inteligencia emocional aplicada a la academia
Los jóvenes universitarios se encuentran entre los grupos que más beneficios pueden recibir del desarrollo de la inteligencia emocional21/2/2008
Por: Gabino Iglesias
Universia Puerto Rico
Varios estudios han demostrado que la inteligencia emocional tiene una alta correlación con el éxito en el ambiente laboral. Por lo general se le trata como la "solución no tradicional para lograr la transformación organizacional" dentro de una empresa, como me lo explicó la Dra. Christella Navedo, Psicóloga Organizacional y Consultora Principal de Desarrollo Interno y Comercial de Universia Puerto Rico. Sin embargo, el desarrollo de la inteligencia emocional puede rendir frutos positivos para los estudiantes universitarios en la misma medida en que lo hace para los profesionales.
En este artículo, el primero de una serie de dos, te explicaremos las siete destrezas de la inteligencia emocional.
Siete destrezas de la inteligencia emocional:
Estar al tanto de tus emociones: esta destreza se trata de poder percibir y entender de forma cabal las emociones por las que pasamos y sentimos.
Expresión emocional: es la destreza de poder expresar de forma efectiva a otros lo que estamos sintiendo.
Estar al tanto de las emociones de los demás: esta destreza se refiere a nuestra capacidad de percibir y entender las emociones que están sintiendo los demás.
Razonamiento emocional: esta destreza trabaja con la utilización de la información emocional que poseemos a la hora de tomar decisiones.
Auto-manejo emocional: se refiere a la forma en que somos capaces de manejar nuestras propias emociones.
Manejo emocional de los demás: esta destreza se trata de la forma en que tenemos la capacidad de influenciar las emociones y los estados de ánimo de aquellos que nos rodean.
Autocontrol emocional: es la destreza de controlar de forma efectiva las emociones fuertes que sentimos.
Ahora que ya conoces cuáles son las siete destrezas de la inteligencia emocional, puedes comenzar a pensar de qué forma crees que te afecta el dominio, o falta del mismo, que puedas tener en cada una de estas áreas. Comienza tu auto evaluación y no te pierdas la segunda parte de este artículo mañana, en dónde verás de qué manera puedes comenzar a desarrollarte en aquellas áreas en que sientas que nos has alcanzado el máximo de tu capacidad y de qué forma el desarrollo de tu inteligencia emocional te puede asistir en tus estudios universitarios.
Inteligencia emocional aplicada a la academia: Segunda parte
En esta segunda instalación de nuestro especial sobre la inteligencia emocional aplicada a la academia y sus beneficios entramos de lleno a la aplicación de cada una de las siete destrezas que presentamos ayer
22/2/2008
Por: Gabino Iglesias
Universia Puerto Rico
La primera destreza de la inteligencia emocional es estar al tanto de nuestras propias emociones. Conocer y comprender lo que sentimos en determinado momento nos ayuda a identificar y entender el impacto que tienen nuestras emociones sobre nuestros actos. Todos hemos tenido momentos de "no debí haber dicho eso", "siento haberte tratado así", etc. Esto se debe al hecho de que abrimos la boca a manera de descarga antes de analizar lo que sentimos y la influencia que ello tiene en lo que hacemos y decimos. El estrés y las responsabilidades del estudiante universitario suelen fomentar una diversidad de emociones a diario que debemos aprender a reconocer en nosotros mismos.
Esta primera destreza está intrínsecamente ligada a la segunda: la expresión de nuestras emociones. La forma en que nos comunicamos y nos damos a entender en los peores y mejores momentos emocionales ayuda a crear un entendimiento con nuestros compañeros de clase y nuestros profesores. Debemos cuidar la forma en que nos expresamos sin importar la forma en que nos sentimos para que la comunicación sea lo más efectiva posible.
La tercera destreza es el estar al tanto de las expresiones de los demás. Tenemos que aprender a percibir cómo se sienten los demás para calibrar mejor la forma en que les vamos a responder y a motivar. Esta destreza es sumamente importante a la hora de realizar labores académicas en grupo ya que tenemos que cuidar y estar al tanto de las emociones propias y las de todos los que nos rodean para que la labor pueda fluir y la comunicación e intercambio de ideas sea efectivo y sin peleas o discusiones.
La cuarta destreza es el racionamiento emocional. Esto se refiere a la forma en que aplicas lo que sabes sobre tus emociones y las de los demás a la hora de tomar alguna decisión. Puede que suene fácil, pero la realidad es que podemos estar al tanto de lo que siente otra persona y sabemos, intelectualmente, lo que deberíamos o no deberíamos decir y, sin embargo, abrimos la boca o reaccionamos de la manera que sabemos que es la menos adecuada. No sólo debemos reconocer las emociones y entender cómo debemos actuar, también debemos desarrollar la capacidad y la madurez necesaria para hacer lo correcto sin importar la presión que la academia pueda estar ejerciendo sobre nosotros en cualquier momento.
La quinta destreza se trata de del auto manejo de las emociones, es decir, la forma en que trabajo con lo que sé que estoy sintiendo y la manera en que lidio con esa emoción que me impulsa a hacer cosas que debo pensar antes. Levantar la voz a un profesor, discutir con compañeros de clase o miembros de algún grupo de estudio o de actividades extracurriculares viene, casi siempre, de la explosión emocional o descarga que nos permitimos cuando una emoción fuerte nos empuja a ello. Tenemos que aprender a no ceder ante esos empujones.
La sexta destreza se trata del manejo de las emociones del prójimo. Debo aplicar mis conocimientos sobre sus emociones de manera tal que genere mayor productividad y mejor desempeño en ellos. Los compañeros de clase deben producir, analizar, pensar, leer y escribir, por lo tanto, debemos mantener esas metas en mente a la hora de ayudarlos a trabajar con sus emociones.
La séptima y última destreza es la del autocontrol emocional. Probablemente sea la más fácil de explicar y, simultáneamente, la más difícil de aplicar. Se trata de no permitir que las emociones fuertes como la ira o la desesperación total nos permitan cometer errores. Es sumamente difícil pensare claramente en momentos altamente emocionales, pero es posible desarrollar esta destreza. Si podemos controlar lo que sentimos y actuar de acuerdo a nuestro intelecto y no de acuerdo a nuestras emociones, podremos trabajar en grupo sin problemas y podremos convertir cualquier experiencia negativa en la universidad en una de aprendizaje.
Ahora que conoces siete claves para el éxito en las relaciones interpersonales y para el autocontrol, no dudes en aplicarlas en todas las facetas de tu vida. Recuerda que la inteligencia emocional es el camino al éxito.
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL DE LA ONU
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