Ven tendencia hacia el uso de las energías alternativas
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Empresas y hogares de la Riviera Maya se interesan cada vez más en aprovechar energías renovables como la eólica y solar.
Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- En zonas geográficas como el Caribe Mexicano, donde el viento y el calor le son inherentes, el aprovechamiento de las energías alternativas es una opción para abatir la huella de impacto ambiental por el uso de luz eléctrica, pero también para disminuir el costo de ese servicio que da la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Si bien el consultor de energías renovables y alternativas, Iván Michel Dueñas, adelantó en mayo pasado que este año se concretarían dos de cinco proyectos en Quintana Roo para aprovechar las energías renovables como la eólica y solar a gran escala, el uso de éstas en las pequeñas empresas y en el hogar comienza a generar un interés entre la población.
De acuerdo con Capi Madera Gil, superintendente de la CFE para la Riviera Maya, el uso de las energías eólica y solar va en aumento, dado al avance tecnológico que propicia la reducción de costos: "cada vez es más rentable, principalmente para los usuarios que se encuentran en tarifas de alto consumo, pero que con la energía alternativa pueda disminuir lo suficiente para salir del alto consumo. Ahí es donde tiene el nicho", dijo.
En Playa del Carmen, la CFE y el desarrollo inmobiliario Real Ibiza implantaron ya un mecanismo para el uso de energía solar. Madera Gil explicó que así como ese desarrollo, cualquier usuario establece un convenio de colaboración sin costo con la CFE para interconectarse a través de un medidor bidireccional que mide la energía hacia ambos sentidos de flujo.
"Se genera energía con las energías alternativas y también se consume energía a la CFE. El medidor, que es bidireccional "netea" los flujos de energía y le puede dejar a favor kilowatt-hora al cliente, o facturarle a favor si ocupó energía de CFE. Si tiene a favor se acumulan hasta por un año los kilowatt hora a partir de que se genera", dijo.
Hay también otra modalidad para el uso de la energía solar, que es mediante un banco de batería. Aquí se requiere de una fotocelda (aerogenerador en caso de energía eólica), un sistema de almacenaje de la energía que es el banco de baterías, que permite la carga de la energía alternativa para usarla después, y el sistema inversor, para pasar de corriente directa a corriente alterna.
Madera Capi aseguró que el interés por instalar este tipo de tecnología en las casas habitación es cada vez mayor, y no descarta que se incremente el número de usuarios en este esquema.
Grupo Waltho, comercializa en Playa del Carmen desde hace cinco años tecnología de fuentes alternativas, y aunque aún no despuntan sus ventas en el rubro habitacional, en sus oficinas (calle 2 esquina avenida 30) tienen instalado un aerogenerador para muestra.
Jesús Zamora García, jefe de ingeniería, aseguró que esta tecnología le disminuye sus gastos de operación, "con ese aerogenerador generamos 25 kilowatt, lo que se traduce al mes entre 7 y 10 mil pesos de ahorro, y con él suministramos hornos y otro tipo de equipos de pequeña industria".
También comercializan fotoceldas para aprovechar luz solar, y los principales compradores son los hoteleros, especialmente para calentamiento de albercas, aunque su oferta incluye lámparas de led para el ahorro de energía, entre otros aditamentos caseros.
Para instalar un equipo de fotocelda, aerogenerador o cualquier otro en una casa habitación, se requiere hacer un estudio de consumo, y ver la capacidad que se requiere, dijo Zamora García. "En el largo plazo -agregó- si una persona instala uno de estos equipos, va a generar un ahorro en el consumo de luz mayor a la inversión de los equipos".
El costo de un aerogenerador promedio alcanza los 12 mil dólares, pero hay desde mil dólares, que alcanzan para alimentar focos y televisión en los hogares pequeños, "de hecho si no hay aires acondicionados, con una inversión de 50 mil pesos o 70 mil se cubren las necesidades de una casa para cuatro personas con un aerogenerador", aseguró.
Al igual que Madera Gil, Zamora García resalta los dos fines de usar este tipo de tecnología: cuidar el medio ambiente, y disminuir el gasto por consumo de energía eléctrica, aunque en el corto plazo no se ve el uso masivo de sus productos.
