viernes, marzo 17, 2006


PRACTIQUEMOS UN POCO DE INGLES….CON NOTICIAS

Latest Wireless Gadgets Leap Ahead of Old Hardware
The American Lawyer

The words that make a lawyer's heart beat faster are no longer "billable hours" but "new BlackBerry" or "new Palm." Tech writer Alan Cohen takes two PDAs and some portable keyboards for spins and reports back on the good, the bad and the ugly. He finds the latest BlackBerry is greatly improved and "simply feels right in your hand." He says Palm has some good ideas for its TX model, chief among them the price. And he has high praise for the latest portable keyboards. He says you might actually use them.
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Best regards, Rodrigo González Fernández, consultajuridica.blogspot.com; lawyerschile.blogspot.com

 

 

 

 

ACOSO SEXUAL CUESTION IMPORTANTE HOY EN EMPRESAS E INSTITUCIONES QUE HAY QUE PREVENIR

MOBBING  ACOSO SEXUAL LABORAL EL PSICOTERROR

Las empresas deben capacitar a su personal para evitar una escalada de demandas. Nosotros iniciaremos un ciclo de charlas  dirigido a las empresas e instituciones a las que invitamos a debatir y con mucho agrado les visitaremos  con  experto abogado en la materia.

Tan antiguo como el  trabajo, el acoso moral –o mobbing– continúa actualmente existiendo entre nosotros, habiéndose intensificado en su gravedad por la frecuencia de las denuncias en contra de las empresas . Ya tenemos ley sobre la materia. ley 20.005 de Acoso Sexual

 

Definido comúnmente como el establecimiento de comunicaciones no éticas, generalmente entre un superior perverso y su subordinado, el mobbing, término derivado de mob (horda, plebe), se caracteriza por la repetición de comportamientos hostiles, técnicas de desestabilización e intrigas contra un(a) trabajador(a) que desarrolla como reacción graves problemas psicológicos duraderos. Es un proceso destructivo sutil, que puede llevar a la discapacidad permanente, como así también a la muerte de la víctima.

El descontrol de las emociones tóxicas asociadas al mobbing o acoso psicológico se traduce fácilmente en reacciones conscientes o no de agresividad y/o inhibición nefasta en el puesto de trabajo.

 

La cadena empieza en la despersonalización de la persona, abandono psicológico y absentismo real, incremento vertiginoso de los costos, mal servicio al cliente interno y externo, y termina  en la pérdida de la rentabilidad económica.  Obviamente trae un enorme perjuicio para la empresa

 

Entonces, hay que aprender a confrontar los malos momentos con acierto personal  y profesionalmente incide directamente en la mejora y aseguramiento de actitudes y comportamientos sanamente competitivos y rentables para la persona, para el trato comercial con los clientes y promueven automotivación interna, valiosa también para alcanzar e incrementar la rentabilidad empresarial necesaria.

 

Una persona trata de humillar a otra para fortalecer su autoestima y demostrar poder. Restringe a la víctima de la posibilidad de hablar, aísla a la misma de sus colegas, no considera sus opiniones, no le asigna tareas, critica permanentemente, establece el terror telefónico, ataca creencias religiosas y políticas, grita, insulta, habla “a espaldas”, difunde rumores y comentarios injuriosos. Estas son algunas de las prácticas puestas en marcha por la jefatura que abusa del poder y realiza una manipulación perversa, muchas veces con el consentimiento de la empresa. Esta desconoce que la jefatura, además de ser peligrosa para la víctima, es  peligrosa para todo el grupo.

 

En un comienzo es algo inofensivo y el(la) trabajador(a) agredido(a) no quiere  mostrarse ofendido(a), tomando todo en broma. Con la permanencia de este cuadro y la repetición de las agresiones, la víctima es acorralada y sometida a una situación degradante, y cuando protesta es llamada  “paranoica”. Los compañeros de trabajo permanecen complacientes y no hacen nada por miedo a ser los siguientes, lo cual crea un “pacto de tolerancia y silencio”.

