jueves, diciembre 10, 2009

OPINION: La trampa del comercio de carbono

Categoría | Internacionales

La trampa del comercio de carbono

carbon-emissions-gettyFuente: IPS

por Claudia Ciobanu*

COPENHAGUE, 8 dic (IPS) – El comercio de carbono y los mecanismos de compensación les sirven a los países industrializados para no reducir sus emisiones contaminantes ni ofrecer asistencia a las naciones en desarrollo, advirtieron activistas presentes en Copenhague para la conferencia de la ONU sobre cambio climático.

Los ambientalistas sostienen que no habrá justicia climática incluso si se logra el mejor acuerdo posible al término de las dos semanas de negociaciones para forjar un nuevo tratado que limite el recalentamiento global.

La 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 15) comenzó el lunes en la capital danesa y terminará el 18 de este mes.

Los representantes y delegados de los países procurarán fijar objetivos más drásticos en materia de reducción de emisiones de gases invernadero, causantes del recalentamiento planetario para los países en desarrollo y otros más para los no signatarios del Protocolo de Kyoto, cuyas metas fueron establecidas para 2012.

El Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 y en vigor desde 2005, obliga a los 37 países industriales que lo ratificaron a reducir sus emisiones para 2012 a volúmenes 5,2 por ciento inferiores a los de 1990.

Entre los países no signatarios más significativos se encuentra Estados Unidos.

También es posible que surjan planes de acción para las grandes naciones en desarrollo así como medidas concretas para ayudarlas a adaptarse al cambio climático.

Los activistas están preocupados de que algunos de los mecanismos que surjan de Copenhague sigan siendo imperfectos, sin importar lo ambicioso que resulte el acuerdo final.

Una de las áreas problemáticas tiene que ver con los mecanismos de financiación previstos para que las naciones en desarrollo puedan verdear su economía y lidiar con los impactos negativos del cambio climático.

El mundo en desarrollo necesitará ente 500.000 y 600.000 millones de dólares al año para tomar medidas de mitigación y de adaptación, según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas.

El dinero tendrá que ser vertido por los países del Norte, que son los que tienen una responsabilidad histórica frente al mundo por ser los principales contribuyentes al cambio climático.

Pero en vez de eso, "los países industrializados tratan de contar el flujo de fondos privados por medio de la compensación como forma de cumplir sus propios compromisos de reducción de emisiones, pese a que esto último y los fondos públicos adicionales (para las naciones en desarrollo) son obligaciones separadas", indicó la organización ambientalista Amigos de la Tierra.

En el marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio, previsto por el Protocolo de Kyoto, los países industrializados comprometidos a bajar sus emisiones contaminantes pueden invertir en proyectos para reducir los gases invernadero en las naciones en desarrollo como forma de compensar lo que no disminuyen en sus territorios.

La mayor parte del dinero para las naciones en desarrollo no saldrá en forma de fondos públicos, según Amigos de la Tierra, sino que serán créditos de carbono acumulados mediante el mecanismo de compensación.

La compensación se efectúa cuando un gobierno o una empresa invierten en energía renovable y otro tipo de proyectos para reducir las emisiones de dióxido de carbono en las naciones en desarrollo. Esos fondos se venden luego en el mercado de carbono, mecanismo que el Protocolo de Kyoto fomenta como una de las principales formas de estimular la reducción de emisiones.

Existen 100 millones de dólares de créditos de carbono en el fondo global para la adaptación de las naciones en desarrollo, una pequeña fracción del monto total necesitado.

En algunos casos, el régimen de compensación, de hecho, ayuda a las compañías a perpetuar sus prácticas contaminantes, según Kevin Smith, de la organización Climate Justice Action (acción por justicia climática).

"En Gran Bretaña se construyó nueva infraestructura contaminante con fondos del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea", dijo el activista a IPS.