"Para las personas de alto consumo o tarifa DAC, la inversión de esta tecnología se recupera en cinco años, pero un equipo dura 25 años", dijo.
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- En zonas geográficas como el Caribe Mexicano, donde el viento y el calor le son inherentes, el aprovechamiento de las energías alternativas es una opción para abatir la huella de impacto ambiental por el uso de luz eléctrica, pero también para disminuir el costo de ese servicio que da la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Si bien el consultor de energías renovables y alternativas, Iván Michel Dueñas, adelantó en mayo pasado que este año se concretarían dos de cinco proyectos en Quintana Roo para aprovechar las energías renovables como la eólica y solar a gran escala, el uso de éstas en las pequeñas empresas y en el hogar comienza a generar un interés entre la población.
De acuerdo con Capi Madera Gil, superintendente de la CFE para la Riviera Maya, el uso de las energías eólica y solar va en aumento, dado al avance tecnológico que propicia la reducción de costos: "cada vez es más rentable, principalmente para los usuarios que se encuentran en tarifas de alto consumo, pero que con la energía alternativa pueda disminuir lo suficiente para salir del alto consumo. Ahí es donde tiene el nicho", dijo.
En Playa del Carmen, la CFE y el desarrollo inmobiliario Real Ibiza implantaron ya un mecanismo para el uso de energía solar. Madera Gil explicó que así como ese desarrollo, cualquier usuario establece un convenio de colaboración sin costo con la CFE para interconectarse a través de un medidor bidireccional que mide la energía hacia ambos sentidos de flujo.
"Se genera energía con las energías alternativas y también se consume energía a la CFE. El medidor, que es bidireccional "netea" los flujos de energía y le puede dejar a favor kilowatt-hora al cliente, o facturarle a favor si ocupó energía de CFE. Si tiene a favor se acumulan hasta por un año los kilowatt hora a partir de que se genera", dijo.
Hay también otra modalidad para el uso de la energía solar, que es mediante un banco de batería. Aquí se requiere de una fotocelda (aerogenerador en caso de energía eólica), un sistema de almacenaje de la energía que es el banco de baterías, que permite la carga de la energía alternativa para usarla después, y el sistema inversor, para pasar de corriente directa a corriente alterna.
Madera Capi aseguró que el interés por instalar este tipo de tecnología en las casas habitación es cada vez mayor, y no descarta que se incremente el número de usuarios en este esquema.
Grupo Waltho, comercializa en Playa del Carmen desde hace cinco años tecnología de fuentes alternativas, y aunque aún no despuntan sus ventas en el rubro habitacional, en sus oficinas (calle 2 esquina avenida 30) tienen instalado un aerogenerador para muestra.
Jesús Zamora García, jefe de ingeniería, aseguró que esta tecnología le disminuye sus gastos de operación, "con ese aerogenerador generamos 25 kilowatt, lo que se traduce al mes entre 7 y 10 mil pesos de ahorro, y con él suministramos hornos y otro tipo de equipos de pequeña industria".
También comercializan fotoceldas para aprovechar luz solar, y los principales compradores son los hoteleros, especialmente para calentamiento de albercas, aunque su oferta incluye lámparas de led para el ahorro de energía, entre otros aditamentos caseros.
Para instalar un equipo de fotocelda, aerogenerador o cualquier otro en una casa habitación, se requiere hacer un estudio de consumo, y ver la capacidad que se requiere, dijo Zamora García. "En el largo plazo -agregó- si una persona instala uno de estos equipos, va a generar un ahorro en el consumo de luz mayor a la inversión de los equipos".
El costo de un aerogenerador promedio alcanza los 12 mil dólares, pero hay desde mil dólares, que alcanzan para alimentar focos y televisión en los hogares pequeños, "de hecho si no hay aires acondicionados, con una inversión de 50 mil pesos o 70 mil se cubren las necesidades de una casa para cuatro personas con un aerogenerador", aseguró.
Al igual que Madera Gil, Zamora García resalta los dos fines de usar este tipo de tecnología: cuidar el medio ambiente, y disminuir el gasto por consumo de energía eléctrica, aunque en el corto plazo no se ve el uso masivo de sus productos.
"Para las personas de alto consumo o tarifa DAC, la inversión de esta tecnología se recupera en cinco años, pero un equipo dura 25 años", dijo.
Fuente:
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
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