Si bien la ética es un tema filosófico, muy ligado a algo tan intangible como lo es la moral, sus manifestaciones son concretas y tangibles en diferentes ámbitos del quehacer humano, desde lo individual y personal hasta lo colectivo y empresarial. Entidades como Ethisphere Institute se encargan de definir las normas que sientan las mejores prácticas de ética en el mundo de los negocios.
Año a año premian a las empresas que no solo promueven normas y prácticas comerciales éticas internamente, superando los mínimos de cumplimiento legal, sino que también sientan los estándares industriales futuros gracias a sus actuaciones de hoy.
Schneider Electric y 131 empresas más fueron catalogadas como las más éticas del mundo, gracias a que su forma de hacer negocios fomenta una cultura de ética y a que la transparencia está presente en todos los niveles de la empresa, a efecto de garantizar valor a largo plazo.
Todas estas empresas aceptan la correlación entre la práctica de la ética en los negocios y el mejor desempeño de la empresa, pues saben que poner en práctica estas filosofías es un medio para seguir definiendo su liderazgo en la industria.
Por eso, tienen programas, estándares, entrenamientos, políticas que compilan esta filosofía ética y les permite ponerla en práctica. Poseen también mecanismos de comunicación y educación al respecto.
Estos son recursos necesarios para ser una empresa ética en palabras y hechos. Tan es así, que son el factor que representa el rubro de calificación más grande (35% de la nota) en la evaluación que realiza el Ethisphere Institute para seleccionar a las empresas más éticas del mundo.
Por ejemplo, Schneider Electric, que recibió este reconocimiento por quinto año consecutivo, ha desarrollado una estrategia activa y ha implementado procesos y herramientas especializadas para que los socios del grupo se conduzcan de manera responsable, pues se considera que la ética y la administración son elementos claves del crecimiento y competitividad de la empresa.
Además de tener un programa de cumplimiento ético, es necesario que se promueva una cultura organizacional que incentive la conducta ética y el compromiso con la ley. Igualmente, se requieren sistemas diseñados para asegurar que todos esos programas y normas se cumplan en la organización.
Empero, ser ético va más allá y traspasa las paredes institucionales: los programas de responsabilidad social empresarial, así como el liderazgo, la innovación y la reputación de la empresa en el mercado son otros factores evaluados por el Instituto para identificar a las empresas más éticas del mundo.
¿Por qué? Porque una empresa verdaderamente ética lo es a lo interno y a lo externo de su corporación, con documentos y palabras, pero también con actuaciones y hechos que hacen que el mundo de los negocios ?y el mundo en general? sea cada vez mejor.
Vicepresidente de Schneider Electric Centroamérica.