 

La agresión tiende a desencadenar ansiedad, y la víctima se coloca en actitud defensiva (hiper vigilancia) por tener una permanente sensación de amenaza, surgiendo sentimientos de fracaso, impotencia y baja autoestima. El(la) trabajador(a) queda desestabilizado(a), ridiculizado(a), debilitado(a) y estigmatizado(a), siendo considerado(a) como una persona de “difícil convivencia”, “mal carácter” y “loco”(a).

 

La víctima que continúa trabajando es responsabilizada por la caída de la  producción y por la falta de calidad del producto producido o del servicio prestado. Por presentar depresión reactiva, disturbios del sueño, mareos, pérdida de la concentración, irritación, y por contar con escasa información sobre sus tareas, está más propenso a sufrir accidentes de trabajo, siendo muchas veces responsabilizado(a) por los mismos.

 

Las empresas pierden tanto en los costos tangibles (pérdida de la eficiencia, ausentismo, reclutamiento y selección, litigios en la justicia, aumento de accidentes y enfermedades de trabajo), como en los costos intangibles, (reputación de la empresa, relaciones  con la sociedad y sabotaje).

 

La sociedad en general  pierde por causa de los gastos previsionales, debido a las discapacidades para el trabajo. Vale destacar que el sufrimiento del(de la) trabajador(a) es reconocido como enfermedad del trabajo por la legislación brasileña.

 

Como respuesta al cuadro descrito, es recomendable realizar un buen análisis. Es decir, si existe realmente la amenaza (regular y por largo período de tiempo) de la dignidad y/o la integridad física o psíquica como consecuencia de un comportamiento hostil por parte de una o varias personas, se puede pensar en acoso moral, mobbing , bullying  o harcelemen

Evidentemente es un problema al interior de la organización , empresa o institución.

Ya tenemos abogados especializados en la materia ; entonces, las empresas deben capacitar a su personal para evitar una escalada de demandas

Saludos Rodrigo González Fernández, consultajuridica.blogspot.com

 

 

CHILE, LA EXCEPCION

Asi nos ven desde Europa.Un trabajo de  Eduardo Caldarola de Bello,

blog  votoenblanco que comparto con los lectores chilenos.

En un subcontinente –el latinoamericano- en el que las desigualdades más flagrantes, las corrupciones de todo tipo, las terribles estelas dejadas por la impunidad más aberrante, el nivel ínfimo de una clase política atenazada por imágenes y procedimientos de un pasado demasiado imperfecto, y la vuelta a vetustas fórmulas políticas en forma de “novedosos procesos revolucionarios”, son el pan de cada día, parece que un solo país configura la excepción a la regla general: me refiero a la República de Chile.

No quiero decir con esto que en Chile no estén presentes hoy, aunque en una proporción menor, algunas de las lacras antes mencionadas. Pero, lo que parece obvio es que los chilenos han decidido emprender un camino distinto al de sus convecinos latinoamericanos.

Con más de 16 millones y medio de habitantes, de los cuáles un 97 por ciento se encuentran alfabetizados y un 93 por ciento son mestizos, los chilenos tienen actualmente una esperanza de vida que llega a los casi 77 años y residen en un territorio de algo más de 760 mil kilómetros cuadrados.

Su excepción en el turbulento panorama latinoamericano es tan manifiesta como lo fue el proceso de la llegada al poder de la primera mujer en los 186 años de Chile como nación independiente. Michelle Bachelet, médico pediatra, madre de 3 hijos, divorciada y formada en la antigua República Democrática Alemana, es la primera víctima de la dictadura de Pinochet en llegar a La Moneda, el palacio presidencial chileno. Su padre, el general Alberto Bachelet, fue asesinado tras ser salvajemente torturado mientras se encontraba detenido tras el sangriento golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Como militar respetuoso con la Ley, no quiso sumarse al criminal e involucionista proyecto pinochetista. Ella, junto con su madre, también sufrió la detención, la tortura y el exilio.

