jueves, noviembre 02, 2006

VISIBILIDAD, ¿HAN CAPATADO LOS EJECUTIVOS CHILENOS LO QUE SIGNIFICA?

¿Que se entiende por visibilidad?

Neus es socia directora de Manfatta, empresa de comunicación especializada en nuevos formatos en España ha estudiado este importante tema y especialidad. En Chile recien estamos empezando a tener algunos intentos profesionales en este sentido. Esto se ha hecho pero en forma artesanal, amateur; hoy ya se hace profesionalmente. Por cierto, que si las empresas y ejecutivos requieren de servicios profesionales haremos los mejores intentos de poder traer a Chile a Neus para algunas conferencias y cursos. Veamos con Neus algunos conceptos

 

Visibilidad

 

En un entorno cada vez más competitivo, donde los profesionales somos marcas, la visibilidad adquiere un valor estratégico. ¿En qué consiste? ¿Cómo se adquiere? ¿Cómo funciona la industria de la visibilidad?

 

En 1997 Tom Peters publicó The Brand Called You, el artículo que dio origen al concepto de marca personal. En él, sostenía que todos somos directores de una empresa, “Yo, S.L.”, y que como tales cuidamos (o deberíamos) de nuestro posicionamiento. Por activa o por pasiva, todos tenemos una reputación, basada en la percepción que el otro tiene de nosotros. Peters propone la diferenciación como estrategia activa para prosperar en nuestro sector profesional.

 

La visibilidad
Para tener una reputación, el requisito previo es ser visible. Si no te ven, no eres. Lo cuentan Irving Rein y Philip Kotler en High Visibility. Esta gazetta presenta algunos de sus conceptos clave.

 

Según sus autores, “Cuando una persona logra crearse una marca diferenciada, dicha persona resulta conocida para su público objetivo, goza de capacidad de permanencia a largo plazo en su mercado, se diferencia de forma clara y significativa de sus competidores; esto se traduce en una prima económica por su visibilidad.” (pág. 6).

 

Los sectores profesionales que se han preocupado por la visibilidad han variado a lo largo del tiempo. Al principio, príncipes y presidentes tuvieron el monopolio. Les siguieron los artistas en sus varias acepciones, culminando con la industria del cine. Las prácticas publicitarias de Hollywood fueron entonces adoptadas por los deportistas de elite. De ahí pasaron a los presidentes y directores de grandes compañías, que actúan como portavoces de las mismas.

 

Hoy en los EEUU, el país de referencia en gestión de marca personal, son ya muy diversos los profesionales con una estrategia activa de proyección: abogados, cirujanos, incluso agentes inmobiliarios. En general, a mayor competencia en el sector, mayores esfuerzos por conseguir visibilidad individual.

 

La industria de la visibilidad
Los autores del libro distinguen cuatro etapas en la búsqueda de visibilidad. La primera es de factura casera. El aspirante se apoya en su familia y amigos y gestiona como mejor sabe la exposición pública de su talento: no existe aquí la intermediación.

 

En la etapa de “industrialización temprana”, el aspirante cuenta con apoyos profesionales (un agente, un abogado, un gestor financiero), a menudo sólo en casos de crisis y sin una estrategia a largo plazo.

 

La “industrialización tardía” se caracteriza por la sofisticación del modelo. El aspirante cuenta con el apoyo de organizaciones que pueden proporcionarle todo tipo de servicios, desde los relacionados con su imagen personal hasta la realización de estudios de mercado. En esta fase el control del proceso pasa del aspirante a la organización.

 

La fase de “descentralización” globaliza el servicio, a beneficio de los que podríamos llamar “famosos mundiales” (actrices, expresidentes, directivos de multinacionales) cuya base de operaciones es el mundo.

 

Las cuatro fases de la industria de la visibilidad coexisten hoy. El libro presenta un análisis pormenorizado de todos los perfiles profesionales que operan en el sector y la manera como interrelacionan.

 

En casa
¿Existe aquí una industria similar a la descrita en el libro? En mi experiencia estamos aún en una fase incipiente. Si no hay demanda, no hay oferta, y no nos animamos a demandar servicios de visibilidad. No nos interesa ser visibles. Al respecto resulta revelador y extrapolable el excelente artículo publicado por Carmen García Ribas, “Barcelona y la perpetua insignificancia” (La Vanguardia, 29.10.06). La autora explica muy bien el sentimiento de “inhibición emocional” que nos frena y nos lleva a la “clandestinidad social”. Quiero pensar que podemos cambiar este clima ciudadano y conseguir el reconocimiento público del logro, como manera efectiva para fomentar la creatividad y el mérito.

 

La próxima Gazetta estará en tu buzón el día 15. Hasta entonces, esta conversación continua en nuestro blog.

 

Neus

 

 

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