jueves, agosto 26, 2010

APRENDAMOS CON ENRIQUE DANS: Wikileaks no es bueno ni malo. simplemente es

Wikileaks no es bueno ni malo… simplemente es

Posted: 25 Aug 2010 04:30 AM PDT

Acabo de terminar una entrevista telefónica con una radio española para hablar de Wikileaks, al hilo de la anunciada publicación de la segunda entrega de los documentos sobre la guerra sucia en Afghanistán, y el discurrir del tema sigue, como comentábamos en una entrada anterior, evocando poderosamente lecciones que ya aprendimos en su momento – todos no, solo algunos – en situaciones similares en Internet: ¿se puede "luchar" contra Wikileaks? No, en la medida en que esa lucha no es contra un individuo ni contra una empresa, sino contra la naturleza misma de Internet. ¿Es Wikileaks bueno o malo? Ninguna de las dos cosas, simplemente es.

Los recientes acontecimientos apuntan a una lucha larga contra Wikileaks y su fundador, Julian Assange, sin reparar en que, en realidad, no se lucha contra ellos específicamente, sino contra la capacidad de Internet de reconstruirlos. Insistiendo tozudamente en cuestiones como el "dar ejemplo", el "castigar para disuadir intentos similares" o el "se lo pensarán antes de hacer otra cosa parecida", que han demostrado que nunca funcionan debido a las características de la red y de la misma naturaleza humana. Mientras Internet sea Internet – y no olvidemos que existe una corriente de opinión, mucho más peligrosa, que opina que para evitar este tipo de cosas lo que debemos hacer es eliminar Internet y despojarlo de su característica como red neutral – siempre habrá personas con iniciativas similares, puertos seguros en los que cobijarlas, protocolos con los que esconderlas o distribuirlas, y usuarios dispuestos a apoyarlas económicamente.

El problema estriba en querer "perseguir" a Wikileaks con los mecanismos que antes de Internet permitían perseguir iniciativas similares. Antes de Internet, si un medio publicaba algo que no convenía, se podía secuestrar la publicación y se le podía, incluso, retirar la licencia, cerrar administrativamente o encarcelar a sus responsables. Antes de Internet, si alguien accedía a una información y pensaba que esa información, por alguna razón, debía ser sometida al escrutinio público, su capacidad de hacerlo era limitada: las personas no contaban con los medios necesarios para publicar nada, ni mucho menos con la infraestructura adecuada para filtrar información con ciertas garantías de seguridad personal, de comprobación de hechos o de protección de sus fuentes.

La información era esencialmente asimétrica, y el hecho de haber vivido durante siglos en esas condiciones ha alimentado toda una casta de dirigentes que opinan que "hay información que nunca debe ser revelada", que "el fin justifica los medios" o que "todo vale para según qué". Afortunadamente, el mismo poder va, lenta y torpemente, poniendo barreras a ese tipo de cuestiones: leyes como como la Freedom of Information Act o la Mandatory Declassification Review, obtenidas tras años de lucha democrática, intentan garantizar que, con las debidas precauciones la información acabará estando disponible para su público escrutinio. Sin embargo, se trata de controles claramente insuficientes y que ni siquiera existen en todos los países: en regímenes corruptos, ni siquiera esa mínima transparencia resulta viable.

¿Es bueno o malo Wikileaks? Juicios de valor hay tantos como personas y como culos: todos tenemos uno. Dependiendo de en qué lado estés y cómo te afecte lo revelado, podrás ver Wikileaks como la mayor de las amenazas o como una necesaria garantía de transparencia. Pretender juzgarlo es, simplemente, una pérdida de tiempo: si Wikileaks cae, si Julian Assange es detenido, o si Bradley Manning recibe una sentencia "ejemplarizante" por haber filtrado unos documentos determinados, poco importa y poco va  afectar a la futura evolución de los acontecimientos. Si no es Wikileaks, se llamará de otra manera, y si no son Julian Assange o Bradley Manning, serán otras personas. Lo importante es que en la era de Internet, mientras la existencia de la neutralidad de la red permita que Internet siga siendo Internet (Wikileaks sería inviable en un mundo sin neutralidad de la red), quienes gobiernan y quienes manejan información tendrán que hacerlo a sabiendas de que ésta siempre tendrá alguna posibilidad de alcanzar la luz pública, y ellos la eventualidad de tener que responder de sus actos ante la justicia. Puedes llamarlo como quieras. Pero yo, decididamente, prefiero un mundo con Wikileaks a uno sin él, y mientras Internet siga siendo Internet, seguiremos teniendo Wikileaks.

FUENTE:
Saludos,
 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIENTO DE ONU
Celular: 93934521
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