Con tensa calma laboral el agro enfrenta cosecha 2007-2008 Enfoques, Economía y Negocios
Sandra Novoa Fernández
Las empresas grandes han optado por contratar en forma directa a la mayor cantidad de trabajadores estacionales, para evitar conflictos.
El panorama laboral para la temporada agrícola 2007-2008 se ve en blanco y negro, dependiendo de quién lo analice. Para algunos voceros empresariales y sindicales -a pesar de los temores derivados de los conflictos que se vivieron en Agrosuper y Pacific Nut- reina la calma; pero otros dirigentes advierten nubes en el horizonte, que podrían "aguar" la cosecha.
El ruido obviamente viene por el lado de los temporeros, el contingente de mano de obra más voluminoso y donde la dispar realidad de las condiciones de trabajo hace que en ciertas zonas el descontento sea terreno fértil para movilizaciones. Pero también hay temor por el despliegue de la Dirección del Trabajo: anunció que fiscalizará a fondo el campo este verano.
El presidente de la SNA, Luis Schmidt, admite que hay preocupación. Y la atribuye tanto "a actuaciones poco claras de las autoridades", como al interés de la CUT por generar efervescencia: "Es sintomático que Arturo Martínez amenace a diversos subsectores. Hay miles de predios trabajando en armonía, pero hay organizaciones que dicen que los tratan como animales y no es así, aunque no descarto que con 300 mil RUT agrícolas -de los cuales 92% son pequeñas y micro empresas-, haya problemas", plantea.
Enfatiza que en la Región Metropolitana y sus alrededores la gente gana entre $10.000 y $20.000 diarios: "Si eso es malo, de qué estamos hablando con un tipo de cambio bajo y aumentos en los costos".
Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores, asegura que en su gremio no han tenido noticias de posibles conflictos: "El ambiente está un tanto enrarecido, pero esperamos que todos los actores reaccionen racionalmente".
Quienes sí dan luces de por dónde pueden venir los conflictos son los dirigentes sindicales. Soledad Alvear, presidenta de Conaproch plantea: "Todos se quedan con la imagen de los packing de David del Curto, UTC y otras de ese nivel, donde la gente trabaja con uniforme. Pero esa es la última fase de un proceso que parte con las recolecciones y labores precosecha, donde siguen operando los enganchadores y subcontratistas, que acarrean a la gente amontanada en camionetas y en los predios ni siquiera tienen baños".
Asegura que "los $10.000 diarios sólo se ven con las guindas y cerezas entre la VI y VIII Región, pero son cosechas que duran pocos días. "En la III Región pagan $220 por caja, lo mismo que en 1985, lo que significa que para llegar a $ 5.000 diarios hay que trabajar unas 12 horas. De acuerdo a la Casen, en promedio la gente no recibe más de $93 mil mensuales, laborando todos los días".
Por eso afirma que en ciertas zonas de la regiones III y IV no hay mano de obra disponible y que iniciarán movilizaciones. Cuenta que el viernes pararon 3.000 temporeros de varias empresas en Copiapó.
Óscar de la Fuente, presidente de Conagro y dirigente de Coordinadora campesina de Chile, agrega que la Mesa Nacional Agrícola, constituida esta semana, es un intento tardío para abordar problemas laborales de la actual temporada: "Los empresarios deben abrirse a la negociación colectiva para los temporeros".
La uva en la mira
Entre las empresas sondeadas en el la zona central hasta ahora no tenían indicios de que estuvieran incubándose movilizaciones. Comentan que "afortunadamente la cosecha de la cereza -que es la más delicada- partió a mediados de noviembre y termina esta semana". Sí temen que pueda pasar algo en las contrataciones que parten a mediados de febrero -para la uva, remolacha y el grueso de la fruta- porque hay más movilidad.
Aquí la mayoría de las grandes exportadoras y productoras han optado por contratar directamente a los temporeros, para no enredarse con las interpretaciones de la ley de subcontratación y fidelizarlos.
Copefrut está en el peak de la cosecha de cerezas -parte a mediados de noviembre y termina antes de Navidad-, por lo que en las cuatro plantas de la empresa hay unos 3.800 trabajadores transitorios.
"En este minuto, los requerimientos del personal de temporada no se relacionan tanto con el tema remuneracional, sino con condiciones laborales como el tipo de movilización, alimentación, higiene y vestuario", afirma su gerente de recursos humanos, Fernando Daza. Allí los fidelizan con beneficios como un aguinaldo.
Todos se sentaron en la mesa de diálogo
Esta semana todos los sectores se sentaron a la Mesa Nacional Agrícola, convocada por el subsecretario del Trabajo, Zarko Luksic. En ella participaron la SNA, la Asociación de Exportadores, Fedefruta y cinco organizaciones de trabajadores: Confederación Triunfo Campesino, Anamuri, Conaprich, Conagro y la Coordinadora Campesina de Chile. También estuvo la directora del Trabajo, Patricia Silva, y el ministro de la cartera, Osvaldo Andrade.
Aunque los empresarios aseguran que hace rato venían pidiendo al Gobierno reestablecer esta instancia, los trabajadores afirman que el clima de conflictividad que afecta a otros sectores productivos y las dos tomas de conocidas empresas del rubro hicieron que mejorara la disposición de los gremios patronales.
El empresariado puso especial énfasis al plantear a las autoridades que la legislación laboral agrícola y agroindustrial debe flexibilizarse, para adaptarla a las especificidades de esta actividad, determinada por los imponderables del clima. Enfatizaron que hoy deben actuar al filo de la legalidad, disfrazando horas extraordinarias como bonos o poniendo segundos turnos, lo que impide que quienes quieren ganar más puedan trabajar más. Y propugnaron un estatuto para los temporeros, que defina derechos y deberes.
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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