viernes, febrero 20, 2009

lobby: Los lobbys en Bruselas (y III)

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Pablo Sanchez

Los lobbys en Bruselas (y III)

00:01h. del Viernes, 20 de febrero.

larepublica.es-Bruselas

Estos días hemos estado haciendo una visión panorámica de los lobbys en el seno de la Unión Europea y como estos son capaces de influenciar las decisiones de los políticos, bueno de aquellos políticos que se dejan influenciar por los lobbys, claro está.

El tema es que los lobbys en la cultura política española tienen una especie de aura secreta parecida a la que tienen los masones. Son muchas décadas de decisiones políticas tomadas en el seno del movimiento (franquista por supuesto) que han creado una cierta cultura política de la que vemos las consecuencias con cierto tipo de casos de corrupción, cierto tipo de chapuza política y el espionaje "a la mortadelo y filemón".

Y eso, desafortunadamente, filtra a todas las capas de la sociedad, incluidas aquellas que deberían luchar contra esas prácticas. Por ejemplo los sindicatos, que se encuentran bajo la descripción de lobby estándar, deben tomar la iniciativa en la lucha contra ese tipo de prácticas. Que no son ni más ni menos que las prácticas contra el "enchufismo", el tráfico de intereses y el uso de información privilegiada. Para luchar contra esas prácticas hay que abrir los libros de cuentas, decir que deudas tiene uno y como se gasta el dinero de sus afiliados y militantes.

Pero hay otro actor, siempre en el campo peninsular que del europeo ya hemos hablado, que es fundamental. Los medios de comunicación, sin entrar en la teoría de la semiótica y del cuarto poder (de la que tengo ciertas reticencias) sí es cierto que los grandes medios de comunicación de la clase dominante (lo que voy a llamar prensa burguesa) tienden a trivializar el tema del lobby. Más allá del "juguillo" mediático de poder decir que los lobbys son malos (cuando ellos mismos son uno, por ejemplo PRISA y sus intereses económicos en Bolivia y como juegan con la información y la desinformación), los medios de comunicación trivializan el asunto a niveles pueriles. Y para muestra, un botón.

El pasado 11 de febrero El Mundo tenía una historia sobre los lobbys que decía "que servicios de inteligencia de otros países "han hecho intentos repetidos usando agentes o personas vinculadas que usan diversos tipos de cobertura", como becarios y trabajadores en prácticas, funcionarios de otros países o expertos en tecnología de la información". (http://www.elmundo.es/elmundo/2009/02/11/internacional/1234371484.HTML)

Quizás la Comisión Europea hiciera referencia al servicio de espionaje de la Comunidad de Madrid, pero es obsceno que la Comisión se preocupe por los supuestos espías de los Estados Miembros. Los miembros del Consejo y la Comisión Europea tienen una circulación permanente de documentos "secretos" sobre la legislación de la Unión Europea, cualquier persona que conoce el sistema de trabajo de la UE lo sabe, y no son los espías de los estados ni los becarios el peligro de la información sensible. El peligro real es que el Partido Popular Europeo, que mantiene la mayoría de gobiernos de la UE y tiene una mayoría casi absoluta en el parlamento gracias a su coalición con liberales y extrema derecha, decida una política que impone.

El ejemplo es la Directiva de 65 horas. Justamente desbloqueada cuando Silvio Berlusconi y Nicolás Sarkozy llegan a la jefatura del gobierno y el estado de Italia y Francia, después es trabajo del PPE adelantar el trabajo, ahora veremos si el grupo Liberal decide por apoyar la política del PPE o se abstiene ante tal embestida.

Finalmente, en dicho artículo sobre los lobbys se nos informa del peligro del becario "mileurista", pero no del hecho que el registro voluntario de lobbys no funciona, que un hacker italiano ha hecho de él el hazmerreír del Comisión European inscribiendo decenas de empresas falsas durante semanas, eso no es noticia para los señores periodistas de El Mundo. El ataque del becario vengativo (al que le pidieron demasiadas fotocopias) sí…

Tampoco hay que esperar que un lobby con El Mundo nos informe de sus propios intereses y como le han dado cobertura mediática al señor Herrero en su circo mediático durante el referéndum en Venezuela. En fin, que tendremos que seguir informando de lo que en realidad se cuece por Bruselas y en defensa del peligroso becario espía…

Pablo Sanchez es corresponsal en Bruselas de La República.

 
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