España, 24/03/08-
La Tercera Conferencia Internacional sobre Energías Renovables, organizada por el gobierno de Estados Unidos y promovida por British Petroleum, General Electric, Chevron y General Motors, fue el escenario donde el presidente George W. Bush anunció un fondo de dos mil millones de dólares para ese proyecto, el cual ya crea problemas.
Entre el 4 y el 6 de marzo, la cita fue escenario del dilema sobre la competencia entre los productos alimenticios y los agrocombustibles. En Washington, sede del encuentro, se informó que la inversión privada mundial en energías renovables aumentó el año último a 66 mil millones de dólares; especialmente, en combustibles agrícolas
El gobierno de Estados Unidos los considera eje de su estrategia para reducir su dependencia del petróleo, principalmente importado.
Samuel Bodman, secretario del sector, aseguró en el foro que "las energías renovables -más del seis por ciento del consumo en su país- nos ayudan a construir un nuevo futuro energéticamente más limpio, más duradero, más barato, más seguro y menos dependiente de los carburantes fósiles".
Sobre el asunto, el presidente estadounidense, George W. Bush, anunció ante los participantes la creación de un fondo de dos mil millones de dólares para el desarrollo de lo que denominó energía alternativa.
Su país gasta 21,75 millones de barriles diarios de crudo, la cuarta parte del petróleo consumido en el planeta, que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y la Organización Internacional de Energía estiman, para el 2008, en algo más de 87 millones de barriles por día.
Bush añadió que el año pasado Estados Unidos produjo más de 400 millones de galones de biodiésel -a partir de aceites vegetales- que se expenden en más de 650 estaciones de venta.
El profesor de Agronegocios de la Universidad Central de Argentina, Martín Fraguío, opina que este producto, sin embargo, presenta una rentabilidad muy baja o negativa, salvo en el caso de Malasia, que utiliza aceite de palma.
En general, "el problema es que el litro de aceite vegetal vale más que el de gasoil".
Añade que la industria de biocombustibles es la de más rápido crecimiento en el mundo, por encima de las telecomunicaciones, la electrónica y la informática. Pero a partir de la basada en la caña de azúcar para la fabricación de etanol, sustituto de la nafta y más rentable que el biodiésel.
La estadounidense, a base del etanol de maíz, es la mayor del mundo y avanza a grandes pasos, arrastrando tras ella a países de Europa, Asia y África. Para Fraguío, en ésta todos los proyectos son rentables y "el período de repago de las inversiones es muy corto".
Un actor muy importante en el financiamiento es el Banco Interamericano de Desarrollo, que ofrece alta prioridad al impulso de estos energéticos.
No obstante los criterios anteriores, la Agencia de Evaluación Ambiental de los Países Bajos considera que las actuales propuestas para utilizar "biocarburantes" en el transporte no suponen la mejor inversión en sostenibilidad.
Agrega que, incluso, ni siquiera los de segunda generación presentan balances totalmente positivos.
En su informe 'Consecuencias locales y globales de la directiva de energías renovables de la UE sobre biocarburantes: pruebas de los criterios de sostenibilidad', la entidad atribuye importancia negativa a la utilización de productos agrícolas para estos fines.
Desde el momento en que la producción de biocarburantes se basa en cereales, maíz, remolacha azucarera y aceite de palma, "el objetivo de la UE de lograr el 10 por ciento (de agrocombustibles) en el 2020 ocasiona el aumento de los precios de los alimentos", sintetiza.
Según sus cálculos, el requerimiento de nuevas tierras para el objetivo anterior cubriría de 20 a 30 millones de hectáreas, 16 millones de los cuales pertenecerían a Europa y serían sustraíbles de los víveres.
La página web Gerencia y negocios de Hispanoamérica refleja que la energía limpia abastecerá el 50 por ciento del consumo para el 2050 y que el biogás es el negocio del futuro. Pero también que hoy se pone mucho énfasis en los biocombustibles y poco en ahorrar.
De modo que, como consecuencia, el día 7 de marzo el crudo cerró a un precio de 105 dólares el barril, bajo la influencia del desmedido consumo en el mundo desarrollado, la baja en la cotización del dólar, la estable producción entre los 14 miembros de la OPEP y, en no menor medida, por la especulación en los marcados.
En su reporte titulado 'El negocio de los biocombustibles', el periodista Stephen Leary, de la agencia IPS, afirma que "en la mayoría de los casos, lo único verde de los biocombustibles son los billetes que generan".
De ahí que la inversión en ellos alcanzara los 66 mil millones de dólares anunciados en la conferencia celebrada en Washington.
La Sociedad Latinoamericana de Agroecología considera que estos productos son presentados en el nivel mundial como la fuente de energía "limpia y renovable" que reemplazará al petróleo.
Pero añade que "no tienen nada de renovables y su producción necesita más energía de la que se termina obteniendo". Por cada litro logrado se consumen más de 40 de agua y 1,36 de petróleo.
La amplificación del mito, sin embargo, "aumenta el precio de las materias primas", que equivale a decir de los alimentos. El dilema no consiste en el desarrollo de alternativas energéticas necesarias, sino en cómo se hace, para qué y con qué costo económico y humano.
