80% de hembras ovígeras; junto con un elevado número de juveniles por hembra, entre 100 y 200, superior al esperado de 70 ejemplares. Sin embargo, la mortalidad registrada ha sido mayor a la esperada y el crecimiento menor que el estimado para un cultivo comercial, cifras que podrían relacionarse con el régimen térmico anual de Chile, explican los encargados. La meta es llegar a obtener dos producciones de langostas al año, de mayor calibre en período primavera-verano y menor calibre en período otoño-invierno. La langosta Los especialistas seleccionaron la especie Redclaw por su rápido crecimiento, ciclo de vida y dieta simple, alta potencialidad reproductiva, carencia de estados larvales, fisiología resistente a condiciones adversas y baja presencia de enfermedades. Para llegar al país, la especie tuvo que cumplir con una cuarentena y estudio sanitario durante un año, trámites que se realizaron satisfactoriamente y que fueron aprobados por la Subsecretaría de Pesca. El proyecto FIA contempló incluso la elaboración de un alimento balanceado específico para los requerimientos para la especie, que fue elaborado en la planta piloto de la Universidad de Santiago de Chile, Departamento de Ingeniería Química, Facultad de Ingeniería y Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (CECTA). Delicatesse La alta gastronomía considera el hepatopáncreas de la langosta una verdadera delicatesse. El crustáceo está entre los pocos animales cuya carne tiene el mismo sabor y textura sea cual sea el tamaño que alcance el ejemplar. Según los expertos, entre el 40% y el 50% del peso corporal de la langosta de agua dulce, que puede medir hasta 40 centímetros, está constituido por carne de excelente calidad. Esta proporción le permite competir con las langostas de mar y con otros crayfish (cangrejos con cola) además de los camarones, a los que dobla en tamaño. Es altamente nutritiva, una excelente fuente de proteína, calcio, fósforo y vitamina B, y constituye una de las carnes más bajas en grasas. En su hábitat natural en Australia se cultiva de manera casi artesanal, después de que la extracción indiscriminada redujese considerablemente las poblaciones silvestres. Allí, la producción no sobrepasa las 50 toneladas anuales, cifra similar a la que registra Sudáfrica con la producción de crayfish, incluyendo la Cherax tenuimanus. |