jueves, septiembre 13, 2007

Inteligencia emocional, RSCI y competitividad

13.09.07

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Por Alfonso Ernesto Benito Fraile

En las últimas décadas no paramos de oír que las personas son lo primero en nuestras organizaciones, que la inversión económica, la tecnología… ya no son elementos diferenciadores que garanticen el éxito de la empresa, si no que lo que hace que una organización sea única y competitiva son sus personas, sus equipos de trabajo…

Sin embargo, ¿cómo se cuida a las personas en las organizaciones? Creo que uno de los elementos importantes de Responsabilidad Social Corporativa Interna es la Inteligencia Emocional. Las personas no somos pura razón, no somos puro instinto… si no que tenemos un conjunto de emociones y sentimientos que se nos mueven por dentro y que nos mueven a actuar (ilusión, felicidad, alegría…) o a dejar de actuar (depresión, ansiedad…). Muchas veces actuamos de maneras poco eficientes con nuestra vida, quizá sin saber muy bien porque, sin conocer la causa, ya que nuestra razón nos indica que lo lógico sería actuar de la manera contraría. Sin embargo, no nos paramos a entender que es lo que nos dice el corazón y a mirar cuales son nuestros sentimientos y emociones en ese momento, y muchas veces ahí tenemos la clave en la respuesta a una pregunta tan sencilla como ¿Cómo me siento? Pregunta sencilla y a la vez compleja, porque no hemos sido educados para expresar nuestros sentimientos, con el peligro de poco a poco no ser capaces no sólo de expresarlos, sino casi de identificarlos. 

Algunos dirán que tiene que ver esto con la Responsabilidad Social de las Empresas. Creo que mucho. Si de verdad consideramos a las personas como el principal activo y de verdad las consideramos como un fin, la organización tiene que asumir su responsabilidad de cuidar a la gente también en sus aspectos emotivos, que a veces pueden ser causa de una mayor competitividad o de lo contrario. Quien no tiene la experiencia de haberse ilusionado con un proyecto, de tener una ambiente emocional estable… y haber hecho todo lo necesario por ese proyecto; y viceversa, quien teniendo alguna tensión emocional y falta de ilusión por algo, ha sido incapaz de llevar adelante aquello para lo que tenía todas las capacidades físicas e intelectuales.

Las personas y su estabilidad emocional pueden ser fuente de competitividad y es responsabilidad de la empresa cuidarla. ¿Ustedes qué opinan?

Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSC DE LA ONU
 
Escribanos, consúltenos, opine

2 comentarios:

Rafael dijo...

Me parece excelente su comentario, pero me gustaría agregarle que parte de la Responsabilidad Social corporativa Interna debe también abocarse a investigar y sondear cómo es el desarrollo del Recurso Humano dentro de la empresa, ya que en reiteradas ocasiones, nos encontramos con individuos que generan malestar colectivo y nadie se atreve a tomar medidas correctivas al respecto. Una persona, puede ocasionar graves daños a un colectivo.
En la medida que los individuos se desenvuelvan en un ambiente laboral agradable, todo aquello negativo se torna, como por arte de magia, en un evento motivador que conlleva a generar mayor y mejor calidad de vida, y por ende, mayor productividad. Reconociendo y gratificando el esfuerzo humano, nos animamos a trabajar más y mejor.
Saludos

Unknown dijo...

GRACIAS POR TU COMENTARIO Y ES EFECTIVAMENTE ASI.TIENES TODA LA RAZON ES UN ASPECTO QUE TRATO ESPECIALMENTE EN LOS CURSOS DE RSE EN LAS EMPRESAS.CUANDO ESO SE MANEJA EN FORMA EFICAZ NO HAY CONFLICTOS LABORALES GRACIAS, UN ABRAZO
RODRIGO GONZALEZ