En Chile se estima que el orden de 803 metros cúbicos (m3) de agua se gasta en un año por persona. De estos un 10% es en consumo doméstico, un 67% en agricultura y un 23% en la industria. Es más, algunos señalan que las cifras son aún más altas en el agro, abarcando un 80%.
Claro, si consideramos que para un kilo de carne de vacuno se utilizan 17 m3 de agua, un kilo de arroz 3 m3 de agua y un litro de leche 1 m3 de agua, nuestra economía debería estar atenta a estos nuevos escenarios. No hay que olvidar que esta nueva medición está íntimamente vinculada con la denominada "crisis del agua", que hace alusión a la escasez total de este vital elemento y los peligros de su contaminación.
Y esta nueva huella del agua se suma a los conceptos de mercado que buscan mayor sustentabilidad, eficiencia y responsabilidad social con los productos y sus productores, exigiendo un etiquetado que informe al consumidor internacional cómo se produjo un determinado producto y cuánta agua se utilizó.
Así, esta nueva huella permite conocer la cantidad de agua total involucrada en la producción de los productos que consumimos cotidianamente. Concepto introducido hace 8 años atrás por Arjen Hoekstra de la University of Twente y que estableció la cantidad de recurso hídrico comprometido en la producción de bienes y servicios, a través de su ciclo de vida.
Tema emergente, que bien lo sabe el Consejo Nacional de Producción Limpia. Desde su creación hace 12 años, esta Institución del Estado, ha impulsado una estrategia de gestión ambiental preventiva y de eficiencia productiva en el mundo empresarial. Actualmente más de 3 mil empresas del sector agrícola están
involucradas voluntariamente en Acuerdos de Producción Limpia para mejorar y optimizar el uso del agua en Chile.
Se han hecho trabajos específicos, desde la agricultura familiar campesina, llegando hasta la industria agrícola exportadora. En la pequeña agricultura ha sido mediante la incorporación de buenas prácticas agrícolas (BPA), y en el sector exportador con acciones como el monitoreo en términos de consumo. Además, se están incorporando en los Acuerdos de Producción Limpia temas emergentes tal como se hizo con la huella de carbono en el APL Lechero en la Región de Valparaíso.
Una vez que se defina claramente la metodología para calcular la huella del agua y adquiera importancia comercial, sin lugar a dudas tendrá un gran efecto motivador en la forma como las empresas abordan el tema del agua. Sin embargo, las empresas chilenas no deberían esperar que eso ocurra para reducir sus consumos de agua, en ese sentido la producción limpia es una eficaz y eficiente herramienta de gestión para los empresarios.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
- PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO - GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES , asesorías a nivel nacional e internacional y están disponibles para OTEC Y OTIC en Chile
No hay comentarios.:
Publicar un comentario