viernes, julio 11, 2014

Senadores de la Comisión de Hacienda desclasifican la "cocina" del acuerdo tributario

Senadores de la Comisión de Hacienda desclasifican la "cocina" del acuerdo tributario

Hablan de sus reuniones "en todos lados", a "todas horas", en público y en privado con grandes empresarios, gremios y trabajadores.  

por:  René González R.
viernes, 11 de julio de 2014

Ricardo Lagos (PPD), Andrés Zaldívar (DC), Juan Antonio Coloma (UDI) y José García (RN).


Foto CESAR SILVA Q.

Lagos/Coloma: Disputa por "inteligencia"

(Lagos) -Allamand dice que una cosa es la mayoría en el Parlamento y otra la social. ¡Chis!, las mayorías sociales nos dieron los puestos. El acuerdo es un tapabocas... Usamos nuestra mayoría con inteligencia, para que la gente que dice que no quiere subir los impuestos, lo haga. 

(Coloma) -Tuvimos la inteligencia para demostrar que este era un proyecto mal diseñado: se cambiaron la renta atribuida, la retención del 10%, el capítulo pymes y muchas cosas. Me siento contento, porque todas las cosas muy dañinas se corrigieron. 

Desclasifica Opinión de Piñera 

-Senador García, ¿negoció por RN mientras Piñera disparaba? 

-Tuve conversaciones con el ex Presidente, conocí siempre su opinión de la reforma, pero también que él compartía los objetivos que nos propusimos, especialmente tener un incentivo al ahorro. Quedo completamente tranquilo. Además, nos ayudó mucho Juan Andrés Fontaine, su ex ministro, con quien formamos un gran equipo técnico, que le dio muchas garantías a la UDI, y cuando Fontaine hizo sus propuestas para reemplazar la renta atribuida, los senadores de la Nueva Mayoría lo felicitaron. 

Petición a Longueira 

Juan Antonio Coloma dice que el proceso de negociación se llevó de manera separada con RN y que sólo al final se juntaron y sellaron un acuerdo con el Gobierno, descartando así un rol mayor de Pablo Longueira. 

"Yo le pedí una cosa específica con la renta atribuida, pues él fue miembro de la comisión de Hacienda muchos años y yo vengo llegando. Fue un tema puntual y me colaboró en esa cosa puntual". 

-Pero la renta atribuida no era un "puntito", sino un punto central. 

-Muy valioso, en que me colaboró y estoy muy contento. 

En su libro "Así fui Papa", Pío II narra las difíciles negociaciones que lo llevaron al trono de Pedro en 1458 y que culminaron con la firma de un acuerdo conocido como Conciliábulo de las Letrinas, pues, literalmente, fue firmado de noche por un grupo de cardenales, que se procuró algo de privacidad en los baños.

El senador de la Comisión de Hacienda, Andrés Zaldívar, recoge la anécdota sólo en tanto grafica el tortuoso procedimiento, que culminó con los miembros de la instancia pactando de manera unánime la probación de una reforma tributaria corregida; eso sí, de manera transparente.

Ricardo Lagos Weber (PPD), Andrés Zaldívar (DC), Juan Antonio Coloma (UDI) y José García Ruminot (RN) desclasificaron en las oficinas de La Segunda el "back stage" de la controvertida iniciativa.

Los cocineros

"Todos estos acuerdos se preparan desde la cocina, donde hay un montón de conversaciones. En mi casa tuve muchas, con mucha gente, a diversas horas y en diversos días. No desclasifico, porque para los acuerdos es muy importante la privacidad", dispara Zaldívar, quien aclara que los personajes fueron los mismos que expusieron en la comisión de Hacienda de manera pública.

-Hablando de ese tipo de conversaciones, cuando la Alianza queda en minoría, al mundo empresarial le preocupó la pérdida de interlocutores. Dicen que los senadores Lagos y Zaldívar asumieron la responsabilidad de escuchar.

(Coloma) -¡Qué bonito saber esta respuesta!

(Lagos) -No sé cuál es la sorpresa. Como senador, me gustaría asumir como interlocutor de muchos sectores, lo que no implica respaldar sus ideas. Me reuní con toda la CPC para decirles que se prepararan, porque les íbamos a aumentar la carga tributaria. Construí mis relaciones a partir de las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio.

(Zaldívar) -El tema de las relaciones humanas no puede estar prejuiciado. En la función pública, uno está obligado a tener relaciones con todo el mundo. Recibimos a 91 organizaciones y fue transmitido por TV Senado. Eso te saca del campo de si tuviste conversaciones privadas o no. En mi oficina recibí a la CPC, a la Sofofa, a los camioneros, al SII.

