Vientos de cambio en la empresa
Joan Gorgues, Director de área de RRHH de API, Aplicaciones y Proyectos Informáticos HA DICHO "Si hacemos un recorrido por las últimas décadas de la gestión empresarial, observaremos que la introducción de técnicas y filosofías de management han contribuido a provocar cambios profundos en la forma de analizar el entorno, en la forma de organizarse, de ser dirigidos y liderados; y finalmente en cómo encarar las incertidumbres del futuro."
La Dirección por Objetivos, los grupos autónomos, las task-force, la Calidad Total, la reingeniería, la gestión por competencias o la gestión a través de valores son formas de definición de modelos y sistemas que nos permiten gestionar una realidad cada día más compleja.
Podríamos pensar, que han sido modas (hay una parte de verdad en ello), incluso modas pasajeras, pero todas tienen un denominador común:
“Facilitar una transformación interna de la empresa que le ayude a seguir en el mercado, desarrollar nuevos negocios o alcanzar el liderazgo”
Para ello, las Organizaciones han pasado por tres enfoques:
1ero) Taylorista
Las organizaciones se orientan a la fiabilidad del producto y a la estandarización del
servicio. Organización piramidal y jerárquica con dos roles claramente diferenciados:
1. los que piensan (directivos y mandos)
2. los que actúan (en la base de la pirámide)
2do) Mejora Continua
La organización anterior no resuelve eficazmente los problemas del cliente,
ya que éstos no tienen nada que ver directamente con la organización de la
Empresa proveedora (por funciones).
Para ello, aparece la reingeniería, la mejora continua, los grupos autónomos; se favorece el pensamiento dentro de la empresa y con unas normas muy definidas.
Todo basado en reducir el “denominador” (la gestión de costes, el “dimensionamiento” de la plantilla, etc.).
Pero llega un momento que el denominador no puede decrecer más salvo que provoquemos un deterioro excesivo del servicio y por tanto la pérdida del cliente.
3ero) El Gran Enfoque
La innovación es el eje fundamental. Innovar o romper las reglas del mercado, supone adelantarse a los competidores, crear nuevas líneas de productos y servicios líderes en el mercado, desarrollar alianzas estratégicas para rentabilizar el conocimiento práctico (practicar las sinergias).
Se incide en el Numerador
La intervención es global. Desde el “incrementalismo” se potencia la reducción de costes para aumentar el beneficio. Desde la Innovación cambiamos el sistema incidiendo directamente en el mercado.
El cambio organizativo supone:
• Cultura del numerador; se potencia la innovación y el cambio de valores y estructuras de funcionamiento mediante equipos que aportan valor añadido y el Capital Intelectual de la Empresa.
• No control; es el paso de estructuras de poder y jefatura a estructuras de liderazgo, descentralización de decisiones, orientación y visión.
• Mecanismos de fomento del Capital Intelectual; favorecer el talento del empleado,
su confianza, su asunción de riesgos ligándolo a la información (no al Control) y al liderazgo.
Está comprobado que innovar es muy difícil desde:
• La rigidez organizativa, roles concretos, normas y procedimientos muy detallados (1era etapa).
• La demanda más o menos explícita del cliente (2do estado).
Para afrontar el tercer estado o gran enfoque existen elementos fundamentales, señalados por la Doctora M. Whitley del MIT:
Asumir que el mundo es tan complejo y cambiante que no existen modelos predictivos perfectos.
• Entender la importancia de la interacción y el trabajo en equipo como favorecedora de la aparición y difusión de ideas.
• Favorecer el flujo de la información a todos los niveles de la Organización.
Crear una visión a largo plazo y unos valores consistentes con la visión.
La Gestión del cambio no consiste en definir un decálogo de normas y valores o laborar una declaración de intenciones empresariales (que exponemos enmarcado como un sueño a realizar).
¿Entonces, como llevarla a cabo?
1. Entendiendo que no hay recetas infalibles.
2. Clasificación estratégica: el porqué y el cómo del cambio. Lewis Carrol en “Alicia en el País de las Maravillas” pronuncia la siguiente frase:“si no sabes donde vas ningún camino te llevará allí”.
Al hablar de estrategia hablamos de:
• ¿Cuales son las líneas básicas de la Organización, Cual es la MISIÓN?
• Una vez definida ésta, cuales son las aptitudes necesarias para desarrollarla con
eficacia. ¿Cuál es nuestra fuerza?. ¿Cómo es la Competencia?. ¿Cuál/es nuestro/s diferencial/es?. ¿Qué equipo tenemos?.
Definir los puntos fuertes y débiles (áreas de mejora), tanto nuestros como de los competidores. ¿En que entorno operamos?. ¿Qué expectativas tienen de nosotros y como podemos mejorar nuestra interacción?.
• Establecer un plan de objetivos a corto, medio y largo plazo. Fijarse metas y objetivos tangibles, medibles, temporalizables y logrables ligados a la estrategia del negocio.
3. Identificar los valores que imperan hoy y definir los futuros.
4. Identificar lo lejos que estamos de la Cultura y Valores deseados, así
como las posibles resistencias a los cambios.
5. Traducir los valores a comportamientos concretos.
6. Afrontar el obstáculo del liderazgo. Generalmente se siguen reforzando los “valores antiguos”.
7. Revisar los procesos de trabajo y la cultura organizativa.
Puede ahogar la creatividad, impedir el flujo de la información y el trabajo en
equipo (destruyamos “el día a día” que se nos come).
8. Rediseñar los sistemas de dirección. Se deben apoyar en la gestión y evaluación del desempeño, la dirección por objetivos, los planes de carrera, los sistemas de Reconocimiento y de retribución.