Todas las semanas están cargadas de noticias relacionadas con la inteligencia emocional, generalmente, por su ausencia. Esta semana, sobre todo, por la tan cacareada frase "¡¿Por qué no te callas?!" del Rey de España. Y es que los hechos demuestran todos los días la importancia de la inteligencia emocional a la hora de triunfar en la vida, y para no generarnos problemas.
En el caso que nos ocupa, es oportuno señalar que es raro ver al Rey de la manera que lo vimos, sin autocontrol emocional, pero nadie es perfecto (el que escribe tampoco) y lo real es que cada vez que fallamos en este autocontrol, aunque sean pocas veces, las consecuencias negativas suelen ser inevitables y a veces, muy negativas.
Nunca se hará suficiente énfasis en la importancia tan determinante del autocontrol emocional como fundamento de nuestro éxito o de nuestro fracaso (en su ausencia). Ya lo comentamos hace dos semanas en el caso de Hamilton (que le llevó a perder el campeonato de F1 que tenía en el bolsillo) y ahora lo vemos con el Rey (y con Chávez, por supuesto).
Es así de simple, el autocontrol nos lleva al éxito y el descontrol al fracaso. Como ejemplo contrario, veamos dos casos positivos que son buenos modelos a seguir. Nos referimos a dos personajes políticos de relevancia: el Sr. Manuel Marín y el Sr. Rquez Zapatero.
Seamos o no seamos de sus ideas políticas, lo que está claro es que son modelos de autocontrol emocional, hasta grados que a la mayoría de nosotros nos parecen absolutamente extraños. De un lado el Sr. Marin ha demostrado siempre ser una persona con una extraordinaria capacidad de negociación; justa y ética, ha mandado a callar en el hemiciclo a cualquier persona irrespetuosa con el funcionamiento del parlamento, sea del partido político que sea, razón por la cual, afirmamos que es un modelo a seguir.
De ideas meridianamente democráticas, el respeto en la comunicación ha sido su gran caballo de batalla. Nos podemos quejar del Sr. Chávez pero no podemos presumir en España de una gran diferencia en nuestros políticos. Las faltas de respeto reflejadas en las interrupciones continuas, las descalificaciones, el no dejar hablar al otro "sea como sea", los desprecios soeces en muchos casos dentro del parlamento español durante esta legislatura, no son para presumir como españoles. Pensemos que son la representación del pueblo español; ¿qué demuestran estas personas de lo que somos como pueblo los españoles?, ¿qué de positivo de nosotros muestran ellos?. Ciertamente, que si el Sr. Marín no fuera un modelo tan raro no podríamos utilizarlo como ejemplo.
Características como respeto mental a las ideas del otro, a la persona del otro, a la situación del otro, firmeza en la defensa y mantenimiento de las propias posturas sin el desprecio por la del otro, búsqueda de la negociación y no del conflicto, capacidad para llegar a puntos comunes (en el lenguaje de la IE se dice "utilización de sistemas ganar/ganar"), capacidad verbal para buscar las palabras apropiadas a las ideas a transmitir, utilización del momento adecuado, y por supuesto, la capacidad de autocontrol emocional, para poder llevar a cabo todas estas acciones en medio de un ambiente negativo emocionalmente, son características comunes que distinguen a estos dos personajes.
Es evidente que el Rey no tiene el mismo nivel, pero es igual de evidente, que el Rey nunca ha tenido el grado de entrenamiento emocional que han tenido estos dos políticos. Durante esta legislatura, por ejemplo, día a día, semana a semana, han tenido que bregar con las situaciones más difíciles a nivel emocional que se recuerdan en España, en el enfrentamiento con un partido político en la oposición y con los medios de comunicación afines, empeñados en crear un clima de crispación emocional continuo, desagradable, vomitivo, como estrategia para copar otra vez el poder. Sin este entrenamiento, a buen seguro que no estarían tan bien preparados en éstas lides.