La incredulidad de Coloma

-En Hacienda dicen que Coloma llevaba un mes negociando y que se mordió la lengua (salvo para oponerse).

(Zaldívar) -Lo disimuló mucho, je je je.

(Coloma) -Desde nuestra perspectiva, asumido este gobierno con su poderío electoral, se instaló la "retroexcavadora" del presidente del PPD, Jaime Quintana, y tenía las dudas de un opositor sin votos para cambiar los proyectos. Tenía dos opciones: decir "no", como política permanente, o tratar de solucionar los problemas según la visión de la gente que representamos y nuestros principios. Cuando comenzó este proceso, hablé con Arenas un par de veces y luego muchas en los últimos días, muchas horas, para ver si podíamos coincidir de manera razonable, sin abdicar a mi deseo de ganar la próxima elección parlamentaria, para cambiar esta reforma. Para eso, lo que pasó en la comisión fue clave, porque cuando se inició, pensé que iban a citar a cuatro gallos para que expusieran y así aprobar, pero pasó que no nos pusieron ningún problema para invitar a quienes quisiéramos, y dije "aquí hay un espacio". Eso produjo un punto de inflexión.

(Lagos) -La frase de la retroexcavadora no fue feliz, pero Quintana no lo dijo como "pasar la máquina", sino como extraer de raíz las bases del modelo. Es legítimo ejercer la mayoría.

(Zaldívar) -Como dijo Kennedy: se gana con la mitad, pero no se puede gobernar contra la otra mitad.

(García y Coloma) -¡Me gustó la frase!

Fuego amigo

-Todos tuvieron que hacer mucha política al interior de sus grupos...

(Zaldívar) -Dentro de todos los partidos hay posiciones diferentes. Uno tiene que buscar acuerdos, y lo dijo la Presidenta al celebrar esto. Pero algunos exégetas tratan de interpretar más al señor cura. Normalmente son los sacristanes.

(García) -Valoro la valentía que tuvieron muchas personalidades de la Nueva Mayoría, que criticaron la renta atribuida, como Aninat, Marfán, Foxley, Massad, Velasco... ¡Hay que tener mucho carácter! En la Alianza, los senadores Allamand, Ossandón y Larraín decían desde muy temprano que había que apoyar una reforma tributaria. Ahora, el desafío es la eficiencia, porque duele el alma ver jóvenes que terminan la universidad con deudas de $30 millones.

(Lagos) -Hoy, producto del acuerdo, hay quienes dicen que "se entregaron a las fuerzas del mal", pero ¡flaco!, la promesa de campaña fue redistribución de cómo se recaudan los impuestos, y hubo que modificarlo, porque, como dice Pepe, surgieron dudas de la operatividad. Quienes no querían más impuestos los aprobaron.

(Coloma) -Decir que no a todo debilita la capacidad de solucionar el problema y genera una cierta irrelevancia. Después de este acuerdo, tengo mucha más fuerza, para, por ejemplo, tratar de resolver el problema educacional.

-Siguiendo con el frente interno, en la Nueva Mayoría hay opositores a la política de los consensos... el PC.

(Zaldívar) -El PC está equivocado, porque esta política de los acuerdos no es para renunciar, sino que tal vez es lo mejor para lo que uno cree. La oposición nos ayudó: son los grandes empresarios los que pagarán.

-Senador Lagos, cuando el proyecto salió de la Cámara, dijo que realizaría todas las conversaciones necesarias, lo que era contra corriente. Hasta el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, usaba otro tono.

(Lagos) -Y algunos dijeron "estás atornillando al revés". Para un sector, "acuerdos" y "consensos" pasaron a ser malas palabras, pero ¡cómo!, si obtuvimos lo que buscábamos y aunamos voluntades. Las cosas tributarias hay que hacerlas rápido, pero bien. Aspiraba a sumar los votos de RN y la UDI, porque le daba más legitimidad y durabilidad. El Gobierno, afortunadamente, no se enamoró de sus propias ideas.

-¿Y cómo se portó Guido Girardi?

(Lagos) -Girardi apoyó. ¡Guido! Y lo hizo públicamente, a mi lado.

Lamentos en la Cámara

-El estilo dialogante de la comisión, ¿perdurará o no pasa del primer tiempo del gobierno de Bachelet?

