lunes, junio 25, 2007

n el pedir no hay engaño

En el pedir no hay engaño

Evelyn Matthei, senadora por la Región de Coquimbo

Senadora Evelyn Matthei, Región de Coquimbo

Es muy fácil pedir salarios mínimos más altos, y es muy fácil también pedir salarios sugeridos y lo que sea más alto.

                       

¿Y por qué no pedimos 200, 300, 400 mil pesos? Porque, en realidad, yo creo que con 300, 400 mil pesos recién una familia puede empezar a educar bien a sus hijos y vivir una vida razonable.

                       

Y si de pedir se trata, a lo mejor, podríamos embarcarnos todos en esta senda de pedir y pedir. Hay un problema, que los salarios desgraciadamente, si uno los sube solamente por ley, lo que causa es una tremenda cesantía. Y la verdad es que esta relación entre salarios mínimos y cesantía está muy estudiada en la economía, y a los que más afecta es a las personas de más de 50 años y a las personas de menos de 25 años.

                       

Entonces, en realidad, yo quiero llamar la atención, porque en esta carrera por aumentar los salarios mínimos nos podemos todos embarcar alegremente, y sin embargo, lo que podemos estar haciendo es causar un tremendo daño al país.

                       

Lo que yo quisiera señalar, es que en la medida en que nosotros creamos que las personas ganan muy poco, hay dos cosas que se pueden hacer y que se deben hacer.

                       

En primer lugar, mejorar fuertemente la calidad de la educación, porque el salario tiene que ir naturalmente, querámoslo o no lo queramos, ligado a cuál es la productividad, que es lo que aporta esa persona en el trabajo.

                       

Y si uno mira la relación entre el salario y el nivel educacional, desgraciadamente es una relación muy directa y muy firme. Mientras menor calidad y mientras menor tiempo de educación tienen las personas, menos ganan.

                       

Y lo primero que tenemos que hacer, por lo tanto, para mejorar los salarios, es mejorar el número de años y también la calidad de la educación.

                       

Cuando nosotros vemos que el 85 por ciento de los chilenos prácticamente no entiende lo que leen, es muy difícil que tengan los mismos salarios que en Dinamarca, donde solamente el 4 por ciento de la gente no entiende lo que lee.

                       

Y ese es un problema que tenemos a nivel nacional en la calidad de la educación, que es brutal, y que incide muy fuertemente en los salarios que se pueden pagar. Porque si usted a la empresa le pide que pague un salario que no está de acuerdo con lo que la persona puede rendir, lo que sucede es que no tiene cómo competir tanto en exportaciones como con las importaciones que llegan a nuestro país.

                       

El otro tema que uno puede hacer y debe hacer, es que con subsidios del Estado se vaya a la gente que menos tiene. Y por eso que nosotros siempre somos tan estrictos en que el dinero que tiene el Estado vaya realmente a los que más lo necesitan y no vayan a programas donde las platas se despilfarran, se usan mal, se gastan en gastos administrativos, viajes, camionetas, salarios de gente que en el fondo no hace nada.

                       

Y hay que ayudar a la gente que menos tiene, ya sea vía pensiones, vía subsidios, subsidios al agua potable, subsidio a la electricidad, subsidio a la salud, subsidio a la educación, subsidio a la vivienda. Todos los subsidios que uno pueda tener, pero que estén enfocados y que realmente lleguen a las personas de más bajos ingresos.

                       

En estos días hemos visto un programa de televisión con el escándalo de que aparentemente las platas que debían llegar a la gente más pobre de nuestro país, como es Chile Solidario, finalmente no llegaban como corresponde.

                       

Y esas son las dos cosas que tenemos que hacer: mejorar la educación e ir con subsidios en beneficio de las familias que realmente no les alcanza para vivir en forma digan con lo que pueden recibir.

                       

Yo quisiera no más hacer un llamado de atención, en el sentido de que es muy fácil que todos nos pongamos de acuerdo para pedir y exigir más, y después, entonces, le vamos a decir al Gobierno que es el responsable de la cesantía. Creo que ese no es el camino. Creo que Chile ha ganado enormemente en los últimos tres años en materia de seriedad en la economía, y yo espe

Saludos
Rodrigo González Fernández
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