(MINERÍA CHILENA) En marzo de este año el proyecto Los Sulfatos fue protagonista de la última convención de la Prospectors and Developers Association of Canadá (PDAC) en Toronto. El equipo de exploraciones de Anglo American, liderado por Graham Brown y Vicente Irarrázaval, recibió el galardón Thayer Lindsley que distingue al más destacado descubrimiento minero internacional.
"Un premio de reconocimiento mundial como el recibido en la PDAC es un gran estimulo para la División de Exploraciones de Anglo American, porque nos da energía adicional para seguir trabajando con un mayor profesionalismo en la materialización de las etapas que se avecinan", señala Vicente Irarrázaval, vicepresidente de Exploraciones de Anglo American para la Región de los Andes.
La estimación de recursos en este depósito, efectuada durante agosto de 2008, y basada en 22.000 metros de sondajes, arrojó recursos en categoría de inferidos de 1.200 millones de toneladas con una ley media de 1,46% CuT y 0,023% de molibdeno, con un potencial de recursos de mas de 5.000 millones de toneladas y ley de 1% CuT, indica Irarrázaval.
En la actualidad Los Sulfatos sigue las etapas de desarrollo propias de un emprendimiento de su tipo, pero antes de entrar en esos detalles y para dimensionar su importancia es necesario remontarse a sus orígenes y a su contexto geológico.
Historia
Vicente Irarrázaval señala que para introducirse en la historia de Los Sulfatos es necesario revisar la tradición del distrito minero Los Bronces – Río Blanco. Información de la compañía indica que la primera mineralización de cobre en este lugar fue descubierta hace unos 150 años cuando trabajadores de la hacienda Las Condes se encontraron con una formación de calcopirita que brillaba como bronce. Tras iniciales explotaciones en pequeña escala, el primer estudio geológico de esta área fue realizado en 1916 por geólogos de la Andean Mining Company, precursora de Anaconda. Se describió en esa ocasión afloramientos de brechas de turmalina (calcopirita cementada por especularita) sobre un área de 1.500 x 400 m. El primer mapa geológico de Los Bronces fue publicado en 1927 y en él se aprecian las principales áreas de mineralización asociadas a brechas de turmalina.
Irarrázaval cuenta que las primeras señales de potencial cuprífero de Los Sulfatos vienen desde la primera mitad de la década de los '50, "cuando geólogos de Anaconda y del Gobierno chileno hicieron un mapeo del distrito Los Bronces - Río Blanco y sus alrededores. Sin embargo, previo a eso se había construido una serie de pequeños túneles de prospección en Los Sulfatos, potencialmente por parte del descubridor y desarrollador de la mina El Teniente, William Braden, en la primera mitad del siglo XX, pero mayor información acerca de esos túneles no se ha encontrado", relata.
Según el ejecutivo de Anglo American, los primeros sondajes conocidos en la zona se llevaron a cabo entre 1965 a 1967 por la minera francesa Peñarroya. "En el sector fueron ejecutados doce sondajes con un total de 2.332 metros, determinándose tres intervalos interesantes, incluyendo 66 m con 1,46% CuT, que para la época no eran muy alentadores", destaca. Estas perforaciones fueron desarrolladas combinando el uso de mulas con las primeras experiencias de uso de helicópteros.
Sin embargo, el verdadero potencial del prospecto no fue apreciado en esta campaña debido a lo superficial de los sondajes y a que muestras superficiales arrojaron modestas leyes de cobre debido a la predominancia de pirita en este terreno de superficie, según explica Irarrázaval.
La siguiente campaña de sondajes fue conducida durante la temporada 1990-1991. "Fueron ejecutados cinco sondajes en el sector de Los Sulfatos determinando un intervalo de más de 200 m con una ley de 0,9% CuT. El proyecto fue catalogado, en ese entonces, como un sistema porfídico de baja ley con tonelaje potencial limitado (70-100 millones de ton @0,8% -1,1% CuT), en comparación con la vecina operación de Los Bronces", detalla Irarrázaval.
En 2002 Anglo American compró Los Bronces y comenzó su estrategia de encontrar nuevos recursos dentro del distrito. Entre 2002 y 2003 la división de exploraciones centró sus esfuerzos en detectar recursos en sectores cercanos a la operación. "Durante la temporada 2003-2004 el equipo de la minera realizó reconocimiento geológico en los sectores de San Enrique-Monolito y Los Sulfatos y concluyó que ambas áreas eran prioritarias para desarrollar campañas de sondajes en la siguiente temporada. Después de obtener todos los permisos ambientales, la primera campaña de perforación comenzó en diciembre de 2004. Se construyeron tres plataformas y desde ellas se ejecutaron tres sondajes totalizando 2.244 m. Los sondajes comprobaron la existencia en profundidad de un sistema porfídico multi-pulso con presencia de mineralización de cobre (calcopirita y bornita) hospedada tanto en vetillas como diseminados", detalla el vicepresidente de exploraciones.