Pero esta no fue la conclusión de la Tercera Conferencia Internacional sobre Energías Renovables organizada por el gobierno de Estados Unidos y promovida por los grandes grupos British Petroleum, General Electric, Chevron y General Motors, sino la promesa de crear un fondo oficial de dos mil millones de dólares para expandirse más. (Por Ernesto Montero Acuña/Prensa Latina)
Entre el 4 y el 6 de marzo, la cita fue escenario del dilema sobre la competencia entre los productos alimenticios y los agrocombustibles. En Washington, sede del encuentro, se informó que la inversión privada mundial en energías renovables aumentó el año último a 66 mil millones de dólares; especialmente, en combustibles agrícolas
El gobierno de Estados Unidos los considera eje de su estrategia para reducir su dependencia del petróleo, principalmente importado.
Samuel Bodman, secretario del sector, aseguró en el foro que "las energías renovables -más del seis por ciento del consumo en su país- nos ayudan a construir un nuevo futuro energéticamente más limpio, más duradero, más barato, más seguro y menos dependiente de los carburantes fósiles".
Sobre el asunto, el presidente estadounidense, George W. Bush, anunció ante los participantes la creación de un fondo de dos mil millones de dólares para el desarrollo de lo que denominó energía alternativa.
Su país gasta 21,75 millones de barriles diarios de crudo, la cuarta parte del petróleo consumido en el planeta, que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y la Organización Internacional de Energía estiman, para el 2008, en algo más de 87 millones de barriles por día.
Bush añadió que el año pasado Estados Unidos produjo más de 400 millones de galones de biodiésel -a partir de aceites vegetales- que se expenden en más de 650 estaciones de venta.
El profesor de Agronegocios de la Universidad Central de Argentina, Martín Fraguío, opina que este producto, sin embargo, presenta una rentabilidad muy baja o negativa, salvo en el caso de Malasia, que utiliza aceite de palma.
En general, "el problema es que el litro de aceite vegetal vale más que el de gasoil".
Añade que la industria de biocombustibles es la de más rápido crecimiento en el mundo, por encima de las telecomunicaciones, la electrónica y la informática. Pero a partir de la basada en la caña de azúcar para la fabricación de etanol, sustituto de la nafta y más rentable que el biodiésel.
La estadounidense, a base del etanol de maíz, es la mayor del mundo y avanza a grandes pasos, arrastrando tras ella a países de Europa, Asia y África. Para Fraguío, en ésta todos los proyectos son rentables y "el período de repago de las inversiones es muy corto".
Un actor muy importante en el financiamiento es el Banco Interamericano de Desarrollo, que ofrece alta prioridad al impulso de estos energéticos.
No obstante los criterios anteriores, la Agencia de Evaluación Ambiental de los Países Bajos considera que las actuales propuestas para utilizar "biocarburantes" en el transporte no suponen la mejor inversión en sostenibilidad.
Agrega que, incluso, ni siquiera los de segunda generación presentan balances totalmente positivos.
En su informe 'Consecuencias locales y globales de la directiva de energías renovables de la UE sobre biocarburantes: pruebas de los criterios de sostenibilidad', la entidad atribuye importancia negativa a la utilización de productos agrícolas para estos fines.
Desde el momento en que la producción de biocarburantes se basa en cereales, maíz, remolacha azucarera y aceite de palma, "el objetivo de la UE de lograr el 10 por ciento (de agrocombustibles) en el 2020 ocasiona el aumento de los precios de los alimentos", sintetiza.
Según sus cálculos, el requerimiento de nuevas tierras para el objetivo anterior cubriría de 20 a 30 millones de hectáreas, 16 millones de los cuales pertenecerían a Europa y serían sustraíbles de los víveres.
La página web Gerencia y negocios de Hispanoamérica refleja que la energía limpia abastecerá el 50 por ciento del consumo para el 2050 y que el biogás es el negocio del futuro. Pero también que hoy se pone mucho énfasis en los biocombustibles y poco en ahorrar.
De modo que, como consecuencia, el día 7 de marzo el crudo cerró a un precio de 105 dólares el barril, bajo la influencia del desmedido consumo en el mundo desarrollado, la baja en la cotización del dólar, la estable producción entre los 14 miembros de la OPEP y, en no menor medida, por la especulación en los marcados.
En su reporte titulado 'El negocio de los biocombustibles', el periodista Stephen Leary, de la agencia IPS, afirma que "en la mayoría de los casos, lo único verde de los biocombustibles son los billetes que generan".
De ahí que la inversión en ellos alcanzara los 66 mil millones de dólares anunciados en la conferencia celebrada en Washington.
La Sociedad Latinoamericana de Agroecología considera que estos productos son presentados en el nivel mundial como la fuente de energía "limpia y renovable" que reemplazará al petróleo.
Pero añade que "no tienen nada de renovables y su producción necesita más energía de la que se termina obteniendo". Por cada litro logrado se consumen más de 40 de agua y 1,36 de petróleo.
La amplificación del mito, sin embargo, "aumenta el precio de las materias primas", que equivale a decir de los alimentos. El dilema no consiste en el desarrollo de alternativas energéticas necesarias, sino en cómo se hace, para qué y con qué costo económico y humano.
Pero esta no fue la conclusión de la Tercera Conferencia Internacional sobre Energías Renovables organizada por el gobierno de Estados Unidos y promovida por los grandes grupos British Petroleum, General Electric, Chevron y General Motors, sino la promesa de crear un fondo oficial de dos mil millones de dólares para expandirse más. (Por Ernesto Montero Acuña/Prensa Latina)
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Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
www.Consultajuridicachile.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.el-observatorio-politico.blogspot.com
www.biocombustibles.blogspot.com
Renato Sánchez 3586
teléfono: 5839786
e-mail rogofe47@mi.cl
Santiago-Chile
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