Una compañía petroquímica en India puede reducir sus emisiones en una de sus plantas simplemente respondiendo a las necesidades empresariales normales. Luego vende el saldo a empresas occidentales, y con los ingresos, construye otra fábrica contaminante.

"El régimen puede, en algunos casos, generar más contaminación", señaló Smith. "Es una forma de asegurar que el dinero fluya hacia las entidades corporativas", añadió.

"No existen pruebas reales de que la reducción de emisiones no hubiera ocurrido de todas formas y de que no estén recibiendo una recompensa por algo que hubieran hecho de todas formas", dijo a IPS Francesca Gater, de Amigos de la Tierra Europa.

El Protocolo de Kyoto prevé que se verifique si el sistema de créditos de carbono realmente estimula la reducción de emisiones, pero los activistas arguyen que es casi imposible de verificar.

"Los mercados de carbono no son realmente confiables para reducir las emisiones", señaló Smith. "Pueden generar corrupción financiera del tipo que causó la última crisis económica global y sólo son un medio para crear nuevos mercados de capital", añadió.

La mayoría de los estados ya reconocieron la necesidad de regular los mercados de carbono. Pero "muchos países industrializados pretenden que el Banco Mundial asuma un papel de contralor en materia de fondos climáticos, incluso pese a sus malos antecedentes ambientales y sociales".

La tarea debería ser asignada a un órgano responsable y más transparente, arguyó.

Amigos de la Tierra pretende que los estados industrializados, incluido Estados Unidos, se comprometan a reducir 40 por ciento de los gases liberados a la atmósfera para 2020, respecto de los volúmenes registrados en 1990.

Y también que se ponga de acuerdo sobre nuevos mecanismos bajo la autoridad de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático para contribuir con fondos públicos a la adaptación y a la mitigación de las consecuencias de ese fenómeno en las naciones en desarrollo, señaló Gater.

"Tendríamos esperanzas si toda la energía política dedicada a la creación de complicados mecanismos de comercio de carbono se usara para atender cuestiones reales, como terminar con la dependencia en los combustibles fósiles y lograr la igualdad entre el Norte y el Sur", dijo Smith.


(*Este artículo fue escrito para el periódico TerraViva. dedicado a la COP 15 de Copenhague y producido por IPS).

 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIMIENTO DE ONU
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productos bancarios "tóxicos"

Precaución ante los productos bancarios "tóxicos"

Algunas ofertas financieras de los bancos esconden cierto peligro para los clientes

La crisis económica, el alto índice de desempleo y el miedo a la inversión provocan que los bancos reciban menos dinero para hacer negocio. Deben atraer la atención del cliente y, para ello, no descartan utilizar técnicas de despiste. Hay que estar alerta y tener cuidado porque, en ocasiones, se ofertan productos "tóxicos" financieros, que implican unos riesgos con los que no se había contado.

  • Autor: Por BEATRIZ RUBIO , ESPAÑA
  • Fecha de publicación: 8 de diciembre de 2009

Complejos y engañosos


- Imagen: kozumel Usuario pro -

Hace tan sólo unos años, la oferta de los bancos se limitaba a las hipotecas, los créditos, los depósitos y la emisión de tarjetas. Conceptos como "swap", estructurados o hipoteca con suelo no figuraban en el vocabulario financiero. Ahora que se han detectado estafas con productos complejos y engañosos, conviene conocer los inconvenientes de cada uno para estar sobre aviso cuando el banco pretenda venderlos.

Es difícil evitar un "tóxico", porque se ofrece como un producto con plenas garantías y para un cliente especial

  • Depósitos estructurados: el banco ofrece al cliente un depósito referenciado a un índice complejo, que depende de la cotización en otros países. Es una inversión de alto riesgo porque su rentabilidad depende de índices exóticos. No conviene contratar productos que no estén en función de la cotización española. Si se apuesta por un mercado internacional, se desconoce al emisor final y las oficinas españolas no podrían reclamar en caso de fraude o, por lo menos, sería muy complejo. Esto mismo ha ocurrido con las inversiones de clientes españoles en Lehman Brothers. En sí, no son productos "tóxicos", pero se comercializaron en periodo de crisis, cuando el riesgo era más evidente.

  • Préstamos o hipotecas con cláusula suelo. El cliente particular solicita hoy menos créditos a las entidades bancarias como consecuencia del desempleo y el miedo a la inversión. Esto supone que los bancos ingresen menos capital, que sean más restrictivos en la concesión de un crédito y que impongan condiciones que les supongan mayores ingresos. Es el caso de la denominada cláusula suelo, por la que la entidad suma a los porcentajes habituales -el Euribor y los tipos de interés, en el caso de que sea una hipoteca- otro diferente que establece el mínimo a pagar. Este tipo de cláusulas consisten en que, en las escrituras de algunas hipotecas, se indica en un apartado que, aunque el índice de referencia baje de forma continuada, el tipo mínimo que se aplicará será del 2%, 3% o incluso el 4,5%.

  • Préstamos o hipotecas con cláusula techo. En este caso, la argucia del banco es prometer al cliente que nunca pagará más de un porcentaje muy alto. Sin embargo, el tope es una cantidad irreal, ya que es casi imposible que los intereses alcancen esas cotas.

  • Las diferentes versiones de permutas financieras. Son los denominados "swap", un producto financiero legal, pero de alto riesgo, y por el que miles de personas se han visto obligadas a pagar cantidades enormes de dinero en concepto de un seguro que no era tal. Todo empezó cuando, hace apenas dos años, el Gobierno solicitó a las entidades bancarias que ofrecieran a sus clientes algún producto que les respaldara en el caso de una gran subida de los intereses, de manera que se evitara el riesgo de tener que pagar cada vez más por las hipotecas o por otro tipo de préstamos. Los bancos comercializaron una especie de seguro que, en teoría, ofrecía ese respaldo a sus mejores clientes.

    El reclamo era que no tenía riesgos y estaba libre de gastos. Sin embargo, tenía otros imperativos económicos, como explica José Antonio Ballesteros, abogado del consumidor y que define estas permutas financieras como "un producto de casino". A través de los "swaps", el cliente y el banco realizan una apuesta. Si suben los tipos de interés, el cliente gana, pero si bajan, pierde. Las ventajas ante una subida de los tipos están muy limitadas -en ocasiones, en torno al 0,1%-, mientras que las bajadas no tienen límites. El cliente sufre una pérdida íntegra. Otro problema añadido es que estas permutas financieras son productos independientes de la hipotecas, por lo que de nada sirve subrogarla y pasarla a otra entidad ya que el problema permanecerá. Al cliente le queda reaccionar "a posteriori" y seguir las vías de reclamación.

  • Bonos convertibles en acciones. Son instrumentos a largo plazo. Por lo general, su fecha de amortización alcanza los cuatro o cinco años y se caracterizan por su naturaleza híbrida. El banco ofrece un interés fijo mientras dura el bono y, al final del periodo, se canjea por acciones de la entidad. El peligro es que el ahorrador se convierte en accionista del banco y el producto que parecía una inversión con un interés a plazo fijo se convierte en otra que depende de mercados de renta variable, con riesgo de perder dinero. Además, los bonos convertibles implican otros sobresaltos para el ahorrador: algunas entidades que los ofrecen (Sabadell, Popular, según apunta la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros, Adicae) rentan según el Euribor a partir del segundo año. Incluso, el banco puede amortizar el bono de manera anticipada sin previo aviso. En definitiva, es un producto cuya rentabilidad no sólo es variable, sino que tampoco está garantizada ya que depende del beneficio distribuible de cada año, de la evolución económica y financiera y de la situación de los fondos propios.