Haber hecho frente a la estrategia de hacer imposible y lo más desagradable posible el clima social como forma de provocar el rechazo a un gobierno, (una estrategia política como otra cualquiera que ya la practicó el mismo partido con el anterior gobierno socialista de F. González), sin responder con las mismas armas (descalificaciones, insultos, agresividad, manipulaciones, etc) es lo verdaderamente interesante a resaltar aquí.
De todos es bien conocido que uno de nuestros modelos de referencia, siempre ha sido Gandhi. Nadie ha representado hasta ahora como él, el logro de objetivos por difíciles e imposibles que pudieran parecer, a través de la conducta no violenta, la conducta dialogante, de la negociación, del respeto y la ética. Ellos se parecen a Gandhi, siguen su modelo pues ellos practican la no violencia. Esto requiere evidentemente una fuerte capacidad de autocontrol emocional, porque si no se posee esta habilidad emocional, la emoción te desborda y tu y todos quedan a merced de ella.
Si no tenemos la capacidad de controlar nuestros enfados como lo hacen estos señores, difilmente podremos dar el tipo de respuestas "clarividentes" que ellos se permiten dar sobre la marcha, inmediatamente, en la misma situación, "en caliente". El común de los mortales estallaría en una ataque de ira, sin refrenar su lengua y con gestos visiblemente alterados, o bien, se reprimría intensamente, bloqueándose, sin responder. Estos señores saben tomar el camino de enmedio: se enfandan pero respetan, se dan tiempo para responder.., y responden enfadados pero con autocontrol, midiendo palabras y gestos, lo que les reporta innumerables beneficios sociales, pero también personales (autoestima, autoconfianza) y de salud.
Sin embargo, ellos con su capacidad para el autocontrol emocional, obtienen unas ventajas considerables sobre todos los demás, respondiendo con una sorpredente claridad y precisión en medio de un ambiente hostil y de ataque, demostrando una autodefensa contundente y sin violencia. Vease como ejemplo, la contestación de Zapatero en un acto en el que es atacado por J. Luis Cebrian (académico de la lengua) criticándole "por destruir la ortografía" con la nueva campaña del psoe. Su respuesta con enfado, pero simple y clara fue: "prefiero jugar con las palabras, que utilizarlas como ladrillos contra el otro". Para contestarle a un académico, no está mal ¿verdad?.
Autocontrol emocional y ética van, pues, inseparablemente unidos. ¿Cuándo se enterará esta sociedad de esta realidad?. ¿Para cuando la IE en la educación?. Preguntado por un periodista sorprendido por esta rara habilidad suya, el Sr. Marín dijo: "yo no he necesitado ninguna ley, ni el reglamento del congreso para saber lo que es respeto, lo que es respetar al otro en la comunicación. ¡Esto me lo enseñó a mi mi madre, desde pequeño!". Nos preguntamos: ¿son la mayoría de las madres españolas como la de Manuel Marín?.
Se dice que: "eres dueño de lo que callas y esclavo de lo que dices", y en esto, tanto Marín como Zapatero, son unos artístas. Su capacidad de aguante emocional ante situaciones emocionales fuertemente desagradables (que no represión emocional) son dignas de elogio y de reconocimiento. Los niños y los jóvenes (recuerden la publicidad de radio ECCA) "no obedecen, imitan", así que es inteligente a nivel socioemocional, detectar los modelos positivos de convivencia y fomentarlos.
El Sr. Marín se nos va, se nos va un ejemplo de comportamiento respetuoso, comunicativo, de convivencia social. ¿Mantendrá esta sociedad el recuerdo de su ejemplo en las presentes y futuras generaciones?. ¿Valoramos suficientemente los modelos positivos de conducta?.
Veamos y valoremos también, los aspectos positivos de la realidad si no queremos enfermar a nivel personal o como sociedad; fomentemos el caer en la cuenta de las cosas positivas en medio de lo negativo, y estaremos educando la IE en la sociedad..., ejemplos hay para ello.
(*) José Ignacio Quintero Rosales es entrenador de la Inteligencia Emocional. Proffesional Coach y Life Coach. Miembro del Instituto Internacional de Coaching.
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