(El Pulso) Mañana miércoles el presidente ejecutivo de Codelco, Diego Hernández, encabezará su última actividad en tal calidad, cuando la empresa lance su reporte de sustentabilidad 2011. A partir de este hito quien comenzará a comandar los destinos de la estatal será Thomas Keller, actual vicepresidente de administración y finanzas de la compañía y ex ejecutivo de Cencosud y Collahuasi.
Aún cuando su rol estará supeditado a la injerencia ya las decisiones del directorio –el propio Diego Hernández explicó que la mesa estará a cargo de, por ejemplo, la resolución del conflicto con Anglo American y su renuncia pasó precisamente por esa influencia- Keller ya ha explicitado algunas definiciones que se han conocido a nivel interno y que marcarán los próximos años. Una de ellas es apurar los nuevos proyectos.
Entre los dirigentes sindicales de Codelco tienen la visión de que Keller, al revés que lo están haciendo algunas de las competidoras de la estatal, optará por acelerar el ritmo de las expansiones que lleva adelante la compañía, en particular, lo relacionado con los proyectos estructurales. En el caso de Codelco, su plan de inversiones suma sobre US$20.000 millones, y a pesar de lo elevado que aparenta ser este monto, no hay dudas de que se seguirá adelante a pesar del cambio en la conducción.
Precisamente, Keller fue el ejecutivo clave en el delineamiento del plan de financiamiento de programa de inversiones, que ya está definido y que considera una mezcla que incluye deuda y capitalización de utilidades. OTRAS DICEN QUE NO La decisión va en sentido contrario de lo que están haciendo otras mineras que, dado el escenario más turbulento de la economía internacional -aunque aún en forma incipiente- están optando por la cautela a la hora de evaluar sus inversiones. Así lo decidió, por ejemplo, BHP Billiton -que en Chile es operadora de las minas Escondida, Spence y Cerro Colorado- que decidió poner una pausa a sus proyectos en etapas previas a la construcción, a espera de más elementos de juicio para retomar su avance. Al interior de la compañía se señala que esta decisión se relaciona con el hecho de que no hay muchas alternativas para los próximos años. De acuerdo con la compañía, de no materializar los proyectos estructurales, su capacidad de producción caerá desde los actuales 1,7 millón de toneladas el año pasado a 800 mil toneladas a 2020, debido a la caída de las leyes, lo que a su vez se relaciona con el envejecimiento de los yacimientos. En cambio, de ejecutarse todos los proyectos la producción de la principal empresa pública de Chile aumentará por sobre los 2 millones de toneladas anuales, lo que le permitirá mantener el liderazgo productivo mundial en el mercado del cobre. Para la empresa, el escenario de desarrollar sus proyectos en un contexto de desaceleración no es del todo negativo: involucra una reducción de los principales insumos, pues no habrá tanta competencia entre mineras, como también de los servicios de ingeniería, cuyo costo se ha disparado en los últimos años debido al alto interés de las mineras. Ministro Hales
La mina, ubicada en las cercanías de Calama, producirá 170 mil toneladas anuales de cobre equivalente y 300 toneladas de plata. De los proyectos estructurales, mina Ministro Hales (MMH) tiene dos hitos: es el primero que entrará en operación (de la actual cartera de proyectos) y es, además, el único greenfield, es decir, que parte de cero, desde el descubrimiento de mineral, hasta ahora, pues todas las demás iniciativas son ampliaciones de operaciones ya existentes o cambios en las formas de procesamiento. Andina 244
El salto que dará Andina es de gran magnitud. La producción de este proyecto implica pasar de explotar los actuales 34 millones de toneladas de mineral por año a 89 millones, lo que significa un movimiento de material del orden de las 510 mil toneladas diarias. Adicionalmente a la mina, el proyecto contempla construir un depósito para lastre, con una capacidad total de 2.200 millones de toneladas. Finalmente, Andina 244 suma una planta concentradora con nuevas instalaciones de chancado primario, secundario y terciario y transporte de mineral, Nueva mina Teniente
Para Codelco, este es uno de los mayores desafíos de ingeniería, con varios miles de kilómetros de túneles, nuevos accesos y plantas, además de un camino de entrada totalmente nuevo, con túneles y puentes por construir. Actualmente encuentra finalizando la construcción de sus obras tempranas, entre las que destacan las plataformas en la zona de Confluencia, donde se ubicarán los nuevos accesos al yacimiento. A inicios de año partió la ejecución de las obras definitivas, tanto desde el interior de la mina como desde la superficie. Súlfuros RT
Es, tras la nueva fase de Andina, el proyecto con mayor presupuesto, con US$4.500 millones. Permitirá explotar los sulfuros ubicados debajo de la capa de óxidos, que son los que actualmente alimentan a las plantas. De esta forma, corresponde más bien a una iniciativa de continuidad operacional, y no exactamente a una expansión. Su principal característica es el agua: Radomiro Tomic usará, a contar de 2017 agua de mar para sus operaciones, ante los altos requerimientos del recurso que tendrá y la situación de disponibilidad de la zona. Chuqui Subterránea
De acuerdo con las estimaciones actuales de Codelco, su costo total será de US$3.828 millones. Se espera que esté listo a fines de 2019, lo que implica que iniciará sus operaciones inmediatamente después de que finalice la producción de la mina a rajo abierto, lo que está proyectado para 2018. Durante su construcción dará empleo a 3.767, mientras que su requerimiento de personal alcanzará un peak de 4.837 personas una vez en operaciones. Actualmente está en etapa de factibilidad. Este año se invertirán US$234 millones. Fuente / El Pulso |
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