    El último riesgo se detecta en el momento del canje de las acciones. Desde que vence el bono y la entidad entrega las acciones al inversor, pueden pasar semanas. Un tiempo en el que es muy probable que se desvaloricen, sobre todo porque, finalizado el periodo del bono, entrarán al mercado millones de acciones de cada entidad al mismo tiempo, por lo que su precio bajará.

Precauciones antes de contratar

En la mayoría de los casos, es difícil evitar un "tóxico" porque se ofrece como un producto con plenas garantías, para un cliente especial y, en su mayoría, en términos engañosos. En cualquier caso, antes de contratar cualquier producto financiero es imprescindible disponer de todos los datos posibles para evitar sorpresas después de haber dado el paso. Conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones:

  • Exigir información por escrito. No es suficiente con el discurso del empleado, que está sujeto a un argumentario de venta y que mostrará la cara amable del contrato.

  • Sin dudas. Los contratos de un servicio financiero son complejos y farragosos, por lo que el cliente no debe acomplejarse ante cualquier punto que no comprenda. Si la entidad no resuelve sus dudas, conviene que recurra a una asociación de consumidores, a un abogado o a un asesor financiero. Lo importante es leer todas las condiciones con detenimiento y asegurarse de haberlo entendido todo. Hay quien va más allá y recomienda "no confiar", como los miembros de Apymad, una asociación de pequeñas y medianas empresas estafadas por derivados financieros, que ya prepara demandas contra una veintena de entidades.

  • Ojo con la publicidad. Es necesario estar alerta ante ciertos términos que pueden esconder condiciones muy gravosas. En cualquier caso, si el cliente guarda la publicidad en la que se prometen unas condiciones y éstas benefician al consumidor, son de obligado cumplimiento. Es como si formaran parte del contrato.

  • Cuidado con las comisiones que no están recogidas en el contrato. Las entidades, en relaciones de duración indefinida, tienen derecho a empezar a cobrar comisiones aunque no estuvieran pactadas. No obstante, las nuevas condiciones deben notificarse con la antelación suficiente y el banco deberá informar sobre las cantidades máximas que aplicarán a los clientes por las operaciones habituales, que deben estar registradas en el Banco de España.

  • Conviene asegurarse de que el banco cumple con la directiva de la Unión Europea en materia de mercados de instrumentos financieros, conocida por sus siglas en inglés MiFID. Ésta obliga a la entidad a evaluar el perfil de riesgo del cliente y si el producto de inversión se adecua a su capacidad y a los objetivos que persigue al contratarlo.

La reacción a posteriori: la reclamación

A pesar de las recomendaciones, si el cliente contrata un producto "tóxico" y después se siente estafado, dispone de varias vías para reclamar. Si la simple comunicación a los empleados de la sucursal no sirve para enmendar el problema, el cliente puede presentar una queja ante el Servicio de Atención al Cliente del banco a través de un escrito en el que explique los motivos por los que se siente estafado. Este servicio es obligatorio en todas las entidades y, aunque haya otras instancias donde gestionar una reclamación, es importante que la queja figure en la oficina bancaria porque es el lugar donde se ha contratado un producto.

Aunque haya otras instancias donde reclamar, la queja debería figurar en la oficina bancaria donde se contrató el producto

En ocasiones, el banco cuenta con la figura del Defensor del Cliente, que trata de mediar de forma independiente. El cliente deberá presentar un escrito en un plazo inferior a doce meses y el Defensor aceptará o no a trámite el caso. Si decide investigarlo, se limitará a transmitir una serie de recomendaciones a la entidad, que ésta no está obligada a cumplir.

El recurso del Banco de España

En el caso de que el banco haya denegado la reclamación, la resolución no haya sido satisfactoria para el cliente o no se haya resuelto en el trascurso de dos meses, la siguiente instancia es el Servicio de Reclamaciones del Banco de España. Este órgano atiende las quejas relacionadas con depósitos, préstamos o hipotecas. Si se trata de fondos de inversión, una operativa de mercado o una Oferta Pública de Venta (OPV), la institución pertinente es la Comisión Nacional de Mercado de Valores. Por último, los conflictos con contratos de seguros y planes de pensiones se trasladarán a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.

