El abrasador calor y la falta de lluvias siguieron frustrando a los agricultores de la región central de Estados Unidos el miércoles, mientras los daños a las cosechas de maíz y soja se vuelven más graves día a día.
"Hay muchas personas pensando en cortar el maíz y dárselo a las vacas", dijo el profesor de Botánica de la Universidad de Misuri William Wiebold. "La actitud no es buena en este momento. Para algunos campesinos la cosecha ya se perdió. Mientras más tiempo pase sin lluvias, más agricultores estarán en esa situación", agregó.
La condición de la cosecha de maíz de Estados Unidos ha empeorado con rapidez después de que una temporada de siembra en tiempo récord había generado esperanzas de un buen rendimiento en el otoño boreal del mayor exportador de granos del mundo.
La calificación de la cosecha ha caído a su nivel más bajo en 24 años, y la más reciente estimación del Departamento de Agricultura ve apenas un 40% de ella en nivel bueno a excelente.
El Gobierno redujo el miércoles drásticamente sus expectativas para la cosecha, disminuyendo su estimación de rendimiento en 20 bushels por acre, o un 12% en su reporte mensual. Si eso se concreta, el rendimiento estimado de 146 bushels por acre sería el más bajo desde el 2003.
Una cosecha de maíz dañada por el clima podría hacer subir los precios de los alimentos, debido a que el grano es un ingrediente popular en la industria. También es de uso común para alimentar ganado, por lo que una cosecha menor podría hacer subir los precios de la carne.
Los agricultores que pueden regar sus cultivos activan sus sistemas durante la noche, intentando mantener sus cosechas vivas. Otros ya están acudiendo a las aseguradoras para estimar el costo total de la producción perdida.
"Realmente estamos al filo de la navaja en lo relativo a humedad", dijo Richard Oswald, quien cultiva en el noroeste de Misuri. "Necesitamos lluvia pronto", agregó.
Agricultores y agrónomos de todo Misuri y de Iowa por el norte dijeron que la soja está comenzando a mostrar puntos blancos y otras señales de estrés, mientras el maíz se está marchitando en muchos campos.
En la granja de Tom Zaputil, de 688 hectáreas con cultivos de maíz y soja cerca de Mystic, Iowa, la producción potencial se redujo a casi la mitad, según el experimentado agricultor.
Las plantas de maíz de Zaputil tienen 2,4 metros de altura, pero las hojas están pasando de verde oscuro a verde claro y se enroscan en el calor.
Mientras revisa una mazorca marchita, Zaputil dice, "Se veía bien hasta hace unos 10 días. Pero no hay nada que podamos hacer sobre este clima". "La madre naturaleza siempre juega las cartas más importantes en esta mano", comentó Zaputil.
Fuente: Reuters
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