miércoles, septiembre 19, 2007

LUIS SCHMIDT, PRESIDENTE DE LA SNA EN REVISTA DEL CAMPO

LUIdesdeSdesde la revista del campo SCHMIDT, PRESIDENTE DE LA SNA "No amparamos a nadie que se esté aprovechando para pagar malos salarios"  
 
Los sueldos temporales del sector frutícola están sobre el salario ético y sobre lo normal de la agricultura, señala el dirigente.

ARNALDO GUERRA M.

Impacto provocaron los dichos del empresario Miguel Allamand, presidente de la exportadora Subsole, en la última edición de la Revista del Campo. Su frase: "El sector frutícola chileno está apoyado en sueldos que no son presentables" generó encontradas reacciones.

El tema es claramente conflictivo para el sector.

Detractores no faltaron. Uno de ellos es Luis Schmidt, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, quien desde Rennes, Francia, donde participa en la feria Space 2007, el mayor salón ganadero mundial, demostró su desacuerdo. Ex presidente de Fedefruta, Schmidt, sin embargo, coincide en que existen los sueldos bajos, aunque aclara que están principalmente en los empleos permanentes y que no sucede lo mismo con los de temporada.

"No estoy para nada de acuerdo con eso de que el sector frutícola está apoyado en sueldos que no son presentables. El trabajo temporal se rige por productividad y en la temporada pasada, en la zona de Talagante, donde está mi campo; en Buin y Calera de Tango, se pagaron 25 mil pesos diarios; o sea, 750 mil pesos por el mes, porque en el sector frutícola, por lo menos en una parte de él, hay escasez de mano de obra. Lo demás es un slogan", señala.

Schmidt va también en contra de los planteamientos de la Asociación de Exportadores, en cuanto a traer trabajadores extranjeros y modificar las leyes de migración frente a la escasez de mano de obra.

"Primero démosle trabajo a todos los chilenos y sobre todo a las mujeres y jóvenes, que tienen niveles de cesantía bastante menos presentables", añade.

- ¿El éxito frutícola chileno está apoyado en sueldos que no son presentables?

- Hay que distinguir de qué trabajo estamos hablando. Tenemos dos tipos. En el empleo temporal los salarios están muy por sobre el salario ético o los normales del sector. Eso se debe a que están medidos por productividad, se paga por caja embalada o por bin cosechado. Sí estoy de acuerdo en que en el empleo permanente hay salarios bastante reducidos, pero eso se debe a que la productividad no es la adecuada.

- ¿Cómo se puede arreglar eso?

- Vía capacitación. Hoy lo que está haciendo el Sence es un chiste, porque ¿qué se puede capacitar con $280 mil? El 1% de las remuneraciones imponibles prácticamente no da para nada.

- ¿Qué están haciendo las organizaciones gremiales frente a los empresarios que se aprovechan?

- Nosotros no ampararemos a nadie que se esté aprovechando para pagar malos salarios. Ese es un mal empresario que no ha entendido que la gran productividad es tener un buen recurso humano. Eso significa tener trabajadores bien remunerados y bien incentivados. Como en todo tipo de cosas, no descarto que pudiera haber algunos que no cumplen estas normas.

- ¿Se puede hacer un mayor esfuerzo para mejorar las remuneraciones?

- Estamos trabajando con Diego Olivares, de la Unión Nacional de Trabajadores. También me he juntado con sindicatos para ver cómo mejoramos la productividad y entregamos mejores salarios. Eso tiene que ver con capacitación y flexibilidad horaria.

- ¿Ha faltado generosidad?

- Es muy fácil decir que ha faltado generosidad. Hay una gran cantidad de mujeres que hoy gana salarios justos, pero hay otras que, por su poca productividad, no tienen un buen salario. Si esto no se entiende no vamos a salir de este tema.

- ¿La responsabilidad de las quejas la traslada al sector de los subcontratistas?

- Ya casi no hay empresas subcontratistas en el sector. Las que hay son de suministro de trabajadores en las que, en definitiva, el empleador está pagando todos los costos, las imposiciones, los contratos. La ley de subcontratación no se nos aplica. Inicialmente era para eliminar los vicios que se daban especialmente en los bancos y en el retail, en que el trabajador, haciendo la misma pega que el contratado, pasaba años recibiendo la mitad que el otro. Eso en el caso nuestro no se aplica. El trabajador permanente tiene un salario menor que el transitorio, porque éste trabaja a trato.

- ¿Cómo ve la próxima cosecha con el actual clima laboral?

- Estoy extremadamente preocupado, creo que tenemos que llegar a acuerdos. El diálogo social debe primar sobre la violencia que ha existido en estos últimos días. Primero con la toma de la planta de Pacific Nut y después con Agrosuper. Ahí se han producido un cúmulo de equivocaciones que pueden tener mucha gravedad. Tal como se lo dije a la Presidenta de la República, el sector agrícola no resiste este tipo de manifestaciones violentas. Esperamos, antes de la cosecha, sacar algunos acuerdos mínimos.

- ¿Este es un tema coyuntural, de activistas políticos o estructural?

- Espero por el bien del país que sea coyuntural y que nuestras autoridades hayan sacado las lecciones correspondientes.

- ¿Se está agotando el modelo de cómo se han llevado hasta ahora las relaciones entre empresarios y trabajadores?

- Aquí no hay que cerrar los ojos. Los trabajadores han visto un país que crece y que a ellos no les llega con la misma rapidez el mejoramiento. Pero eso no habilita para que con medidas de fuerza e ilegales se trate de forzar la situación. No somos partidarios de que las negociaciones se lleven por área de la economía, sino que dentro de las empresas, porque los trabajadores y empresarios saben hasta dónde pueden llegar. Si no, podemos entrar en una escalada de conflictos que a nada conducen. n

Los conflictos dañan la imagen país

¿El tema laboral puede afectar la imagen de la fruta en el exterior?

Por supuesto, Chile compite con países como Australia, Nueva Zelandia y Sudáfrica, pero también con otros emergentes, como Argentina y Brasil, que quieren desplazarnos a como dé lugar. Basta cualquiera de estos deslices para desmejorar nuestra imagen. La pregunta es a dónde queremos llevar a este país. Hay que ser cuidadosos en manejar el tema tranquilamente para, mediante el diálogo, solucionar los legítimos intereses que tienen los trabajadores, dentro de cada empresa, porque el trabajador, que conoce su empresa, entiende hasta dónde puede llegar el negocio y hasta dónde se pueden hacer las cosas.

Arnaldo Guerra M..
Saludos
Rodrigo González Fernández
 
Escribanos, consúltenos, opine

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