(García) -Es la tónica desde el regreso de la democracia. Pasa que la discusión es acompañada por mucha discrepancia, a veces con tonos tan altos, que los acuerdos pasan desapercibidos.

(Zaldívar) -Es la reforma tributaria más importante en el último tiempo y requería intercambio de ideas y perfeccionamientos. Hoy, en la política mundial, el que tiene el voto no hace lo que quiere, salvo en un gobierno que se crea refundacional, y no es la situación. Pero esto no significa que la mayoría democrática renuncie a su capacidad de tomar decisiones con la potencia que corresponde, si es que en un minuto dado hay que hacerlo.

-¿La Cámara seguirá siendo la oficina de partes del Senado?

(Zaldívar) -Todo lo contrario. Almorcé con todos mis diputados. Se sentían como "por qué no haber hecho los cambios allá, antes". Sin embargo, su aprobación posibilitó lo que después pasó en el Senado, aunque a lo mejor los lenguajes no eran convenientes. Históricamente, la Cámara tiene una forma de hacer. En su tiempo se tiraban los ceniceros de bronce y hubo que atornillarlos.

Opina Zaldívar
Presidenciables: Lagos y Coloma

Tiene "nombre" de Presidente, experiencia en relaciones internacionales, y Ricardo Lagos Weber encabezó la comisión de Hacienda, donde se llegó al acuerdo por la reforma tributaria. "¿Se presidencializa?", le preguntamos.

(Lagos) -Estoy muy feliz como presidente... de la comisión de Hacienda. No me escuchará declaración sobre eso.

(La 2ª.) -Senador Zaldívar, usted que tiene experiencias en estas cosas, ¿Lagos está echando cuerpo para ese tipo de carreras?

(Zaldívar) -Toda persona en un cargo público puede ser proyectado a cualquier nivel...

(Lagos) -¡Pero, senador! (implora).

(Zaldívar) -Pueden ser perfectamente aquí Ricardo y Juan Antonio Coloma. Yo ya no. No tengo edad para esas cosas.

(Lagos) -Le hizo empeño; es un problema de edad y no de ganas. Pero saben cómo puede quemarse cualquier posibilidad de eso: creyendo que a partir de hacer la pega, se quede en otro "standing". No hay que desubicarse.

(Zaldívar) -No hay que mostrar demasiadas ansias. Los ansiosos terminan mal.

(Lagos) -Hay que ser ubicado, las cosas caen por su propio peso. Hay que hacer las cosas, el tiempo y la ciudadanía dirán. No llevamos ni tres meses de gobierno, y andar buscando candidatos, se lo dejo a otras personas.

Con el consenso, ¿se quiebra la desaceleración?

Los parlamentarios analizan las incertidumbres que subsisten en el mercado y cómo frenar sus efectos negativos.

Zaldívar: Inversión estatal ya

"El proceso de desaceleración viene de antes del gobierno y por esta incertidumbre puede aumentar. Hay que motivar el ahorro y la inversión y el gobierno tiene que estar atento en provocar algunas inversiones en obras públicas y vivienda ahora, para evitar que el proceso de desaceleración de la economía se profundice", propone el senador DC, Andrés Zaldívar.

"Hay que quebrar la curva. Si sacamos adelante este acuerdo y si hay estabilidad en las instituciones, estoy convencido de que aumentarán las inversiones. En el periodo en que estamos también hay problemas internacionales, como lo de Estados Unidos, el no saber para dónde sale lo de Irak, en China no sabemos qué va a pasar y tiene un problema financiero... tener un crecimiento de 5 a 6% ya no, este año vamos a bordear el 3%.

Lagos no sabe si basta

"Despejando el tema de la reforma se quita ruido, se elimina incertidumbre. No creo que sea el punto de inflexión y no tiene por qué serlo", parte señalando el senador PPD y presidente de la Comisión de Hacienda, Ricardo Lagos Weber.

"Haber mantenido el debate o algo que hubiese sido difícil de digerir habría mantenido el problema, aunque no sé si es suficiente para recuperarse", agrega.

"Además es un proyecto mejor que el que llegó... logramos subir la tasa con el apoyo de RN y la UDI", concluye.

Coloma: "Baja violenta"

(Coloma) -Estamos con un crecimiento a la baja de manera violenta, disminuye la inversión y la situación es harto más complicada. Algo de China puede haber, pero el problema es que se están instalando políticas equivocadas por parte del gobierno, no sólo en materia tributaria, sino también de educación. Los temas laborales y de aguas que vienen hacen mucho ruido. Algunos creen que es electoralmente más rentable para una oposición que al país le vaya mal, pero yo no. El acuerdo en algo va a ayudar, pero se necesita rectificar otros elementos del coctail.

