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Cosechando los Beneficios de los Berries
Si Chile, en sí mismo, está alejado de sus principales mercados de exportación, esta condición de lejanía es aún mayor para los pequeños agricultores de zonas remotas en el interior de los campos del país, no obstante los productores de berries en el sur de Chile están superando la distancia. Las exportaciones de berries de Chile están en auge. De US$96 millones en 1996, subieron a US$305 millones en el 2006 y se estima que llegarán a US$347 millones este año. Signo de esa expansión, es que una empresa chilena -Hortifrut- ha surgido como uno de los principales actores en el mercado internacional de los berries.
De hecho, Hortifrut es desde el 2000 socio de Global Berry Farms, la empresa con sede en Florida que es el segundo mayor proveedor de berries en Estados Unidos. Sin embargo, la creciente demanda internacional de berries, impulsada por sus afamados beneficios para la salud, también abrió nuevas oportunidades para pequeños productores, como los miembros de Sercocamp, una asociación de agricultores cerca de Linares, en el sur de Chile. Este hecho ha influido no sólo en sus ganancias, sino que también, y drásticamente, en su calidad de vida. "Siempre menciono la experiencia de uno de nuestros productores más antiguos", señala Rosa Cariman, gerente general de la asociación. "La primera vez que lo vi, traía sus frambuesas en una bicicleta, luego tuvo un carretón y ahora tiene un furgón".
Pero el truco para los productores de Sercocamp radica en que la mayoría no tiene más de un cuarto de hectárea plantada con frambuesas o moras, sus principales productos. Y, si bien siempre han exportado la mayor parte de producción -el mercado local para las frambuesas y moras es diminuto- sólo podían hacerlo mediante la venta de su producción a competidores más grandes. Esto significa un precio que equivale a un quinto de lo que obtendrían al exportar directamente, señala Cariman. Y exportar en forma directa es lo que han estado haciendo desde el 2005. Hasta ahora, sólo una décima parte de su producción se exporta de manera directa, principalmente al Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Alemania. No obstante, su objetivo es llegar al 100%, afirma Cariman, y con el tiempo quedarse con una porción mayor de los posibles ingresos al eliminar al distribuidor en sus mercados internacionales y entenderse directamente con las firmas minoristas. Otro proyecto -aunque a más largo plazo- apunta a iniciar la exportación directa tanto de fruta fresca como congelada.
La mayoría de las frambuesas chilenas se exportan congeladas -las frambuesas corresponden a la mitad de todas las exportaciones del país de fruta congelada-, pero los retornos son más jugosos en los productos frescos. En su planta de procesamiento en Yerbas Buenas, cerca de Linares, Sercocamp tiene la capacidad no sólo para congelar, sino que también para entregar el enfriamiento rápido que se requiere para exportar fruta fresca. "La demanda está", afirma Cariman, "y podríamos exportar todo lo que producimos, ya sea fresco o congelado." El problema es el flujo de caja.
Las frambuesas y las moras tienen que cosecharse a mano -durante la cosecha, Sercocamp crea cerca de 1.000 empleos- y los trabajadores esperan que se les pague al término de cada semana, no cuando los retornos de las exportaciones comiencen a llegar. Los créditos para las exportaciones cubrirían la brecha, pero los bancos se niegan a hacerlo ante la incapacidad de Sercocamp de entregar garantías. Pero ése es un problema que esperan resolver pronto al levantar la prenda sobre su planta, la que está en poder del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) del gobierno, entidad que financió la construcción de la planta en 1998. Al mismo tiempo, la asociación también está tratando de obtener más flujo de caja de la planta al mantenerla en operaciones por un período más largo.
Hasta el 2005, la planta -que entonces se usaba sólo para frambuesas, moras y algo de frutillas- operaba de diciembre a marzo o abril. El año pasado, al congelar también uvas para exportar, las que se usan en ensaladas de frutas, la planta se mantuvo abierta hasta junio y, este año, al incorporar kiwis cortados, prolongó la temporada aún más. Los Beneficios del Comercio Rosa Cariman, agrónoma de la Universidad Católica de Valparaíso, conoció por primera vez a los productores de berries de Linares -el área donde se produce la mayor parte de las frambuesas de Chile- cuando trabajaba comprando frutas para un productor chileno de jugos.
