(El Mercurio) Una inversión adicional por hasta US$ 1.500 millones pretenden realizar Codelco y Freeport McMoRan para duplicar la producción de El Abra, empresa ubicada en la Región de Antofagasta y donde ambas compañías comparten propiedad (49% y 51%, respectivamente).
El presidente ejecutivo de Freeport, Richard Adkerson, dijo ayer que primero se invertirán US$ 725 millones, de los cuales US$ 535 millones servirán para el desarrollo del proyecto Sulfolix, iniciativa que fue retomada en 2009 -luego de sufrir una pequeña detención debido a la crisis-, y que involucra extender en 10 años la vida útil de El Abra. Esto a partir de la explotación de sulfuros profundos desde 2012. Lo anterior, debido al inminente agotamiento de los óxidos superficiales de la mina.
Pero adicional a esta inversión, el máximo ejecutivo de Freeport señaló que actualmente se están realizando estudios de prefactibilidad para la construcción de una nueva planta concentradora.
"Va a ser una planta concentradora de gran escala. Se debe hacer una que soporte una capacidad (de tratamiento de mineral) de entre 150 mil y 200 mil toneladas por día, para lidiar con un depósito de este tamaño", señaló Adkerson durante la entrega de los resultados de Freeport McMoRan al 30 de junio de este año.
Según altas fuentes de Codelco, la inversión requerida para esta iniciativa fluctuaría entre los US$ 1.000 millones y US$ 1.500 millones, lo que permitiría a El Abra alcanzar una producción cercana a las 300 mil toneladas de cobre al año, doblando la actual capacidad de cerca de 160 mil toneladas.
"Esto va a ser por un tiempo, ya que el proyecto Sulfolix va a durar sólo 10 años, por lo que la producción de El Abra -sin considerar nuevos proyectos- debería sufrir una caída a partir de ese momento", asegura la fuente de la cuprera estatal.
Por último, Codelco y Freeport estarían estudiando un proyecto para la construcción de un embalse de relaves pesados que utilizarían El Abra y Radomiro Tomic, una vez que concluya la segunda etapa de ampliación de este último yacimiento.
Fuente / El Mercurio
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