García llama a "confiar"

(García) -La reforma causó incertidumbre, más aún con los términos en los que ingresó. Debieran despejarse decisiones de inversión, debieran confiar en que la economía chilena seguirá creciendo. También está la reforma previsional, que es urgente, porque se hace patente que con un 10% no vamos a tener pensiones que garanticen un mínimo de tranquilidad. Hay que subir la cotización y, probablemente, con costo a los empleadores, lo que aumentará los costos de las empresas. Cómo diseñamos eso para no perder competitividad, está dentro de los desafíos y esa es razón para apreciar esta política de los acuerdos", dice el senador José García (RN).

Fuente:lasegunda

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mujerchile: Giorgio Armani, el diseñador de las estrellas, cumple 80 años

Giorgio Armani, el diseñador de las estrellas, cumple 80 años

El modisto italiano festeja sus ocho década con una éxito imparable y siendo uno de los favoritos de las estrellas

Giorgio Armani ha hecho de su creatividad uno de los negocios más fructíferos 

11 Julio 2014

Posee uno de los imperios más consolidados del mundo de la moda. Giorgio Armani ha hecho de su creatividad uno de los negocios más fructíferos con diferentes líneas tanto para hombre como para mujer y niños, e incluso para el hogar. Un panorama que le honra que hace que hoy, 11 de julio de 2014, pueda celebrar con gran orgullo su 80ª aniversario

Giorgio ArmaniVER GALERÍA

© Getty Images


De la medicina a la moda 
Giorgio Armani nació en Piacenza (Italia) el 11 de julio de 1934. Apasionado de la anatomía, su entusiasmo le llevó a estudiar medicina en la Universidad de Milán. Sin embargo, pronto su estudio del cuerpo humano derivó hacia una vertiente mucho más estética, la moda. 

Tras cumplir el servicio militar y trabajar como escaparatista en los grandes almacenes La Rinascente, empieza a desarrollar su faceta como diseñador que, en sus primeros años –de 1961 a 1970-, se centran en la moda masculina primero para la firma Nino Cerrutti y, posteriormente, por cuenta propia. En 1974, llega su primera colección y, un año después, se lanza al diseño de moda femenina

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Y llegarían los ochenta y su conversión en uno de los diseñadores más famosos del mundo. El 'boom' del mundo de los negocios, el auge de los ejecutivos y su indumentaria convirtió a Armani en uno de los favoritos para vestir 'de traje'. Su sello de identidad: una elegancia atemporal y la adaptación de líneas de corte masculino al armario femenino. 


Y la fama llama a su puerta 
No es de extrañar que, ante ese 'boom', las estrellas del mundo del espectáculo encontraran en Armani a su diseñador de cabecera. De hecho, muchas de sus creaciones han hecho historia, como, por ejemplo, el traje de chaqueta blanco que lució la Reina Letizia el día que su petición de mano con Felipe VI, los vestidos nupciales de Katie Holmes y Charlene de Mónaco o sus creaciones de 'Oscar', como el que llevo Cate Blanchett en los últimos premios de la Academia, donde fue galardonada como 'Mejor Actriz'. Y no son las únicas que confían en el 'Emperador de la moda'. Penélope CruzElsa PatakyJulia Roberts e, incluso, la polifacética Lady Gaga confían en él. Y, de entre todas, una de sus principales musas: Sofía Loren

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En cuanto a los 'hombres Armani', George Clooney, Leonardo DiCaprio, David Beckham –él y Victoria Beckham llegaron a protagonizar una campaña publicitaria con sus diseños de ropa interior- o Cayetano Rivera son algunos de los que admiran y confían en su talento creativo. 

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Un buen amigo 
Y no sólo las estrellas visten de Armani, sino que le adoran. No es raro ver a todas ellas compartir tiernas imágenes con el diseñador. Aquí te recopilamos algunas como regalo para festejar este 80º aniversario. ¡Felicidades Mr. Armani! 

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Fuente: HOLA 

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#RSE JOSE ANGEL MORENO IZQUIERDO: La retórica de la responsabilidad social empresarial (*)

VIERNES 11 DE JULIO DE 2014 08:59
ESCRITO POR JOSE ANGEL MORENO IZQUIERDO
Correo electrónicoImprimirPDF

diarioresponsable.com"No podemos admitir responsabilidad social empresarial que no lo es. No podemos admitir más incoherencias, más contradicciones y más falseamientos de la verdadera RSE". Las anteriores son palabras deRamón Jáuregui contenidas en uno de los artículos que se integran en el último número de la publicación de Economistas sin FronterasDossieres EsF, que lleva por expresivo título

 "Responsabilidad social corporativa: para superar la retórica".  