Por razones logísticas, la primera campaña de exploración de Anglo American en 2004 y 2005 se dirigió a evaluar el potencial del afloramiento del sistema porfídico de cobre que había sido perforado antes por Exxon, anteriores dueños de la entonces Disputada de Las Condes. En la fase de campo entre 2005 y 2006 se perforaron cinco pozos en Los Sulfatos que dieron como resultado la visualización de un depósito de pórfido de cobre y molibdeno convencional.
"Un avance significativo durante esta sesión de campo fue la finalización del primer pozo (Palsul5) en el sureste de la extensión de las brechas de turmalina en el lado sur del filo Von Kiesling. A pesar de las bajas leyes en la superficie, este pozo intersectó 365 m con una ley media de 0,78% Cu en una brecha hidrotermal desde una profundidad de 16 m", indica Vicente Irarrázaval. Este descubrimiento resaltó el potencial de otras partes dentro de la brecha con similares niveles de mineralización. En dicha sesión de campo el potencial del yacimiento fue considerado en el orden de 2.000 millones de toneladas de recursos de cobre con leyes medias mayores a 0,7% Cu.
"La primera campaña consistió en cinco sondajes de 4.276 m que extendió el cuerpo del sistema Los Sulfatos con leyes similares a las obtenidas en la temporada anterior. Sin embargo, no fue hasta la temporada 2006-2007, con ocho sondajes con 6.613 m, que nos dimos cuenta de que estábamos ante la presencia de un depósito de pórfidos de clase mundial", destaca Irarrázaval.
Los esfuerzos de la división de exploraciones de Anglo American de buscar nuevos recursos dentro del distrito Los Bronces – Río Blanco se enfocaron en extender la vida de Los Bronces. "Hasta el día de hoy continuamos con dicho programa en la búsqueda de mayores recursos", afirma Irarrázaval.
Depósito
Según sostiene Vicente Irarrázaval, Los Sulfatos "es un depósito tipo pórfido cuprífero, cuyo tamaño y calidad de la mineralización lo ubica dentro del grupo de yacimientos más importantes del país, tales como El Teniente, Los Pelambres, etc. La mineralización de cobre corresponde a calcopirita y bornita principalmente, y se aloja en varios cuerpos de pórfidos y brechas, presentándose en texturas diseminadas y en vetilleos intensos", detalla.
Para poner en contexto este prospecto, el ejecutivo indica que es necesario conocer la dotación de recursos y la geología del distrito Los Bronces – Río Blanco. Añade que los recursos totales del distrito ascienden a más de 200 millones de toneladas de cobre fino.
"La geología del distrito está conformada por rocas volcánicas y volcanoclásticas eocenas a miocenas, las que son intruídas por varios pulsos magmáticos miocenos. La mineralización de cobre y molibdeno del tipo pórfido cuprífero se aloja en pórfidos y brechas hidrotermales, que afloran a lo largo de un corredor de 9 km de largo por 2 km de ancho, y cuyas edades de emplazamiento indican que el sistema hidrotermal mineralizado estuvo activo por aproximadamente tres millones de años. Los centros de mineralización de tipo pórfido ocurren en los sectores La Paloma y Los Sulfatos y a ellos se asocia el emplazamiento de múltiples fases de brechas magmáticas-hidrotermales, que también alojan mineralización económica. Actualmente la mineralización reconocida permanece abierta en profundidad y al noreste", puntualiza Irarrázaval.
En términos de alteración hidrotermal, el profesional manifiesta que el sistema es bastante convencional, con zonas de alteración propilítica periférica y centros de alteración potásica reconocidos en Los Sulfatos y La Paloma.
"Una serie de cuerpos de brechas de turmalina, emplazados en la porción superior del sistema de pórfidos, afloran en la parte norte de sulfatos y se extienden hasta La Paloma, pasando por el sector del filo Von Kiesling. Estos cuerpos contienen clastos de andesitas y pórfidos sericitizados, en una matriz de turmalina y polvo de roca. La mineralización en estas brechas corresponde a pirita en niveles superficiales, y grada a calcopirita y a calcopirita-bornita hacia zonas más profundas. En algunos casos, cuerpos de brechas presentan cemento de calcopirita y corresponden a pulsos ricos en cobre emplazados en una etapa más tardía respecto a las brechas de turmalina. A profundidades mayores a 600 m las brechas de turmalina gradan a brechas de biotita y la mineralización en estos casos es casi exclusivamente bornita", detalla Irarrázaval.
En el sector de Los Sulfatos, el experto señala que aflora un complejo de pórfidos granodioríticos que exhiben intensa alteración potásica y sericita sobreimpuesta, que contienen mineralización de calcopitrita-bornitas en vetillas de cuarzo tipo A.
"Si miráramos (una gráfica) en tres dimensiones desde el suroeste, es posible ver la ubicación de las perforaciones de Peñarroya y Exxon, realizadas en las décadas del '60 y '90, respectivamente. Aunque esos primeros esfuerzos de exploración permitieron destacar el potencial de Los Sulfatos, no fue hasta la tercera etapa de perforaciones de Anglo American que el centro de mayor ley de este sistema fue descubierto bajo la cresta Von Kiesling", resalta Vicente Irarrázaval. "El depósito permanece abierto hacia el noroeste y en profundidad, y el núcleo de mayor ley del depósito se encuentra debajo de la cresta del filo Von Kiesling", agrega.
En terreno
Construir la historia más reciente de éxito en la exploración de este proyecto no fue simple, ya que temas logísticos y de seguridad plantearon complejos desafíos. "Además de gran altitud; sobre los 4000 m.s.n.m.; clima extremo, topografía abrupta y temporadas cortas para explorar debido a las limitaciones climáticas; el prospecto se localiza en un área sensible ambientalmente y por ello la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) puso una serie de restricciones entre las que destaca la no construcción de caminos, lo que derivó en que tanto el recurso humano, como el campamento e instalaciones en general, y todo el equipo de perforación, fuese transportado en helicóptero", describe Irarrázaval.
"Fue un gran desafío, ya que todo debía estar perfectamente coordinado considerando las restricciones habituales que tienen los helicópteros operando con tripulación o con carga externa, en condiciones de gran altitud, clima cambiante, fuertes vientos, exceso de calor y lluvias intermitentes. Todo ello, con el factor adicional de estar operando dentro de una faena minera, con una alta circulación vehicular, presencia de torres de alta tensión y edificaciones en variadas zonas", relata.
Pero el proyecto Los Sulfatos sigue en su etapa de exploración y los desafíos no paran. "Estamos construyendo un túnel (Proyecto Túnel Sur) de longitud programada superior a los 8.000 m (actualmente se han excavado 5.200 m), que atravesará gran parte del proyecto Los Sulfatos. Desde allí pretendemos materializar más de 200.000 metros de sondajes en un periodo de cuatro años, a partir de 2012", indica Vicente Irarrázaval. Según el ejecutivo, con la construcción de este túnel lograrían mejorar el modelo geológico existente a la fecha.
En materia de desafíos técnicos y de ingeniería, agrega que primero que nada esperan poder concretar la finalización del túnel en forma exitosa. Esta sería la primera vez que se desarrolla en Chile un túnel de exploración minera con este tipo tecnología TBM (Tunnel Boring Machine). "El gran desafío es poder optimizar el proceso de perforación en forma segura, desafiando diferentes tipos litológicos con diversas intensidades y tipos de alteración hidrotermal y variado grado de fracturamiento, que condicionan la calidad geotécnica de la roca", detalla.
La etapa de perforación es el otro gran desafío para Irarrázaval en lo que viene del proyecto, ya que requiere de un equipo de profesionales de alta exigencia y equipos de perforación de avanzada tecnología. Lo anterior se debe a que se pretende desarrollar perforaciones en un espacio reducido dentro del túnel, "realizar varios sondajes dispuestos en forma de abanico desde el mismo punto; incluidos sondajes verticales hacia arriba y abajo; y la realización de sondajes de gran longitud que pueden alcanzar más de 1.500 m. Todo ello, considerando la posibilidad de tener simultáneamente operando hasta 10 equipos de perforación, con más de 200 personas trabajando las 24 horas del día en labores de traslado de personal, alimentación, energización, ventilación y perforación", describe el ejecutivo.
Finalmente está el tema del entorno como importante asunto a considerar. "Dado que se trata de un proyecto ubicado en las cercanías de Santiago y en áreas sensibles ambientalmente, es que se trata de una iniciativa altamente exigente. Sin embargo, la estamos enfrentando con los mayores estándares de sustentabilidad que Anglo American exige para todos sus proyectos en el mundo", declara Irarrázaval.
Una vez finalizada la construcción del túnel, durante el periodo 2012 y 2014 en la división de exploraciones indica que será necesario realizar cerca de 75.000 m de sondajes. Y durante 2014 y 2015 concretar sobre los 175.000 m adicionales. "De ahí en adelante, las etapas siguientes estarán condicionadas por los resultados de los estudios antes mencionados", proyecta el vicepresidente de Exploraciones de Anglo American para la Región Andina.
Fuente / MINERÍA CHILENA
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