Poca claridad y omisión de información por parte de las autoridades
Las dudas que pesan sobre el manejo de la Subsecretaría de Salud en el caso de la listeria
Con el mayor cuidado para proteger la imagen de Agrosuper se ha manejado Jeanette Vega (en la foto). Porque a pesar de que las voces de alerta sobre la presencia de la bacteria en productos de la compañía se dio hace meses entre las autoridades de salud, recién el lunes pasado se anunció oficialmente. Fórmula muy distinta a la adoptada el año pasado con la empresa Chevrita, cuyos productos fueron sacados del mercado antes que se confirmara que estaban contaminados.
Por Claudia Urquieta Ch.
La semana pasada, el Ministerio de Salud (Minsal) informó que se estaban indagando seis empresas "grandes y conocidas" por el nuevo brote de listeria, y que el viernes 10 de abril se especificarían los responsables. Estas declaraciones sólo se entregaron luego de que el senador Guido Girardi diera a conocer públicamente la existencia de un nuevo brote de listeria, con la consiguiente necesidad de proteger a los grupos vulnerables (embarazadas, recién nacidos, pacientes con enfermedades crónicas e inmunodeprimidos, y adultos mayores).
Pero ese viernes no se dio la información, ya que según un comunicado publicado en la página web de la cartera liderada por Álvaro Erazo, los resultados preliminares de los análisis realizados en los laboratorios del ISP no eran concluyentes, por lo que, se adujo en ese momento, "deberá hacerse una segunda batería de análisis moleculares que permitan determinar el origen del brote". Para ello, los técnicos estarían trabajando durante todo el fin de semana, cosa de tener los resultados el lunes 13.
Estos resultados preliminares se basaban en un informe que ese mismo día fue enviado por el Instituto de Salud Pública (ISP) a la subsecretaria de Salud Pública, Jeanette Vega, donde se indicaba la existencia del clon 001 de la bacteria -variante de la listeria asociada al brote que ha afectado en lo que va del año a 9 personas- en el jamón sándwich y pechuga de pollo laminada de la fábrica Agrosuper.
El estudio, firmado por el jefe del subdepartamento de microbiología clínica, Juan Carlos Hormazábal, indicaba que la certeza alcanzaba al 70-80 por ciento, por lo que era necesario extender los análisis para confirmar el nexo genético de las cepas provenientes de dichos alimentos con los aislamientos de los casos clínicos.
Por ello, se consideraba que no era conveniente informar de inmediato a la opinión pública hasta obtener los resultados definitivos. Así se hizo: recién el lunes 13 de marzo, Vega informó que el brote detectado en la Región Metropolitana se originó en las cecinas laminadas de pechuga de pollo y jamón de cerdo de la filial de Agrosuper Elaboradora de Alimentos Doñihue Limitada.
Doble estándar
Resulta a lo menos curioso el sumo cuidado con que se trató esta información que dañaba la imagen de la empresa liderada por Gonzalo Vial. Muy distinto al que se dio el año pasado a la empresa de productos caprinos Chevrita, ya que antes de que se confirmara oficialmente que algunos quesos de la compañía estaban contaminados, se alertó a la opinión pública de ello. E incluso se retiraron los productos sospechosos del mercado.
El 25 de noviembre de 2008 se anunció el retiro preventivo del queso tipo Brie de dicha marca, a raíz de los casos de listeria que a esa fecha arrastraba cuatro personas fallecidas. En la ocasión, el seremi Metropolitano de Salud, Roberto Belmar, aclaró que no era una alerta sanitaria como tal, sino sólo una medida preventiva, ya que "para esto se debe tener completa seguridad del origen de la enfermedad, el que hasta ahora no está claro".
Recién el 1 de diciembre se confirmó la presencia de la mortal bacteria en los quesos Brie y Camembert de la empresa.
Entonces ¿por qué en el caso de Agrosuper fue necesario confirmar con tanto celo la presencia de la bacteria antes de hacerlo público?
A pesar de que este medio intentó aclararlo con Vega, la respuesta del Minsal fue que no se referiría al tema porque la "subsecretaria ya ha dicho todo lo que tenía que decir al respecto".
Según fuentes ligadas al sector, en el brote de listeria del año pasado, la vocería estuvo liderada por el ISP, que optó por tomar cartas en el asunto para evitar nuevas muertes y afectados. Pero "esta vez la subsecretaria determinó tomar la vocería y dio instrucciones de que no se dijera nada que no pasara por ella, agarrando la voz de un tema que no manejaba", señalan.
Por ello, aseguran las mismas fuentes, este fin de semana largo, en que Vega estaba fuera de Santiago, se habría optado por esperar su retorno a la capital, lo que coincidiría con los resultados definitivos del ISP.
Las incógnitas
Por otra parte, los datos duros del caso no son para nada claros. Cuando Girardi denuncia que el SAG encontró listeria en Agrosuper en enero, enfoca la responsabilidad del asunto en dicha institución, alegando que el 5 de enero el organismo detectó listeria en productos elaborados por la empresa. Pero no apunta para nada en dirección de la Subsecretaría de Salud.
Según el SAG, empezaron a detectar el problema en la industria el 23 de diciembre del año pasado -aunque no especifican en qué compañías- información que entregaron a la subsecretaría liderada por Vega el 31 de diciembre. Sin embargo, no hay una versión oficial.
En cuanto a las verificaciones en muestras que habrían sido tomadas en febrero, marzo y abril, desde el SAG aseguran que también fueron notificados el Minsal y la Seremi de Salud. Pero tampoco hay claridad de cuándo se hizo, cuándo llegaron las muestras desde la Seremi al ISP, ni de cuando se iniciaron los análisis. Además ¿cuándo se hicieron los sumarios contra la filial de Agrosuper? ¿Por qué se empezaron a tomar medidas el 17 de marzo y no se anunciaron a la opinión pública? Las versiones no coinciden.
En suma, no está nada clara la ruta que siguió el tema. Sobre todo porque a partir del 5 de febrero ya no hubo más reportes al respecto en la web del ministerio, los que desde el brote del año 2008 venían siendo periódicos, dando la sensación de que el problema ya estaba zanjado.
Lo que tampoco se entiende es por qué si se manejaba información de la presencia de listeria desde enero (o antes), recién en abril se tuvieran resultados concretos. Frente a esto desde ninguno de los organismos comprometidos hubo respuesta.
Quizás a partir del próximo lunes, cuando empiece a regir la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, sea posible dilucidar estas dudas.