Vladimir Viloria
Viñedo Puente Alto
Don Melchor de Concha y Toro es uno de los mejores vinos tintos que se confeccionan en Chile. Un ultra-premium firme y completo, como lo define la crítica más seria, Melchor no es otra cosa que la proyección fina y compleja de la expresión del cabernet sauvignon posible en Maipo, exactamente en los pagos de Puente Alto.
La labor en estos casi veinte años se ha concentrado en descifrar las cualidades de los vinos que, parcela por parcela, se pueden hacer en los siete paños que constituyen la totalidad del viñedo, de los cuales una franja es de cabernet franc. Vinificados por separado, cada uno tiene y ofrece sus argumentos, los cuales serán ensamblados para lograr una sumatoria de virtudes, la expresión última de Melchor, luego de hacer la mezcla. Pero veamos con algo de más detalle el trabajo que orquesta Enrique Tirado. El viñedo Puente Alto, de 114 ha, está ubicado en el Valle del Alto Maipo a 650 metros de altitud. Sus suelos son básicamente pedregosos, pobrísimos en nutrientes y con una permeabilidad perfecta. La presencia de gravas y piedras limita el exceso de crecimiento vegetal y la sobreproducción de racimos.
Las vides de cabernet promedian unos veinte años de edad. La experiencia ha logrado identificar sutiles diferencias entre los vinos de cada parcela, las cuales son cuidadas y administradas de manera independiente, así como cosechadas por separado.
Los veranos en Puente Alto son cálidos pero con noches frescas, dados los vientos fríos que bajan de la cordillera, hecho que, además, beneficia la maduración de los taninos, así como la conservación del color y los aromas de la fruta. Don Melchor nace cuando se define qué proporción de los distintos cabernet sauvignon de las 6 parcelas antes nombradas más un toque de cabernet franc, formarán la mezcla final.
Hecho el blend, el vino se deposita en barricas de roble francés de Allier, Troncais y Nevers, del cual dos tercios son nuevos y un tercio usado. Hace dos semanas y en el marco del V SIG, degustamos con Enrique Tirado los siete vinos de las siete parcelas de la cosecha 2005, traídos especialmente para la ocasión. Ciertamente cada vino aporta lo suyo.
Mis notas de cata resumen los siguiente: Parcela 1: Suavidad y frescor, P. 2: acidez, eucalipto, intensidad, P. 3: firmeza, notas terrosas, flores, aromas dulces, P. 4: potencia en boca y matices almizclados, P. 5: taninos sedosos con notas minerales a grafito y creyón de cera, P. 6: Amplitud, rica densidad y notas ahumadas, P. 7: ricas notas herbáceas, hierro, taninos suaves muy maduros. Frente a nosotros y como el alquimista Flamel, Tirado hizo la mezcla -proporcional al tamaño de cada parcela y la misma que hará a la hora de embotellar Melchor 2005- para luego catar el vino final.
Fue como ver un potro con apenas minutos de nacido: torpe, inseguro, inquieto, pero definitivamente fuerte, hermoso y vivo. Un Don Melchor 2005 en ciernes mezclado en Caracas¿ nada mal ¿no? ¡Salud!
RODRIGO GONZALEZ FERNADEZ
agriculturablogger.blogspot.com
CONSULTAJURIDICACHILE .BLOGSPOT.COM
RENATO SANCHEZ 3586 DEP 10
TELEF. 2451168- 5839786
SANTIAGO,CHILE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario