VATICANO -
Personas consagradas y laicos juntos en la gran aventura de la educación cristiana: se presentó el nuevo documento de la Congregación para la Educación Católica
Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) -
El objetivo del documento "Educar juntos en la escuela católica.
Misión compartida por personas consagradas y fieles laicos", bajo la dirección de la Congregación para la Educación Católica, es "ofrecer algunos puntos de reflexión sobre la misión educativa compartida por personas consagradas y fieles laicos en la escuela católica. El documento parte de lo que actualmente se hace en la campo de la misión educativa compartida, y busca tener un carácter propositivo alentando la formación y la proyectividad de los fieles laicos y de personas consagradas en el campo educativo y escolástico católico". Con estas palabras el Card. Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica (de los Seminarios y de los Institutos de Estudio), presentó el documento el 20 de noviembre, en la Sala de Prensa de la Santa Sede.
Más de un billón de jóvenes están en edad escolar, 58 millones son los maestros a los que se une el personal no-docente, recordó el Cardenal. Las instituciones escolásticas de la Iglesia incluyen además 250.000 escuelas con cerca de 42 millones de alumnos. Miles son además los maestros católicos, entre lo cuales muchos son consagrados, que desarrollan su misión educativa en numerosas escuelas del Estado.
"Es importante señalar el creciente interés en los temas de la educación por parte de la opinión pública y de la comunidad internacional" subrayó el Card. Grocholewski, evidenciando los elementos comunes del panorama educativo contemporáneo: el fenómenos de la globalización, no sólo económica sino también cultural, política y educativa; la aplicación de la nuevas tecnologías, la informatización difusa, la rapidez de las comunicaciones; las problemáticas ligadas al ambiente y a las cuestiones de la bioética.
No faltan sin embargo señales preocupantes: el contexto hodierno de la escuela esta ciertamente signado por una profunda inconformidad. Además de un "extendido cansancio por parte de los maestros, que se sienten desmotivados y ven frustrada su tarea educativa", el Cardenal señaló el aumento de la violencia en la escuela y entre los adolescentes y la dificultad de las familias de ser parte activa de la comunidad educativa escolástica. "Se asiste, además, una pérdida de sentido de la educación estrechamente ligada a la pérdida de los valores, sobretodo de aquellos que sostienen las decisiones en la vida: la familia, el trabajo, las opciones morales. Así la educación sufre también de males que afligen a la sociedad: el difundido subjetivismo, el relativismo moral y el nihilismo. La tradición pedagógica católica pone en relieve con fuerza la centralidad de la persona humana en el recorrido educativo".
"La correcta educación de los niños y de los jóvenes es cuestión de extrema importancia para el bien de la Iglesia y de la humanidad, para formar un mundo mejor" subrayó el CArd. Grocholewski, exhortando a los religiosos y laicos a colaborar, en una harmónica integración, en el cuidado de la educación de las nuevas generaciones.
Mons. Angelo Vincenzo Zani, Subsecretario de la misma Congregación, recordó en su intervención que la "escuela católica actúa en todas las áreas geográficas, incluso en aquellas donde no hay libertad religiosa, o que son socialmente y económicamente más desventajazas, con una estupefaciente capacidad de responder a las emergencias y a las necesidades formativas, no obstante muchas veces existan grandes dificultades". En este sentido citó una serie de ejemplos de tal presencia: En Líbano, el programa de la escuela católica tiene como objetivo principal llevar a los jóvenes al diálogo y a la colaboración entre musulmanes y cristianos. En algunas áreas del país los no católicos constituyen el 99% de los alumnos de las escuelas católicas. En Nepal, donde la mayoría de la población es hinduista, en el 2004 el rey asigno un premio de benemérito a dos misioneros por su compromiso en el campo de la instrucción, por su contribución a la vida social, económica, cultural y al progreso de la población de Nepal. En Dakar, Senegal, en 1949 los Padres maristas fundaron la escuela "Santa María de Hann", que en 1977 fue asimilada a los liceos franceses fuera del territorio de la República francesa. La frecuentan 3.500 alumnos con 170 profesores, y está abierta a jóvenes provenientes de toda África Occidental francófona, de todas las confesiones religiosas y de todas las categorías socio-económicas. Luego que los maristas se retiraron, la diócesis entró a hacerse cargo con la ayuda de los laicos, conservado el estilo y el espíritu originales. La escuela, que ha recibido el premio UNESCO, se inspira en un proyecto educativo orientado a educar en la paz y a realizar un "foyer", con el objeto de hacer dialogar a las diversas culturas para construir un mundo fundado en la fraternidad. Un acento particular ha sido puesto por Mons. Zani en la presencia de la escuela católica en Europa central y oriental: "La caída del comunismo ha desbloqueado una situación que se prolongava por años, haciendo re-descubrir el valor de la persona y de la libertad también en los procesos formativos. En muchos de estos países se han puesto en acción revisiones profundas de las legislaciones escolásticas, en las cuales están previstos ahora reconocimientos y sostén económico para las escuelas católicas".
Finalmente Mons. Zani presentó una serie de estadísticas sobre los docentes en las escuelas católicas: hoy, de los 3.500.00 maestros de las escuelas católicas la mayoría esta formada por laicos, con un porcentaje muy diverso en las distintas partes del mundo. En el arco de los últimos años se ha registrado una fuerte caída en el número de religiosos y religiosas y un considerable aumento en el número del personal laico docente. Sin embargo, se nota que esta transformación, lejos de constituir un empobrecimiento, constituye un grande potencial para la escuela católica", evidenció el Subsecretario.
El Prof. Roberto Zappalà, Rector de los Liceos del Instituto Gonzaga de Milán, expuso finalmente la estructura del documento, que pretende ser una contribución de reflexión sobre tres aspectos fundamentales que tienen que ver con la colaboración entre los fieles laicos y los consagrados en la escuela católica. A estos tres aspectos se dedicaron las tres secciones en las que se articula el documento: la comunión en la misión educativa; un camino de formación para educar juntos; la comunión para abrirse a los otros. (S.L.) (Agencia Fides 21/11/2007; líneas 75, palabras 1055)
Links:
El texto integral de las intervenciones, en italiano
http://www.fides.org/ita/vita_chiesa/cec_201107.html
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