Lo que encontró, recuerda, eran productores haciendo un gran esfuerzo por mejorar los estándares, pero que debido a su pequeño tamaño y bajo nivel educacional -la mayoría no tiene educación secundaria ni mucho menos sabe inglés- no recibían tanto como podían por su trabajo. Finalmente se unió a Sercocamp en el 2004 y admite que, si bien ha sido gratificante, su trabajo no ha sido sencillo. Lograr que los 117 productores de berries de la asociación se pongan de acuerdo sobre los cambios puede ser un proceso largo -reuniones que se suponían durarían una hora, se extendían a cuatro- y, si bien la nueva generación es más flexible, se tuvo que convencer a los productores más viejos de que, por ejemplo, dejarán de fumar al interior de la planta. No obstante, la planta ahora está bien encaminada para conseguir una certificación HACCP (Hazard Analysis Critical Control Point) para sus estándares.
"Eso es muy costoso para una pequeña empresa como Sercocamp, pero vital para la confianza de nuestros clientes", destaca Cariman. Sin embargo, la apuesta de la asociación por exportar directamente también ha generado cambios que se extienden mucho más allá de la planta en sí o incluso de las prácticas de cultivo de sus miembros. De hecho, los productores de berries de Linares fueron el ejemplo de los a veces olvidados beneficios del libre comercio que Ricardo Lagos, ex presidente de Chile, mencionó recientemente al dirigirse a los miembros de la Asociación de Cámaras Americanas de Comercio en Latinoamérica y el Caribe (AACCLA), en su reunión celebrada en Santiago.
En el caso de los productores de Sercocamp, el acceso a los mercados internacionales ha significado, entre otras cosas, mejores caminos. Hasta hace algunos años atrás, estos agricultores tenían que luchar con caminos de tierra y, sin importar cuán bien cubrieran sus berries, a menudo el polvo los alcanzaba antes de que llegaran a la planta. Recorrer en un camino de tierra, aunque sea una pequeña distancia, puede ser fatal para los berries, comenta Cariman. Después de todo, las frambuesas y las moras no pueden lavarse y la planta con frecuencia tenía que rechazar cargas, con todos los costos que eso implicaba para el productor. "Las buenas prácticas de los productores solamente pueden llegar así de lejos, si el país no les pone un barreras a sus esfuerzos", apunta Cariman. Y eso es lo que ahora está ocurriendo, a medida que los caminos alrededor de Linares se están pavimentando gradualmente, llevándolos a estándares que compatibilizan con aquellos que los productores de berries también están luchando por alcanzar.
Fuente: businesschile.cl
Si Chile, en sí mismo, está alejado de sus principales mercados de exportación, esta condición de lejanía es aún mayor para los pequeños agricultores de zonas remotas en el interior de los campos del país, no obstante los productores de berries en el sur de Chile están superando la distancia. Las exportaciones de berries de Chile están en auge. De US$96 millones en 1996, subieron a US$305 millones en el 2006 y se estima que llegarán a US$347 millones este año. Signo de esa expansión, es que una empresa chilena -Hortifrut- ha surgido como uno de los principales actores en el mercado internacional de los berries.
De hecho, Hortifrut es desde el 2000 socio de Global Berry Farms, la empresa con sede en Florida que es el segundo mayor proveedor de berries en Estados Unidos. Sin embargo, la creciente demanda internacional de berries, impulsada por sus afamados beneficios para la salud, también abrió nuevas oportunidades para pequeños productores, como los miembros de Sercocamp, una asociación de agricultores cerca de Linares, en el sur de Chile. Este hecho ha influido no sólo en sus ganancias, sino que también, y drásticamente, en su calidad de vida. "Siempre menciono la experiencia de uno de nuestros productores más antiguos", señala Rosa Cariman, gerente general de la asociación. "La primera vez que lo vi, traía sus frambuesas en una bicicleta, luego tuvo un carretón y ahora tiene un furgón".
Pero el truco para los productores de Sercocamp radica en que la mayoría no tiene más de un cuarto de hectárea plantada con frambuesas o moras, sus principales productos. Y, si bien siempre han exportado la mayor parte de producción -el mercado local para las frambuesas y moras es diminuto- sólo podían hacerlo mediante la venta de su producción a competidores más grandes. Esto significa un precio que equivale a un quinto de lo que obtendrían al exportar directamente, señala Cariman. Y exportar en forma directa es lo que han estado haciendo desde el 2005. Hasta ahora, sólo una décima parte de su producción se exporta de manera directa, principalmente al Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Alemania. No obstante, su objetivo es llegar al 100%, afirma Cariman, y con el tiempo quedarse con una porción mayor de los posibles ingresos al eliminar al distribuidor en sus mercados internacionales y entenderse directamente con las firmas minoristas. Otro proyecto -aunque a más largo plazo- apunta a iniciar la exportación directa tanto de fruta fresca como congelada.
