(Diario Financiero) Barrick este año ha enfrentado la baja del precio del oro, el aumento de costos y la creciente dificultad ambiental para concretar sus proyectos. Todo ha redundado en que el precio de sus acciones han caído del orden de 45% en lo que va del año y cerca de un 33% en los últimos 6 días, lo que implica su nivel más bajo en 20 años, según indica Financial Post. Y la incertidumbre aumenta teniendo en cuenta que su proyecto más grande, Pascua Lama (US$ 8.500 millones) tiene la posibilidad de ser suspendido, según lo afirmó ayer la firma en sus resultados del primer trimestre. Suspensión
Ante la reciente resolución de la Corte de Apelaciones de Copiapó que acogió demandas de afectaciones en cursos de agua de comunidades indígenas provocadas por Barrick y por lo tanto paralizó momentáneamente, se suma la advertencia del Sernageomin que declaró que Pascua Lama no puede seguir su construcción hasta que regule las emisiones de polvo. Otra arista que complica al proyecto canadiense es la investigación que está cursando la Superintendencia de Medioambiente. Aún así, Barrick ha seguido avanzando en la construcción de la parte argentina del proyecto binacional, pero eso también se podría ver interrumpido. La compañía indicó en sus resultados trimestrales que si la reanudación de la construcción en el lado chileno se retrasa más allá de fines de 2013, o si se determina que esa alternativa no es factible, podría haber un cambio significativo en el plan de minado, costos de capital y calendario de producción del proyecto. "La compañía continuará evaluando todas las alternativas, en línea con las incertidumbres asociadas con las acciones regulatorias y legales (…) lo que incluye la posibilidad de suspender el proyecto", indicaron. Barrick ha invertido US$ 4.800 millones en Pascua Lama hasta la fecha y en un comienzo la firma había anunciado que la inversión total sería de unos US$ 1.500 millones. El CEO de la firma, Jamie Sokalsky, afirmó que "estamos comprometidos con la colocación disciplinada de capital, basados en el principio que los retornos impulsan la producción, no al revés (...) No confiamos sólo en un precio más alto de los metales como único impulsor de retorno para los accionistas".
Plan B
La canadiense anunció que hasta que no tengan claridad sobre los aspectos regulatorios y legales de Pascua Lama, están evaluando inicialmente un plan alternativo que consiste en acelerar el desarrollo de un tajo más pequeño en Argentina (que había sido programado para ser minado con posterioridad), con el fin de contar con una fuente de mineral para una producción inicial. Esta alternativa podría proporcionar mineral durante cerca de seis meses, durante la puesta en marcha del incremento inicial de la faena, período tras el cual la mina dependería de un suministro permanente de mineral desde Chile.
Durante el primer trimestre de este año, la compañía tuvo una producción de 1,8 millones de onzas a un costo sostenido de todo incluido de US$ 919 por onza y un cash cost de US$ 561. Del mismo modo, reportó una ganancia neta de US$ 847 millones y una ganancia neta ajustada de US$ 923 millones, en comparación con ingresos y ganancias netas ajustadas de US$ 1.040 millones y US$ 1.100 millones, respectivamente, en el mismo período del año anterior.
Quebrada Blanca
Otra minera que está considerando un retraso en el desarrollo de su proyecto es la canadiense Teck Resources. La compañía indicó que "seguimos avanzando nuestros proyectos de crecimiento interno; sin embargo, los requisitos de evaluación de impacto social y comunitario en curso en Quebrada Blanca (US$ 5.590 millones) pueden retrasar aún más la fecha de inicio de la construcción". De concretarse, este no sería el primer retraso que vive la expansión de Quebrada Blanca Fase 2. En un principio se contemplaba que este proyecto entrara en operación en 2016, luego en junio del año pasado la fijaron para 2017, y en octubre pasado la firma retiró el EIA con el fin de perfeccionar el proyecto y negociar el abastecimiento de energía y evaluar el modo de financiamiento, por lo que quedaba fijado para 2018. Ahora se atrasaría aún más. La firma detalló que su plan era presentar "el estudio de impacto social y ambiental actualizado para el proyecto Quebrada Blanca Fase 2 para fines del segundo trimestre de 2013"; sin embargo, añadió, "durante el trimestre se han identificado problemas relacionados con permisos para instalaciones existentes que deben ser revisados en relación con la nueva presentación del EIA. Estamos en conversaciones con los reguladores en relación con estos temas y estamos trabajando hacia una resolución". La canadiense agregó, "el momento de volver a presentar dependerá en parte de los resultados de estas conversaciones, nuestra expectativa actual es que el EIA no se volverá a presentar antes del cuarto trimestre de 2013. Estamos revisando nuestra ingeniería y adquisiciones en el proyecto a la luz de este cronograma ampliado para volver a presentar el EIA". Fuente / Diario Financiero |
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