Hasta hace poco, Adam Sender era uno de los tiburones de más éxito de Wall Street. Gestor de fondos de alto riesgo, había aprendido el negocio de Steve A. Cohen. Un mago en eso de ganar dinero (el año pasado ingresó unos 2.300 millones de dólares, según la revista Forbes). Sin embargo, Cohen ha conocido tiempos mejores. Cabeza visible del poderoso hedge fund SAC Capital Advisors, en 2013 la firma tuvo que pagar 1.800 millones de dólares (1.290 millones de euros) para sortear los cargos de uso de información privilegiada. Aunque él nunca fue encausado, los investigadores federales le han seguido muy de cerca.
Pero regresemos a Adam Sender. Desde 1998 ha sido una presencia continuada en el coleccionismo internacional y en la vida artística neoyorkina. Asesorado por varios marchantes fue reuniendo una colección de unas 800 obras de 139 artistas que representan la corriente principal del arte de nuestros días. La lectura de esos nombres es como recitar en voz alta un catálogo de una gran casa de subastas. Tiene trabajos representativos de Cindy Sherman, Ed Ruscha, Charles Ray, Raymond Pettibon, Richard Prince, Mike Kelly, Martin Kippenberg, Elizabeth Peyton, Dan Flavin, John Baldessari y Barbara Kruger, por citar algunos nombres.
'Untitled # 93', fotografía de Cindy Sherman perteneciente a la colección Sender. Sotheby's ha estimado un precio inicial de dos millones de dólares (1,43 millones de euros).
Sin embargo, la vida le ha lanzado una bola curva al otrora exitoso inversor. Sender ha tenido que cerrar este año Exis Capital Management, el fondo que creó en 1998 nada más dejar de trabajar con Steve A. Cohen. Además afronta un divorcio tras 11 años de matrimonio. A los 45 años parece que mira la vida de otra forma. “Crecí siendo judío pero cada vez me siento más cerca de la filosofía budista”, comentaba el financiero al periódicoThe New York Times. “Todas las cosas deben suceder”.
Entre esas cosas que ocurren está la venta de 400 obras esenciales de su colección. La casa de subastas Sotheby’s las llevará al mercado a lo largo de los próximos 18 meses en Londres y Nueva York, y se espera conseguir más de 70 millones de dólares (50,31 millones de euros). Los primeros cien lotes se rematarán en la ciudad neoyorkina el 14 y 15 de mayo. Son piezas que “representan el arte de nuestra generación”, sostiene Alexander Rotter, responsable de Sotheby’s.
En la serie 'Querido pintor, Pintar para mi', el artista Martin Kippenberg contrata a un pintor de carteles de cine para que ejecute las obras.
Esa selección inicial incluye la fotografía Untitled #93, de Cindy Sherman, que pertenece a una de sus series centrales, Centerfolds, la cual se encuentra en la colección desde 1998. Se espera conseguir por ella entre dos y tres millones de dólares (1,43 y 2,15 millones de euros). También destaca una pintura de 1981, sin título, del artista alemán Martin Kippenberg, que forma parte de una de sus propuestas más icónicas: Lieber Male, Male Mir (Querido pintor, Pintar para mí). En este trabajo, Kippenberg contrata a un pintor especializado en carteles de cine, conocido como Werner, para que ejecute las obras siguiendo sus instrucciones. El precio estimado oscila entre tres y cuatro millones de dólares (2,15 y 2,87 millones de euros). Un apropiacionismo diferente es el de Richard Prince, que traslada a fotografías de gran formato imágenes decowboys que obtiene de paquetes de tabaco Marlboro. ¿Precio? Más de un milón de dólares.
Como dice Adam Sender: “La vida te lanza bolas curvas. Estoy cerrando este capítulo de mi vida. Con ilusión, otro se abrirá”.
Foto de apertura: El coleccionista y gestor de fondos de altos riesgo Adam Sender vende en Sotheby's 400 obras. Espera recaudar más de 50 millones de euros. Cortesía Bloomberg News.
Sobre estas líneas, 'Ben (Villa D'Este)', cuadro de Elizabeth Peyton que colgaba en las oficinas de Adam Sender.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario