(La Tercera)Con un cierto grado de incertidumbre se quedan las grandes mineras tras el rechazo que tuvo la modificación al impuesto específico a la minería, royalty, en la comisión mixta del Congreso. El sector tiene previsto invertir US$ 50 mil millones en los próximos 7 años para elevar en 36% la producción anual de cobre fino y alcanzar las 7,5 millones de toneladas.
La minería privada ya estaba inquieta por la extensión que estaba teniendo la discusión de la iniciativa en el Parlamento. Ahora, con el rechazo, las empresas se declaran preocupadas, reconocen altos ejecutivos del Consejo Minero.
El principal problema que ven es que este espacio sin legislar no cierra la discusión del royalty, sino más bien deja abierta las opción para plantear cambios impositivos, que podrían ser más fuertes para la minería en los próximos años. "Habían muchas mineras que estaban dispuestas a aceptar el nuevo royalty, pero ahora no hay claridad con lo que pueda pasar", señala un ejecutivo de un grupo minero extranjero. Aunque la industria tiene una invariabilidad tributaria hasta 2017, la disyuntiva es qué pasará tras esa fecha. Otro gerente del sector explica que el tema no es menor, porque gran parte de los proyectos estarán operativos en cuatro a cinco años más. Por lo tanto, tendrán tres años de invariabilidad y hoy no saben qué nivel de impuestos pagarán en el resto de la vida útil de los nuevos yacimientos.
Para el director ejecutivo del Centro de Estudios Mineros de la U. Católica, Gustavo Lagos, este nuevo escenario es "muy malo" para el sector, porque genera incertidumbre, lo que dificulta el fuerte proceso de inversión que tienen en carpeta las mineras. "Este nuevo royalty tenía que haber sido aprobado de forma rápida, el rechazo es muy negativo para el proceso de inversión que tiene que seguir adelante. Cómo van a invertir las empresas si tienen la guillotina lista en muy pocos años más", explica.
El director ejecutivo de Cesco, Juan Carlos Guajardo, dice que lo que perjudicaría al sector es la politización de los temas mineros. "Lo que suceda en adelante, en especial la calidad del debate político sobre la minería, sí es relevante y puede tener efectos en las inversiones futuras, aquellas que tienen un horizonte de tiempo más a largo plazo", señala.
Lagos indica que modificar el pago tributario de las mineras no se presentó en el momento adecuado. "Fue muy equivocado plantear este nuevo royalty. Creo que a cuatro años de haber iniciado el royalty I no era el momento de un royalty II", plantea Lagos. Agrega que la discusión no va a terminar con este rechazo y que por eso es necesario dar tranquilidad para la ejecución de los nuevos proyectos.
Para Guajardo, la discusión se mantendrá como un tema político relevante, ya que, a su juicio, la oposición encontró un tema que le permite cohesionarse y perfilarse, "por lo que es probable que intente mantenerlo, lo que ciertamente crea una incertidumbre, aunque todo depende de cómo se dé la discusión de ahora en adelante", manifiesta.
Al conocerse el rechazo en el Congreso a la nueva fórmula tributaria, el gobierno salió a calmar los ánimos, indicando que la administración del Presidente Piñera da por cerrado un posible cambio al royalty. "Será muy difícil encontrar otro momento. El tema está cerrado", dijo el ministro de Minería, Laurence Golborne. Fuente / La Tercera
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