APRENDAMOS CON ENRIQUE DANS

La economía china vista desde China

Posted: 31 May 2007 08:23 PM GMT-06:00

Esta estancia en Shanghai está siendo muy provechosa desde un punto de vista de formalización de conocimientos. Aparte de la ventaja de conocer ya un poco la ciudad y saber moverme por ella con cierta tranquilidad, decidí quedarme en algunas de las sesiones impartidas en el MBA Update que el Instituto de Empresa está desarrollando en paralelo con el International Executive MBA, que es el curso que he venido a impartir, y está siendo verdaderamente muy interesante. El contacto con las cifras es impresionante. Una cosa es manejar los mitos habituales sobre China, los costes laborales unitarios reducidos, la manufactura de bajo valor añadido, la "fábrica del mundo", y otra darse cuenta de la realidad de las cifras: que la economía china ha sido la más eficiente del mundo elevando a un mayor número de personas por encima del umbral de pobreza, que la iniciativa privada representa ya más de las tres cuartas partes de la economía, o que, pensado de manera pragmática, China es un país más capitalista que la propia España: mientras en la China comuniasta, todo era gratis, y no se pagaba, por ejemplo, ni educación ni sanidad, hoy la matrícula universitaria media cuesta al estudiante chino unos €500 por año, estudios superiores como un MBA o un IMBA tienen precios de mercado (€10.000 y €30.000 respectivamente), y el Estado sólo cubre un nivel muy básico de los costes sanitarios, mientras el resto debe ser sufragado por unas familias que, debido a ese tipo de circunstancias, mantiene un nivel de ahorro medio elevadísimo y en permanente crecimiento. El ciudadano medio no tiene la menor preocupación sobre el futuro de su país, no ahorra debido a una falta de confianza en el sistema, sino debido a una incertidumbre sobre su futuro personal por las posibles necesidades de educación y sanidad.

En este momento, China tiene en torno a un millón de personas como "Chinese overseas", financiados mayoritariamente (80%) por la iniciativa privada: hablamos de personas que pasan una media de quince años fuera de China, y que tienen en su agenda personal hacer una carrera universitaria (típicamente una ingeniería electrónica, aunque la biología molecular está creciendo de manera espectacular), un master, un Ph.D, trabajar en una empresa de alta tecnología, y montar una empresa propia. Tras esa experiencia, los denominados hai gui (la palabra tiene dos significados, "volver" y "tortuga" :-) regresan a China, y contribuyen al desarrollo de la economía. Un cuarto de ellos han regresado ya, con casos como el Ministro de Tecnología, una persona que estudió en Alemania, llegó a un puesto de alta dirección en Audi, y ha vuelto recientemente a China. El hecho de que los Chinese overseas sean seleccionados de un pool de candidatos tan inmensamente grande asegura que la calidad de esos estudiantes es muy elevada, como sabemos en general los que hemos convivido con estudiantes chinos. La propia Fudan University en la que estoy hoy está llena de profesores educados en universidades norteamericanas con estilos comunicativos muy alejados del estereotipo tradicional chino. Empresas creadas por Chinese overseas ya regresados, como CapitalBio (biotecnología y biochips), sostienen crecimientos superiores al 4.000% en los últimos tres años, publican papers académicos en los mejores journals internacionales, y desarrollan decenas de patentes. O Huawei, actualmente líder en microelectrónica, o muchos ejemplos más.

Por supuesto, este desarrollo no está exento de problemas: China se convirtió en 2007 en el mayor emisor de gases que contribuyen al efecto invernadero, superando a los EstadosUnidos (en términos per capita, todavía en torno a un tercio. Excederá las emisiones de CO2 de los Estados Unidos en una década, y tiene el dudoso honor de albergar dieciséis de las veinte ciudades más contaminadas del mundo. Conscientes del tema, los gobiernos central y locales están desarrollando legislación al respecto: los límites de emisiones para automóviles, por ejemplo, son en China hoy tan estrictos como los que la administración Bush ha establecido para el año 2010.

Decididamente, una imagen alejada de los estereotipos tradicionales. Empresas pragmáticas que no sufren del síndrome de "not invented here", pero que desarrollan una transición desde el negocio del OEM (Original Equipment Manufacturer, fabricar para otros, con márgenes medios del 19%) al del OBM (Original Brand Manufacturers, con márgenes habituales del 27%), llevando al país del "Made in China" and "Designed in China" o "Engineered in China". Lo que durante mucho tiempo fue construir sobre las innovaciones de otros y fabricarlas, ahora es una fortísima transición hacia el desarrollo y la innovación propia. Basta entrar en un taxi en Shanghai para ver que este país no es una típica economía emergente, sino mucho más, una sociedad con una presencia de la tecnología mayor de lo habitual: los taxis pertenecen en su mayoría a grandes compañías, son muy baratos, poseen pago mediante tarjetas de acumulación provistas de RFID, taxímetros digitales a la última que imprimen los recibos, pantallas táctiles en los asientos traseros con contenidos interactivos y publicidad…

Acabo de preguntar acerca de la situación de la censura, y la respuesta ha sido completamente coherente con mi impresión. En general, incluso en un entorno universitario, los estudiantes o la población o bien no saben que existe, o simplemente les trae sin cuidado: es una manera de controlar la velocidad del cambio, teniendo perfectamente claro a donde les lleva dicho cambio, pero intentando reducir el número de perdedores en la transición.

José Ramón Pellón, Delegado del CDTI aquí, comentó ayer que, aunque hacía lo que podía, no era posible mantenerse actualizado acerca de las noticias que un sector industrial generaba, y que claramente, China rimaba con adrenalina. Viendo lo que estoy viendo aquí en este episodio personal de mi "China revisitada", no me cabe la menor duda al respecto.

Saludos
rodrigo gonzalez fernandez
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