Palabras que reflejan con claridad el espíritu general del documento: frente a las expectativas (seguramente desmedidas e ingenuas) que este concepto había generado en sus inicios, los resultados han sido, cuando menos, decepcionantes, si no algo bastante peor.

Rebobinemos brevemente el argumento (en lo que no es más que una síntesis de mi colaboración en el dossier mencionado). Aunque originado en parte en las demandas sociales frente a los comportamientos de las grandes empresas transnacionales a lo largo de los años 90 del pasado siglo, el concepto de responsabilidad social empresarial o corporativa (RSE o RSC) fue rápida y entusiásticamente acogido por las propias empresas transnacionales: como instrumento de defensa de su imagen frente a las señaladas demandas, pero también como elemento central de un nuevo discurso empresarial, aparentemente sensibilizado ante los problemas que las grandes empresas podían estar generando y presuntamente orientado a alinear mejor los comportamientos empresariales con las necesidades y valores sociales. 

Un discurso presidido, por tanto, por un cierto reconocimiento de la culpa, por un supuesto arrepentimiento y por un pretendido ánimo de enmienda, en el marco de una nueva voluntad de ciudadanía corporativa.

Pero un discurso, sobre todo, fundamentado en que esa nueva actitud era precisamente la óptima también para la propia empresa. Lejos de debilitarla o de ser para ella un coste necesario para mejorar su imagen, era el vector central de la mejor estrategia económica posible a largo plazo. Un enfoque de la gestión que -además de beneficios para los sectores afectados y para el conjunto de la sociedad- propiciaba sobre todo un poderoso tónico para la vitalidad económica empresarial: el fortalecimiento de la capacidad de generación de valor de forma sostenida a lo largo del tiempo. Es lo que se ha dado en llamar el "business case" (la justificación económica) de la RSE: una justificació

n que se ha convertido en el argumento central de defensa de la RSE por parte de las grandes empresas que dicen apostar por ella. Un argumento bajo el que subyace la idea de que la adopción de comportamientos responsables no depende tanto del eventual talante ético de los empresarios ni siquiera sólo de las presiones sociales, sino ante todo del propio interés empresarial, de su inteligencia, de su "egoísmo ilustrado". Algo que parece posibilitar una feliz conciliación de lo que es justo y necesario para la sociedad con lo que, al tiempo, es conveniente para la empresa: el camino, casi, para el mejor de los mundos posibles.

Lástima que sea una convicción que -pese a las profusas manifestaciones de fe y a todo el despliegue (y el negocio) que ha generado- no parezca haber calado de verdad ni siquiera entre las grandes empresas que más la proclaman.  Aunque no son despreciables los cambios que la extensión de este enfoque de la gestión ha impulsado, en su inmensa mayoría son cambios que no pasan de ser fenómenos fundamentalmente epidérmicos y eminentemente formales, que no afectan significativamente al núcleo de la actividad de las empresas ni a sus criterios y formas de actuación esenciales. Sólo los cegados por la complacencia pueden negar que las grandes empresas, en la esencia, siguen actuando como siempre: ni siquiera en las más avanzadas, y más allá de  aspectos puntuales,  se perciben los cambios reales en sus prácticas que debería implicar una opción decidida y auténtica por la RSC.

Más aún, da la impresión de que los defensores y profesionales de la RSE no han (no hemos) reparado suficientemente en lo que parece una paradoja brutal: los años de arraigo y consolidación de este enfoque en la gran empresa (desde finales de los 90/comienzos de los 2000 hasta el estallido de la crisis) han coincidido casi milimétricamente con los años de esplendor del capitalismo ferozmente especulativo e hiper-financiero que nos ha conducido al desastre y que no sólo se ha convertido en el modelo dominante a escala macro, sino también en el interior de la inmensa mayoría de las grandes empresas. Los años de financiarización acelerada de la actividad empresarial, de intensificación como nunca del cortoplacismo, de prioridad absoluta a los accionistas en el gobierno empresarial, de deterioro abrumador de las condiciones y los derechos de los trabajadores en la gran empresa y de ensanchamiento espeluznante de las desigualdades en su interior; los años también de uso y abuso hasta la extenuación por parte de las grandes empresas de prácticas dudosamente compatibles con la RSE (paraísos fiscales, ingeniería fiscal, contabilidades creativas, especulación, corrupción, fraudes de todo tipo, remuneraciones de escándalo a altos directivos y consejeros, productos claramente nocivos para la sociedad, etc., etc., etc.). Fenómenos, que no sólo han sido frecuentes, sino que se han producido con una intensidad mayor que nunca en la historia del capitalismo moderno: que han alcanzado en estos años su apoteosis. Y además, precisamente, en una gran cantidad de casos en las mismas empresas que en esos mismos momentos defendían farisaicamente lo contrario, enarbolando paladinamente el discurso de la RSE. Tremendo.

No es extraño que se haya podido pensar que no puede tratarse simplemente de una paradoja casual, sino que quizás se trate de algo más premeditado: la construcción de un sofisticado oxímoron impulsado en buena medida por las propias grandes empresas transnacionales que más incentivaron aquellas tendencias como una estrategia en absoluto accidental para hacerlas más soportables por la sociedad. 

Una maniobra de distracción, una más de esas ficciones útiles que recurrentemente inventa el sistema para vender más, convencer mejor, dulcificar su imagen y mitigar las resistencias. En definitiva, la RSC como discurso no simplemente retórico, sino eminentemente ideológico, legitimatorio y manipulatorio: una retórica gatopardiana que acumula muchos cambios fútiles para que nada cambie en la realidad.  Es la tesis defendida por los sectores más críticos con este fenómeno. Una tesis ciertamente discutible, pero en la que -si se examina con objetividad- es difícil no ver sólidos argumentos. Máxime tras todo lo sucedido con la crisis y con las actuaciones que están desarrollando desde su estallido muchas empresas transnacionales.

Ante esta situación, quienes todavía pensamos que la RSC no es un concepto inútil para impulsar mejores comportamientos empresariales y, en definitiva, mejores empresas no podemos dejar de reivindicar cambios sustanciales en su concepción y en su práctica. La formulación de propuestas en esta dirección es el objeto esencial del dossier comentado, con la pretensión de contribuir a perfilar una concepción más avanzada de la RSC: más eficaz para impulsar una mayor responsabilidad empresarial, pero también más útil como instrumento de cambio social políticamente progresista. Razones de espacio me impiden reseñarlas todas, pero apunto muy brevemente las que a mí me parecen esenciales para romper la inercia en la que en la actualidad estamos:

Fortalecimiento de la exigencia social: para lo que es fundamental el fortalecimiento del  tejido cívico y asociativo de la sociedad civil.

Obligatoriedad legal sin paliativos de los aspectos básicos de la RSC (DD.HH., relaciones laborales decentes, respeto ambiental, integridad, transparencia informativa…): todos esos aspectos que por su propia importancia para las partes afectadas y para la sociedad no pueden ser dejados al albur de la libre voluntad de las empresas.  Son una exigencia moral y de justicia y deben ser una exigencia legal.

Cambios legales que propicien en las grandes empresas sistemas de gobierno corporativo más responsables y más participativos entre todos los grupos de interés significativos, impulsando el progreso hacia una cierta democratización  empresarial.

Control político del mercado: si se advierte que  el modelo socio-económico imperante y el funcionamiento de los mercados condicionan severamente los comportamientos empresariales e incentivan la irresponsabilidad social de las grandes empresas,  revertir ese irresponsabilidad de forma significativa exige una voluntad política capaz de replantear a nivel nacional e internacional el funcionamiento del mercado, reorientando y subordinando su lógica a la lógica de la democracia: fijando límites extraeconómicos al predominio absoluto de los valores del beneficio y de la competitividad. Por eso, muchos pensamos que la superación de esa irritante retórica de la RSC es un desafío eminentemente político (seguramente inabordable a escala exclusivamente nacional).

Sin duda, propuestas de apabullante dificultad y que probablemente caen de lleno en el terreno de la utopía. Pero quizás más utópica resulte la desaforada pretensión de conseguir grandes empresas realmente responsables sin disponer ni de la capacidad ni de la voluntad política para avanzar hacia ella.

(*) Publicado originalmente en eldiario.es4




Leer más:  La retórica de la responsabilidad social empresarial (*) | Diario Responsable  http://www.diarioresponsable.com/empresas/noticias/17959-empresas-rse-maniobra-de-distraccion-valores.html#rQL6sIItaM54XhgK
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