La mayoría de las frambuesas chilenas se exportan congeladas -las frambuesas corresponden a la mitad de todas las exportaciones del país de fruta congelada-, pero los retornos son más jugosos en los productos frescos. En su planta de procesamiento en Yerbas Buenas, cerca de Linares, Sercocamp tiene la capacidad no sólo para congelar, sino que también para entregar el enfriamiento rápido que se requiere para exportar fruta fresca. "La demanda está", afirma Cariman, "y podríamos exportar todo lo que producimos, ya sea fresco o congelado." El problema es el flujo de caja.
Las frambuesas y las moras tienen que cosecharse a mano -durante la cosecha, Sercocamp crea cerca de 1.000 empleos- y los trabajadores esperan que se les pague al término de cada semana, no cuando los retornos de las exportaciones comiencen a llegar. Los créditos para las exportaciones cubrirían la brecha, pero los bancos se niegan a hacerlo ante la incapacidad de Sercocamp de entregar garantías. Pero ése es un problema que esperan resolver pronto al levantar la prenda sobre su planta, la que está en poder del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) del gobierno, entidad que financió la construcción de la planta en 1998. Al mismo tiempo, la asociación también está tratando de obtener más flujo de caja de la planta al mantenerla en operaciones por un período más largo.
Hasta el 2005, la planta -que entonces se usaba sólo para frambuesas, moras y algo de frutillas- operaba de diciembre a marzo o abril. El año pasado, al congelar también uvas para exportar, las que se usan en ensaladas de frutas, la planta se mantuvo abierta hasta junio y, este año, al incorporar kiwis cortados, prolongó la temporada aún más. Los Beneficios del Comercio Rosa Cariman, agrónoma de la Universidad Católica de Valparaíso, conoció por primera vez a los productores de berries de Linares -el área donde se produce la mayor parte de las frambuesas de Chile- cuando trabajaba comprando frutas para un productor chileno de jugos.
Lo que encontró, recuerda, eran productores haciendo un gran esfuerzo por mejorar los estándares, pero que debido a su pequeño tamaño y bajo nivel educacional -la mayoría no tiene educación secundaria ni mucho menos sabe inglés- no recibían tanto como podían por su trabajo. Finalmente se unió a Sercocamp en el 2004 y admite que, si bien ha sido gratificante, su trabajo no ha sido sencillo. Lograr que los 117 productores de berries de la asociación se pongan de acuerdo sobre los cambios puede ser un proceso largo -reuniones que se suponían durarían una hora, se extendían a cuatro- y, si bien la nueva generación es más flexible, se tuvo que convencer a los productores más viejos de que, por ejemplo, dejarán de fumar al interior de la planta. No obstante, la planta ahora está bien encaminada para conseguir una certificación HACCP (Hazard Analysis Critical Control Point) para sus estándares.
"Eso es muy costoso para una pequeña empresa como Sercocamp, pero vital para la confianza de nuestros clientes", destaca Cariman. Sin embargo, la apuesta de la asociación por exportar directamente también ha generado cambios que se extienden mucho más allá de la planta en sí o incluso de las prácticas de cultivo de sus miembros. De hecho, los productores de berries de Linares fueron el ejemplo de los a veces olvidados beneficios del libre comercio que Ricardo Lagos, ex presidente de Chile, mencionó recientemente al dirigirse a los miembros de la Asociación de Cámaras Americanas de Comercio en Latinoamérica y el Caribe (AACCLA), en su reunión celebrada en Santiago.
En el caso de los productores de Sercocamp, el acceso a los mercados internacionales ha significado, entre otras cosas, mejores caminos. Hasta hace algunos años atrás, estos agricultores tenían que luchar con caminos de tierra y, sin importar cuán bien cubrieran sus berries, a menudo el polvo los alcanzaba antes de que llegaran a la planta. Recorrer en un camino de tierra, aunque sea una pequeña distancia, puede ser fatal para los berries, comenta Cariman. Después de todo, las frambuesas y las moras no pueden lavarse y la planta con frecuencia tenía que rechazar cargas, con todos los costos que eso implicaba para el productor. "Las buenas prácticas de los productores solamente pueden llegar así de lejos, si el país no les pone un barreras a sus esfuerzos", apunta Cariman. Y eso es lo que ahora está ocurriendo, a medida que los caminos alrededor de Linares se están pavimentando gradualmente, llevándolos a estándares que compatibilizan con aquellos que los productores de berries también están luchando por alcanzar.
Fuente: businesschile.cl
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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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