(El Mercurio)De las aguas al fuego. Uno de los nombres más importantes del sector sanitario chileno, Joaquín Villarino Herrera, se convirtió repentinamente en una figura del mundo minero, donde aterrizó justo cuando la industria afrontaba una crisis de proporciones: el conflicto entre Anglo American y Codelco. Villarino debutó como máximo ejecutivo de la entidad en la cena anual del Consejo Minero, el pasado 23 de noviembre en CasaPiedra. -¿Fue muy complejo? "Fue un momento tenso, debo ser sincero. Fueron un par de semanas muy tensas, pero al final todos estuvieron a la altura de las circunstancias y primó una visión sectorial y de país por sobre las visiones pequeñas y cortoplacistas que algunos querían poner sobre la mesa. Lo digo porque asistió el Presidente de la República, lo que fue extremadamente positivo para el sector. Primó la generosidad de las partes en conflicto, que fueron a la comida, se sentaron en la misma mesa en el momento más álgido. Concurrieron los ministros y los dirigentes gremiales más importantes del mundo empresarial. Todos dieron una señal inequívoca de lo importante que es la minería para el país". -El Consejo se reformuló y estalló el conflicto Anglo-Codelco. ¿Cómo les afectó? "Obviamente, esto genera preocupación, hay una preocupación a nivel del país. Tanto es así, que bien o mal intervinieron actores políticos, sociales, empresariales relevantes. No es de extrañar que también le preocupara al Consejo, en el que las partes en conflicto son socios importantes. Pero la minería chilena trasciende este conflicto. Si bien es mejor no tener conflictos, éste, por más bullado que sea, no cambia las decisiones de inversión ni las reglas del juego en el país. Éste es un país maduro, que ha dado señales de tener una institucionalidad que funciona. Estoy convencido de que las decisiones de inversión en el sector minero no están condicionadas por el conflicto Codelco-Anglo". -¿Pero asustó a los mineros la amenaza de nuevos royalties o cambios en los impuestos? "No veo una preocupación porque a propósito del conflicto surjan nuevas medidas impositivas al sector. La minería ha tenido dos impuestos específicos en los últimos seis años. No es razonable pensar en un tercero, el que sumado al alto costo de la energía, la escasez de agua y de capital humano, nos restaría competitividad frente a otros países mineros". -Anglo sostiene que se han violado sus derechos como inversionista extranjero. ¿Otras mineras lo piensan? "No lo hemos discutido en el Consejo Minero. Ahora, a riesgo de arrancarme con los tarros, como abogado a mí no me extraña que exista una artillería judicial potente, desplegada antes del mes de enero, que es cuando se tiene que ejercer la opción por parte de Codelco. Forma parte del funcionamiento, de una estrategia judicial". -El Consejo Minero les pidió a las partes públicamente que fueran discretas y ágiles en buscar una solución. ¿Lo han sido? "Codelco y Anglo, directamente han bajado bastante los decibeles y han sido más discretas, pero sus abogados no. Y respecto a la agilidad para llegar a un acuerdo, yo creo que les falta más abdominales; podrían ser más ágiles y creativos para solucionar el problema". Desafíos mineros La llegada de Villarino al Consejo Minero se enmarca en un fortalecimiento del gremio. Su tarea: "Hace falta una voz más presente del sector minero para superar desafíos para que la actividad minera se pueda desarrollar". Y también "difundir que si Chile quiere ser un país desarrollado, el camino pasa por el desarrollo de la minería". -¿Cuáles son los temas que la minería quiere poner? "Hoy se sacan cuentas alegres y rápidas con la actividad minera de los próximos cinco a diez años. Yo haría un llamado a la prudencia. No es bueno el exitismo en ninguna actividad y menos en una tan esencial para el país. Sabemos que no es bueno crear demasiadas expectativas, porque sobre eso se construyen sueños que todos terminan pensando que los debe pagar la minería. La minería puede ser, como lo ha sido hasta ahora, un aporte relevante, pero requiere que se enfrenten y solucionen varios aspectos". -¿Cuáles son esos? "La escasez de agua y de energía, y muy probablemente de capital humano, ya que se necesitarían sobre 65 mil trabajadores, y el actual sistema no está en condiciones de proveerlos. La minería tiene un panorama positivo para los próximos años, pero hay que ser conscientes de que no sólo habrá que remover toneladas de material, sino también obstáculos de envergadura mayor y que, además, son problemas del país, no sólo de este sector". -Otras industrias les exigen que los solucionen... "La minería no es la responsable de la solución de estos problemas para todo el país. Y me explico: cuando hay un problema de agua en la III Región, se le echa la culpa a la minería, pero no la tiene. Podríamos cerrar todas las faenas mineras en la III Región y seguiría faltando el agua. La minería es la que ha contribuido de manera más decidida a solucionar este tema: es la única que desaliniza, la única que recicla el agua, la única que ha disminuido su consumo en algunos procesos en más de un 50%. Hay otros sectores productivos con los cuales se ha sido muy permisivo. No conozco otro sector al que se le pidan los estándares medioambientales que se le exigen a la minería. Hay que nivelar para arriba". -¿Estiman que los gobiernos les "cargan la mano" más que a otros sectores? -"Hay un hecho evidente: la minería representa el 23% del presupuesto de la nación y el 20% del PIB. El aporte no termina ahí. Sólo en gastos operacionales, la minería dejará en 2011 un monto cercano a los US$ 12.500 millones, beneficiando a toda una cadena de proveedores de la más variada naturaleza. Involucra a gran parte del país a través de una cadena que da mucho trabajo: por cada puesto de trabajo que se crea en la minería, se generan cinco trabajos en otras áreas". "La minería deja mucho más que impuestos, y el Consejo Minero está abocado a que esto se conozca y se entienda: nosotros no somos sólo grandes giradores de cheques. La minería forma parte de nuestra cultura nacional, de la historia de Chile, y es una pieza esencial para el bienestar de los chilenos. Hay que cuidarla". -El Consejo partió como "un club de gringos" más Codelco. ¿Les pesa? "No, no nos pesa. No es lo que distingue ni caracteriza al Consejo. El Consejo Minero está preocupado porque sus asociados puedan llevar a cabo exitosamente sus proyectos, por una actividad sustentable, por solucionar los cuellos de botella. Al final, la paralización o la ejecución más lenta de los proyectos mineros es la postergación del desarrollo del país". "Y respecto a la agilidad para llegar a un acuerdo(entre Anglo y Codelco), yo creo que les faltan más abdominales; podrían ser más ágiles y creativos para solucionar el problema".
"No veo una preocupación porque a propósito del conflicto surjan nuevas medidas impositivas al sector. La minería ha tenido dos impuestos específicos en los últimos seis años; no es razonable pensar en un tercero". "Hay otros sectores productivos con los cuales se ha sido muy permisivo. No conozco otro sector al que se le pidan los estándares medioambientales que se le exigen a la minería. Hay que nivelar para arriba". Fuente /El Mercurio
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