Capital social, confianza, y educación: la importancia de las relaciones interpersonales
Por: Alejandra Marinovic, Profesora de la Escuela de Negocios, Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) - Jue, 16/08/2012
El rol de las relaciones interpersonales en la discusión económica ha tomado importancia en los últimos años. Ha sido fundamentalmente la literatura sobre capital social la que ha explorado cómo dichas relaciones afectan el desempeño de las economías. El objetivo de la definición como capital apunta a un tratamiento consistente con técnicas cuantitativas de la disciplina económica para la utilización de variables de stock (como por ejemplo la riqueza, el capital humano o el capital físico).
La aproximación a esta materia ha tomado forma desde distintas perspectivas, en un amplio rango de tópicos tanto a niveles microeconómicos (tales como su relación con la provisión de agua en un sitio rural) como macroeconómicos (entre otros, que los países con mayor capital social crecen más). La definición de capital social es aún materia de discusión en la vasta literatura que ha generado. El Banco Mundial, por ejemplo, ofrece la siguiente definición:
"El capital social se refiere a las instituciones, relaciones y normas que conforman la calidad y cantidad de las interacciones sociales de una sociedad. Numerosos estudios demuestran que la cohesión social es un factor crítico para que las sociedades prosperen económicamente y para que el desarrollo sea sostenible. El capital social no es sólo la suma de las instituciones que configuran una sociedad, sino que es asimismo la materia que las mantiene juntas."i
Este capital es distinto del capital físico y del capital humano. Si concordamos en que el capital social radica en las relaciones, es posible concebir que el proceso de inversión en capital social, a diferencia del capital humano, es un proceso social. Una persona puede individualmente aumentar su capital humano inscribiéndose en un instituto, pero no puede aumentar el capital social por sí solo: requiere del concurso de su comunidad para generar las relaciones y para modificarlas. Del mismo modo, el capital social sólo es tal si es compartido y validado por el resto.
Una de las razones por las que es importante hablar de capital social es porque puede contribuir a la prosperidad. Se identifican tres grandes canales por los cuales el capital social aumenta la eficiencia económica: es un mecanismo para compartir información, puede generar conciencia o identificación de grupo (y mayor escala, conciencia social) y provee coordinación explícita.
La confianza es un elemento relacional esencial, un componente básico del capital social. Análogamente a la complejidad de precisar este último, la definición de confianza no resulta fácil. Una posible perspectiva distingue entre confianza particularizada y confianza generalizada. En un extremo, se encuentra la confianza en una persona específica en relación a un tema particular, y en el otro se puede considerar el confiar en personas con las que no se tiene un vínculo o conocimiento previo, respecto de temas no del todo especificados.
La confianza generalizada ha sido medida en diversas encuestas de los últimos años mediante la afirmación "en general, se puede confiar en la mayoría de la gente o nunca se es suficientemente cuidadoso en el trato con otras personas", que se utilizó inicialmente en la World Values Survey (WVS) y luego se ha incluido en otros estudios.ii Los resultados indican importantes diferencias entre países. Los nórdicos muestran los niveles más altos de confianza generalizada: Noruega y Suecia, por ejemplo, tienen cifras por sobre el 60% de confianza generalizada (promedio de las mediciones de la WVS). Canadá y Estados Unidos exhiben promedios levemente por debajo de 40%, mientras que los países latinoamericanos exhiben mediciones significativamente dispares, con las cifras más altas para Uruguay y México, en torno al 25%.
La amplitud de las cifras lleva a preguntarnos el porqué de tales diferencias. La bibliografía sobre confianza generalizada señala cuatro posibles fuentes de confianza. La primera apunta a lo que se conoce como sociedad cívica. Las sociedades que tienen ciudadanos que participan activamente en voluntariados, clubles, comunidades, y otras asociaciones de tipo cívico, generan múltiples instancias en las que se pueden aprender y replicar comportamientos socialmente beneficiosos, tales como la cooperación y la reciprocidad y la confianza. Un segundo grupo de explicaciones es el enfoque institucional: buenas instituciones generan y mantienen la confianza generalizada, debido a que reducen los riesgos de confiar en otras personas. En esta línea se subrayan la imparcialidad de las instituciones, especialmente en sociedades heterogéneas, así como la certidumbre normativa, la transparencia y la rendición de cuentas.El tercer enfoque para las causas de la confianza generalizada pone énfasis en los valores culturales, los cuales se transmitirían entre generaciones y mediante los procesos de socialización. Por último, cualquier factor que genere distancia entre los miembros de una sociedad (diferencias de ingreso, religiosas o de raza) deterioraría la confianza generalizada. Ciertamente, los países antes mencionados exhiben disparidades significativas en todos estos ámbitos.
Sea cual sea el enfoque que nos parezca más apropiado, la educación juega un papel significativo en potenciar la confianza. Tanto los primeros días de escuela hasta los programas de educación especializada pueden tener un impacto en cómo nos relacionamos con los demás, la calidad de nuestras instituciones, y las distancias que caracterizan nuestras relaciones.
La educación, en cuanto fuente generadora de capital, no sólo entrega habilidades y conocimiento para que actuar de formas nuevas (capital humano), sino que también permite modificar nuestras relaciones interpersonales de manera que podamos interactuar de maneras nuevas y mejores (capital social).En consecuencia, su concepción como un proceso creador de efecto individual y social, incluso desde un punto de vista netamente económico-productivo, nos compromete a una gran responsabilidad: estamos (re)generando tanto la calidad de las instituciones de nuestras sociedades, como "la materia que las mantiene juntas".
i. Banco Mundial (2012). "Social Capital"
http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/TOPICS/EXTSOCIALDEVELOPMENT/EXTTSOCIALCAPITAL/0,,contentMDK:20187568~pagePK:210058~piPK:210062~theSitePK:401015,00.html Accedido el 7 de agosto 2012.
ii. www.worldvaluessurvey.org. En Europa, se realiza el Eurobarómetro (http://ec.europa.eu/public_opinion/index_en.htm). Para las Américas, estas encuestas incluyen el Latin American PublicOpinion Project (LAPOP) (www.vanderbilt.edu/lapop/index.php) y Latinobarómetro para Latinoamérica (www.latinobarometro.org).
Saludos
Rodrigo González Fernández
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