Señor Director:
El ecologismo se ha transformado en una demagogia que -como cualquier otra- deforma las acciones humanas y las lleva a perjudicar a la sociedad. La sensiblería y la paranoia conducen a actitudes desmesuradas. Es lo que ha ocurrido frente al proyecto HidroAysén.
El impacto ambiental es reducido, modificará el paisaje en cortos espacios, alterará el curso de las aguas donde prácticamente vive escasa cantidad de personas, y no perjudica a otras actividades económicas. Pero es claro que alterará los afanes de quienes practican el "rafting" y la pesca deportiva. También a los que suspiran ante un paisaje romántico.
Pero en sentido contrario, se frustraría a miles de personas que esperan asegurarse un trabajo y eliminaría una fuente importante de recursos regionales. Es preferible gritar y lanzar piedras, dar salidas a todos los resentimientos e inflar a la oposición por la oposición, alimentada por los conocidos de siempre.
El mayor perjuicio, sin embargo, lo recibe el país entero, sus millones de habitantes que en corto plazo deberían enfrentar la escasez de electricidad y el aumento en su precio. Sabemos que la generación hidroeléctrica es la más sana y económica y que las otras formas son caras, de menor eficacia y altamente contaminantes.
En verdad, no hay lugar donde no se desate la paranoia ecologista, resultando imposible establecer generadoras a petróleo o carbón, porque aun en el páramo más triste se desata la furia irracional. Nada que decir de la generación eólica, que es más bien una ilusión etérea de resultados insignificantes. Ni qué hablar de la perspectiva atómica.
Los impugnadores que se desatan en Aysén perjudican a Chile entero, lanzan consignas irracionales y aluden en forma irritante al centralismo. No obstante, desconocen todo lo que el país hace por ellos, que situados en una región de pobres recursos, tienen que vivir del gasto y de la inversión provenientes del centro del país. La región central y la inmediata al sur, a través de la industria y la agricultura, proporcionan una riqueza que se derrama al resto de la nación. Las provincias del norte son las que mayor aporte realizan con su notable minería del cobre, del hierro y del salitre, correspondiendo al Estado redistribuir la riqueza en todo el país gracias a un "centralismo" benefactor de carácter general. En caso contrario, el progreso estaría reducido al norte y al centro.
Los ayseninos deberían meditar con mayor altura y favorecer, a manera de retribución, la producción de electricidad para todos los chilenos. No deberían escuchar a los terroristas de la ecología que van desde senadores y diputados a muchachos lanzapiedras.
Una política adecuada debe considerar a Chile de manera global.
SERGIO VILLALOBOS RIVERA
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
- PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO - GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES , asesorías a nivel nacional e internacional y están disponibles para OTEC Y OTIC en Chile
No hay comentarios.:
Publicar un comentario