En cuanto al Servicio de Reclamaciones del Banco de España, requiere un escrito con la queja en cuestión y haber reclamado antes en la propia entidad. Es un servicio imparcial, que no toma partido ni por el consumidor ni por el banco. El proceso es largo y complejo, y sus decisiones no vinculan al banco, por lo que no está obligado a cumplirlas, aunque se haya realizado una mala práctica. Con el aumento de más del doble de reclamaciones respecto al ejercicio anterior, este organismo acumula un retraso en torno a siete meses. Si el proceso no prospera, conviene pasar a la vía judicial ordinaria.

El Banco de España admite quejas contra entidades de crédito autorizadas para operar dentro del territorio nacional: bancos, cajas de ahorro, el Instituto de Crédito Oficial, la Confederación Española de Cajas de Ahorro, cooperativas de crédito y establecimientos financieros de crédito. También contra sociedades de tasación, establecimientos de cambio de moneda y entidades financieras de la Unión Europea. En este último caso, a través de la red FIN-NET. La reclamación se puede realizar por vía telemática, desde la página web del Banco de España, o por escrito, mediante la presentación del documento en el Registro General del Banco de España o en cualquiera de sus sucursales. También es posible enviarla por correo postal al Servicio de Reclamaciones.

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la chirimoya y sus usos

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Un ensayo con chirimoyas permite obtener productos transformados para distintos usos culinarios

 
CHILE ES UN GRAN PRODUCTOR DE CHIRIMOYAS
 

Los investigadores han logrado desarrollar con esta fruta zumo, mousse, mermelada y pulpa para su uso en yogures o cremas

  • Fecha de publicación: 4 de diciembre de 2009

La Delegación de Promoción Económica y Empleo de la Diputación de Granada encargó al laboratorio Abello Linde un ensayo con chirimoyas para obtener de este fruto productos transformados. El estudio ha conseguido, a partir de esta fruta, productos como zumo, mousse, mermelada y pulpa que, congelada y envasada al vacío, permite su utilización para distintos usos culinarios, bien como yogures o cremas o, incluso, en coctelería. Los buenos resultados obtenidos podrían propiciar la creación de una planta piloto dedicada a esta actividad en Almuñécar (Granada).

Estos productos podrían constituir una salida comercial al excedente de fruta que se produce cada temporada en la Costa Tropical y que repercute de forma directa en la drástica bajada de precios de la fruta que lleva a los agricultores a registrar continuas pérdidas en sus producciones. De las alrededor de 40.000 toneladas de chirimoyas recogidas entre septiembre y abril cada temporada, un 10% no encuentra salida en el mercado por su bajo calibre o su escaso atractivo visual, por lo que este porcentaje se destinaría a su transformación.

Los nuevos productos obtenidos a partir de la chirimoya permiten aplicaciones culinarias que hasta este momento, con la fruta tal y como llega al mercado, es imposible obtener al tratarse de un producto muy perecedero. Para ello se aplican técnicas pioneras como los tratamientos con nitrógeno líquido, la aplicación de atmósferas modificadas para prevenir la oxidación del producto y la pasteurización a temperaturas que no dañen el producto base.

En la degustación organizada para comprobar las excelencias de los productos conseguidos estuvo presente el diputado provincial de Promoción Económica, Julio Bernardo, quien destacó la importancia de esta iniciativa como motor económico para la comarca, por la creación de puestos de trabajo y por la salida que representa para los agricultores.

Los nuevos productos de cuarta gama conseguidos a través de este ensayo se presentarán en Madrid en pocos días ante reconocidos restauradores de la capital madrileña y el País Vasco. Su opinión será definitiva para la colocación de estos productos en la hostelería en una primera fase, informó la Diputación.

FUENTE: CONSUMER
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