Lo interesante de esta mujer, una especialista en temas de Defensa –fue ministra del ramo con éxito, a pesar de las reticencias iniciales que produjo su nombramiento-, es que a pesar de su agnosticismo reconocido, acaba de nombrar –como muy bien apunta el analista argentino Andrés Oppenheimer en el periódico “La Nación”- un gabinete en el que participan, mayoritariamente, socialistas y demócratas cristianos. Ha buscado a los mejores por encima de banderas partidarias, ideológicas e incluso de fe, al contrario de lo que sucede en muchos de los restantes países iberoamericanos, en los que las “bandas de amigos, amiguetes y amigos de los amiguetes”, sea cuál sea su calificación personal y profesional, ostentan unos cargos, poderes y privilegios absolutamente incompatibles con el funcionamiento de una democracia más o menos organizada y moderna.

No hay que olvidar que la sociedad chilena todavía está inmersa en el proceso de “daños colaterales” –y no tan colaterales- sufridos por la acción de la dictadura militar de Pinochet, y que buena parte de la misma, aunque minoritaria, todavía tiene su corazoncito cercano a los postulados que tanto enfatizó el criminal general junto a sus secuaces. Esta circunstancia hace más valiosa a los ojos de propios y extraños las primeras medidas tomadas por la presidenta chilena.

En su gabinete figuran personalidades como la de Alejandro Foxley, demócrata cristiano, ex ministro de Hacienda y que ahora será el nuevo Canciller (ministro de Asuntos Exteriores) del Gobierno. No obstante, uno de los detalles que llaman la atención es la alta calificación de los miembros de su equipo: un 70 por ciento o más hablan inglés y otras lenguas –de hecho Michelle Bachelet habla cuatro idiomas- y la mayoría ostentan doctorados en las universidades más importantes de Estados Unidos y Europa. En los países latinoamericanos esto no es lo habitual: según Oppenheimer, “menos del 10 por ciento de los ministros habla inglés, o alguna otra lengua extranjera”.

Muchos de los ministros de Bachelet vivieron en el exilio, en los Estados Unidos o en Europa, y lo que hicieron fue prepararse para el futuro “en lugar de lamentarse acerca de sus dramas personales”. Andrés Velasco, que será ministro de Hacienda, es profesor de la Universidad de Harvard y obtuvo su maestría en Yale y su doctorado en Economía en Columbia; Vivianne Blanlot, que será ministra de Defensa, obtuvo una maestría en Economía de American University en Washington; Karen Poniachik, que será ministra de Minería, una cartera clave, ha sido directora de programas de negocios del Consejo de las Américas en Nueva York; Edudardo Bitran, con un doctorado en Economía de la Universidad de Boston, será el nuevo ministro de Obras Públicas; Alvaro Rojas Marín, médico veterinario con un doctorado de la Universidad de Munich, será ministro de Agricultura.....y así hasta la veintena.

Patricio Navia, profesor chileno en la Universidad de Nueva York, también nos aporta otra clave: “muchos de los hombres y mujeres que ha elegido Bachelet se caracterizan por privilegiar la discusión, el debate de ideas por encima del dogmatismo”. Si esto es así, si Michelle Bachelet logra –tal como de una u otra manera ha hecho el ex presidente Ricardo Lagos, un ex miembro del gobierno de Salvador Allende que deja su cargo con un 70 por ciento de aprobación popular- continuar con esta senda de trabajar con los mejores “para que Chile tenga lo mejor”, sin duda habrá marcado otro hito en el devenir del país trasandino.

No pocos analistas de todo el mundo indican que el verdadero éxito económico chileno se basa en su incorporación a la economía global, a su política de acuerdos bilaterales –sin descuidar las posibilidades de integración regional, como el MERCOSUR-, y a su pragmatismo comercial –sus productos, por ejemplo, similares en muchos campos a los argentinos, es posible encontrarlo desde hace años en los hipermercados europeos, cosa que no ocurre con los de sus vecinos-. No obstante el verdadero éxito de los chilenos consistirá en globalizar en su propia sociedad conceptos como el de democracia, y valores como el de la igualdad, el respeto máximo por la Ley, y la defensa a ultranza de los derechos humanos.

La tarea es ímproba pero vale la pena. No obstante, Chile, una vez más en las últimas décadas, muestra que su apuesta de futuro es sólida y está bien encaminada. Muchos vecinos deberían mirarse en este espejo tan cercano.
Desde votoenblanco.com  Saludos Rodrigo González Fernández, consultajuridica.blogspot.com